Fútbol femenino en Sevilla: la liga de la integración
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Martina CorralEn Sevilla se están realizando estudios sociológicos y antropológicos sobre el fútbol femenino entre sudamericanas, pues el deporte ha invertido las relaciones entre géneros y promueve la emancipación de las jóvenes e incansables trabajadoras. A continuación presentamos un estudio sobre este formidable instrumento de integración.
En el barrio de la Macarena, por la avenida que pasa frente a las urgencias, pasean bolivianos de unos treinta años empujando sus cochecitos. Caminan despacio, aburridos, meneando la cabeza. Desde que estalló la crisis hace casi dos años, muchos de ellos están en paro. Sus esposas llegarán tarde, justo para la hora de acostarse; otros tendrán que esperar al fin de semana para verlas. La mayoría trabajan como internas en el servicio doméstico de una familia seis días a la semana o cuidan a personas mayores y gente con algún tipo de discapacidad.
“En La Paz o en Cochabamba, nunca verás algo semejante. Allí los hombres no se atreven a tocar las cunas y los cochecitos. Lo que impera es el machismo. Aquí somos más libres, trabajamos, tenemos una vida social, jugamos al fútbol”. Alicia, de 26 años, es la centrocampista del Bolivia, que cuenta con una decena de trofeos; pero también es un elemento principal de la selección boliviana en los Mundialitos, que se celebran una vez al año en Sevilla. “Le pido a mis jefes un permiso de dos o tres horas para poder jugar el fin de semana”, explica.
Recordando las tardes en Quito o en La Paz
Sevilla es el mayor estadio de fútbol femenino. Se juega a fútbol de 11, 7 y 5: existen unos diez equipos de sudamericanas para un total de casi 150 jugadoras. Hace años que las bolivianas dominan la escena pero las ecuatorianas las siguen de cerca y, recientemente, las españolas vencieron en los campeonatos municipales. Este fenómeno, similar en otras ciudades españolas donde existe una fuerte inmigración andina, comenzó a principios de 2000, cuando miles de bolivianos, ecuatorianos y colombianos llegaron a Andalucía para buscar trabajo y enviar dinero a los hijos que habían dejado con los abuelos. De los cerca de 30.000 inmigrantes en la provincia de Sevilla, la mitad (el 46%) son sudamericanos; por lo tanto, es normal que en la capital andaluza se recree el ambiente de las tardes de domingo en Quito o en La Paz: torneos de fútbol y de voleibol acompañados de parrilladas y baile.
Francisco Cuberos, antropólogo de la Universidad de Sevilla y experto en estrategias asociativas de los inmigrantes, nos explica que “los torneos de fútbol son sin duda una manera estupenda para entrar en contacto con la población local. Son ideales para encontrarse con la otra comunidad en un ambiente agradable, de ocio y dentro de un contexto de relaciones horizontales”. No es justo considerarlo un intento de aislamiento para estar entre sudamericanos, como juzgan algunas ONG locales. Cuberos continúa explicando que “para muchos de ellos la prioridad es jugar entre compatriotas. Es normal, llegas a un país nuevo, no conoces la sociedad y las costumbres, te apetece estar con tu gente. Estos torneos crean, sobre todo, redes profesionales y de solidaridad”. De hecho, los inmigrantes sudamericanos trabajan en sectores específicos abandonados por los españoles en los años 90 y que, ahora, son los más afectados por la crisis económica: las manufacturas, la construcción y las explotaciones agrícolas.
La situación de las mujeres es más favorable porque se dedican a trabajos domésticos que no sufren la crisis, sobre todo en una región en la que una parte importante de la población está compuesta por ancianos y jubilados. “Las compañeras del equipo son todas amigas mías, llegamos juntas en el año 2006”, cuenta Alicia, natural de Potosí. Durante la semana trabaja como interna y el fin de semana cuida a una persona mayor. “Nos ayudamos las unas a las otras para encontrar trabajo porque es muy fácil conocer a otras familias que buscan a alguien. Y también incluimos a nuestras adversarias, por supuesto”.
