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Fuck you tu bloqueo

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La Unión Europea tiene en su mano acabar con el embargo más longevo e inútil de la historia reciente.

Si hay un cantautor cubano que ha sabido romper desde dentro la censura castrista, ése es Carlos Varela. El pasado 7 de enero, en el teatro Karl Marx de La Habana, volvió a resumir el presente de Cuba en unos versos: Un amigo se compró un Chevrolet del 59, no le quiso comprar algunas piezas y ahora no se mueve.

Varela hablaba de la falta de reciclaje democrático de la dictadura de Fidel Castro, en el poder desde el 1 de enero de 1959. Pero el público pedía más. La política no cabe en la azucarera, seguía la canción, para terminar con un airado fuck you tu bloqueo y la catarsis de los asistentes.

¿Por qué este rechazo al bloqueo incluso dentro de un público joven y crítico hacia Castro? Porque es evidente que 46 años de restricciones no han servido para nada. El gobierno de EE UU estableció el embargo total al comercio con Cuba el 3 de febrero de 1962, aunque ya existía en la práctica desde 1959. Desde entonces, las leyes Torricelli (1992) y Helms-Burton (1996) han añadido un inaudito carácter extraterritorial, previendo sanciones para las compañías extranjeras subsidiarias o afiliadas a empresas estadounidenses que comercien con Cuba, aunque radiquen en terceros Estados, incluidos los de la UE.

Este embargo infinito, impuesto en plena histeria anticomunista durante la guerra fría, no ha conseguido empujar a Castro hacia el neoliberalismo o la libertad de expresión: ha sumergido al pueblo cubano en una situación límite al utilizar la salud y los alimentos como un arma política. La imposibilidad de adquirir tecnologías médicas de procedencia estadounidense el 70% de las empresas productoras de equipos de diagnóstico son de EE.UU- y la restricción del flujo de alimentos de un país vecino al otro se acercan más al genocidio que a una medida de presión del siglo XXI.

La Administración Bush ha endurecido aún más el embargo. No hay que olvidar la fuerza de los lobbies ultraconservadores de exiliados cubanos, y la importancia de su voto en Florida (gobernada por Jeb Bush). El asedio ha llegado ahora al paroxismo, con nuevas medidas por las que un norteamericano puede ser condenado a diez años de prisión si compra un puro cubano, aunque lo haga en Bruselas y se lo fume en Uagadugú.

Y la cultura tampoco escapa al bloqueo. El guitarrista estadounidense Ry Cooder, famoso por la película Buena Vista Social Club de Wim Wenders, se ha visto impelido a cortar su relación con músicos cubanos, teniendo que pagar una multa de 100.000 dólares.

Un embargo ilegal

Cuba cifra en casi 80.000 millones de dólares las pérdidas ocasionadas por el embargo estadounidense. Un anacronismo que viola el Derecho Internacional ya que, desde la Conferencia Naval de Londres de 1909, el bloqueo es un acto reservado a situaciones bélicas. La propia Ley estadounidense de Comercio con el Enemigo permite la imposición de un embargo únicamente en tiempo de guerra o ante una amenaza a la seguridad nacional.

¿Es Cuba una amenaza? Desde luego no según el criterio de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que el 28 de octubre de 2004 condenó por decimotercera vez el bloqueo de EE UU a Cuba, con 179 votos contra 4: el obvio de EE UU, el de Israel, el del paraíso fiscal de las Islas Marshall y el de Micronesia (19.000 habitantes).

La Unión Europea, por su parte, también ha pedido muchas veces la suspensión del embargo, a pesar del coqueteo con Bush de Aznar y Berlusconi. El nuevo presidente español, Rodríguez Zapatero, es ahora el impulsor de una postura más dialogante con el régimen cubano. Como cristalización de este nuevo talante, la UE decidió el pasado 31 de enero suspender las sanciones diplomáticas vigentes contra Cuba desde junio de 2003. Las sanciones incluían la limitación de visitas de alto nivel, la enigmática desaparición de la UE en los acontecimientos culturales de la isla y la invitación a los disidentes cubanos a las fiestas nacionales en las embajadas presentes en La Habana. Este correctivo se aplicó tras la inhumana reinstauración de la pena de muerte y el encarcelamiento de 75 opositores. El Ministro de Relaciones Exteriores cubano, Felipe Pérez Roque, puso rápidamente de manifiesto el doble rasero de la UE, que nunca ha impuesto sanciones diplomáticas a EE UU por el uso de la pena de muerte contra menores de edad y enfermos mentales, ni por los encarcelamientos sumarios en la Base Naval estadounidense de Guantánamo. El propio Castro se ha mofado del reciente perdón europeo, describiendo a la UE como "esa gente que Cuba no necesita".

2005: el año del fin del embargo

A pesar de la altivez del tirano, destacadas figuras internacionales, como el ex presidente norteamericano James Carter, se han manifestado contra el embargo. Otro ex, Felipe González, ha ido más lejos, asegurando que el embargo a Cuba se levantará en 2005. Tengo información, no es una opinión.

La profecía se puede hacer realidad en julio, cuando la UE revise su Posición Común sobre Cuba. Será tiempo entonces de adoptar una verdadera postura independiente de los EE UU, favoreciendo el diálogo crítico con el régimen castrista y con la oposición pacífica representada por grupos moderados del exilio como Cambio Cubano. Reclamando un espacio legal para la oposición en la isla y vigorizando las condenas al embargo estadounidense, rémora heredada quizá de Thomas Jefferson, que aseguró en 1807 que siempre había mirado a Cuba como la adición más interesante que podría hacerse a nuestro Estado. Sólo con la UE, y olvidando a Jefferson, el Chevrolet cubano podrá recorrer la autopista del desarrollo.