Fuck For Forest: Salvar la selva con películas porno
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Isabel CumbreñoHay muchas maneras de salvar la selva: Comprar una caja de cerveza Krombacher, donar a organizaciones medioambientales o... Descargarse películas porno. No, no has leído mal. La iniciativa Fuck for Forest distribuye contenido pornográfico y organiza actuaciones eróticas para proteger la selva. Hemos hablado con Ina, una activista berlinesa, acerca de este grotesco proyecto.
Fuck for Forest (FFF) tiene sus comienzos en Escandinavia en 2005. La pareja formada por Leona Johansson y Tommy Hol Ellipsen, de Noruega y Suecia, respectivamente, experimentaban con su sexualidad al mismo tiempo que compartían su amor por la naturaleza. Al unir estos dos factores, se les ocurrió comenzar con Fuck for Forest.
"¿Por qué no utilizar la conocida consigna 'el sexo vende' con un buen fin?", me explica Ina. El proyecto comenzó en un pequeño círculo. Hace diez años, trasladaron su sede a Berlín y desde ese momento, Fuck for Forest no ha hecho más que crecer. También hay un segundo grupo en México. Ina añade: "Es difícil describir FFF como un formato constante, ya que cada activista que está con nosotros debería tener la posibilidad de llevar a cabo sus ideas".
La sexualidad forma parte de la naturaleza
Muy bien, pero no puedo evitar preguntarme cómo se puede salvar a la naturaleza a través de la sexualidad. "¿No forma acaso la sexualidad parte de nuestra naturaleza?", me rebate Ina. Poco a poco, comienzo a entender los motivos de los activistas de FFF. "El sexo forma parte de nuestra naturaleza", insiste la berlinesa. Por eso, otro de sus objetivos es cambiar la imagen pública que se tiene del desnudo y la sexualidad. Además de las películas pornográficas que hay en su página web, los activistas de FFF organizan espectáculos artísticos en la calle, la mayoría de ellos, completamente desnudos. Cuando le pregunto si no suscitan con ello escándalos públicos, Ina me contesta: "Creo que es importante dialogar acerca de este tema para conseguir que la sociedad sea más tolerante".
Es muy fácil entender cómo funciona la plataforma en línea: Los activistas donan sus fotografías y vídeos pornográficos. A cambio de una donación mensual, el usuario recibe una contraseña para poder acceder al contenido. "Al contrario que en el porno tradicional, nosotros podemos garantizar que todos los actores se lo pasaron bien durante la producción", aclara la activista. Nadie cobra un salario o recibe instrucciones. Se muestran verdaderas experiencias sexuales. Todo el dinero conseguido por FFF se emplea en pequeños projectos para proteger el medio ambiente. "La mayoría de proyectos tienen lugar en Sudamérica y tienen que ver con temas como la reforestación, la conservación del hábitat de animales salvajes o la preservación de la flora local y la cultura indígena", explica Ina.
Poca esperanza puesta en la política climática
Para la Conferencia sobre el Cambio Climático COP21 que tendrá lugar en París entre noviembre y diciembre, los activistas no han preparado nada todavía: "Me temo que tenemos que poner este acontecimiento en nuestra lista de espera, porque en diciembre nos espera una mudanza de nuestra base en Berlín". Sin embargo, Fuck for Forest tiene claras peticiones para los políticos en la negociación: "Por supuesto que esperamos que haya resultados positivos. Debería ser fundamental que hubiera más control y transparencia internacional acerca de las condiciones de producción". Pero la confianza en los políticos tiene sus límites, ya que fue precisamente la política actual una de las principales razones por las que se formó Fuck for Forest.
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Este retrato forma parte de nuestro proyecto #21faces en el marco de la Conferencia sobre el Cambio Climático COP21 en París.
Translated from Fuck For Forest: Mit Pornos den Regenwald retten