El pionero del fútbol femenino en Sevilla
Desde el pequeño estudio de Integración Radio, el altillo de una discoteca del nuevo Parque Empresarial Torneo,Walter Vivanco Torres asegura ser un “pionero”. Pionero del fútbol femenino, de los campeonatos organizados en diferentes parques de la ciudad y de las radios de los inmigrantes en Sevilla. “Llegamos a los 125.000 oyentes diarios en Sevilla, hemos superado a alguna cadena nacional”, cuenta el fundador de la radio y presidente de la Asociación de Ecuatorianos de Andalucía.
El primer domingo de marzo comentó en directo la final de la Liga Gool entre las bolivianas del equipo Sudamérica y las ecuatorianas del equipo Willstermann, que tuvo lugar en el Parque de Miraflores. Asistieron centenares de hombres para apoyar a sus esposas; finalmente, como de costumbre, vencieron las bolivianas. “Todo comenzó en San Jerónimo, en el año 2004”, explica Walter haciendo referencia al municipio del norte de Sevilla, donde un pequeño centro deportivo municipal fue la sede de los primeros torneos de fútbol entre las inmigrantes y de ecuavolley, el voleibol ecuatoriano. “Después hubo un cambio en la gestión administrativa de los campos y nos marchamos”.
Los torneos mixtos no acaban de cuajar
La ONG Anima Vitae gestiona desde hace varios años estos terrenos y ha lanzado un desafío para mejorar la integración: torneos exclusivos para equipos mixtos (jugadores y jugadores de diferentes nacionalidades) y promoción de la participación de los inmigrantes en los campeonatos municipales para facilitar el encuentro con los locales. “Nos parece absurdo que el ayuntamiento financie con dinero público los Mundialitos, campeonatos que solo incluyen equipos sudamericanos”, explica María Ángeles Huete García, socióloga y voluntaria en la asociación. Las nuevas normas principalmente han acabado con las actividades paralelas de ciertos torneos: venta de comida y alcohol alrededor del campo o apuestas en los partidos de ecuavolley. El éxito de los torneos mixtos solo ha sido parcial y esto se debe a dos razones: los Mundialitos siguen siendo los torneos más esperados por los participantes porque los equipos son de verdaderas selecciones nacionales y, sobre todo, porque el campeonato municipal tiene unas fechas y unos horarios que no se compaginan con el trabajo de las mujeres de Bolivia, Ecuador o Paraguay. “A menudo participamos en los partidos amistosos organizados por Anima Vitae, pero de cierta manera nos han cerrado las puertas. Por ejemplo, ya no podemos hacer campeonatos de fútbol de 5 en San Jerónimo porque la asociación no lo permite”, confiesa Alicia.
Según el antropólogo Francisco Cuberos, el fútbol entre inmigrantes “es cualquier cosa menos un obstáculo para la integración”. Los resultados en términos de redes sociales y profesionales son evidentes, y el progreso en las relaciones entre sexos son sorprendentes. La conclusión de Alicia es la siguiente: muchas de mis amigas se han separado porque ya no se sentían respetadas pero cuando sus maridos y novios también juegan al fútbol, ¡las cosas van mucho mejor!”
Gracias a Juliane Moeller, antropóloga alemana, ex jugadora del equipo de Bolivia y autora del ensayo "La práctica del fútbol entre mujeres bolivianas en Sevilla. Redes sociales, trayectorias migratorias y relaciones de género". El pdf completo está disponible aquí.
Este artículo forma parte de Multikulti on the Ground 2011-2012 , una serie de reportajes sobre el multiculturalismo realizados por cafebabel.com en toda Europa.
Fotos: portada, (cc) curoninja/flickr; texto, cortesía de © Liga Gool Sevilla; Alicia y Walter, © Nicola Accardo.
Translated from A Siviglia come in Sud America, nel calcio femminile vincono le immigrate