Fuck Buttons: “Democratizar el ruido”
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Francisco Chica GarcíaLos dos ingleses de Fuck Buttons, Andrew Hung y Benjamin John Power, están poniendo a punto las viejas máquinas de Bristol para realizar su música. Un sonido “drone, pop, noise” universal
Nuevo Casino, 18h. Jon, el manager de la gira, nos informa de que los Fuck Buttons llegarán tarde. Un cigarro más tarde, aparecen Andrew Hung y Benjamin John Power. A pesar del elevado ritmo de la gira, parecen en forma y distendidos. “En París siempre nos ha ido genial. Es de verdad una de nuestras ciudades preferidas. Hoy estábamos como locos cuando veníamos de camino”. ¡Bienvenido! Tras su destacada entrada en el paisaje de la música independiente –su primer álbum Street Horsing de 2008 es una verdadera joya– el dúo vuelve con un nuevo opus y encadena una gira en Europa con otra en los Estados Unidos. Su segundo álbum, Tarot Sport, provoca tanto entusiasmo como el primero. Además tiene el inmenso mérito de hacer accesible un abanico de sonidos a menudo encerrados en el registro más oscuro de la 'noise music*' (música ruido).
Casa electronica
Con partes de pop, tecno, drone* y noise, Fuck Buttons reivindica su independencia estética. “No intentamos hacer una música que pegue con un grupo concreto, dice Andrew. Nos gusta hacer la música que hacemos. Que le guste a otra gente es algo fantástico”.
El público que asiste al concierto refleja claramente esta mezcla un poco caótica: desde jóvenes 'artys' aficionados a la música noise a fans del punk con pinta de hooligans, pasando por estudiantes de secundaria que vienen a iniciarse en el arte del pogo*, todo el mundo parece darse cita aquí. La aplastante euforia en el segundo opus* lleva, efectivamente, un germen de universalidad. “Me sentiría incómodo en un grupo que quisiera llegar a un público en particular, continúa. Dicho esto, parece que se dirija a las amas de casa de menos de cincuenta años”.
“Tenemos gustos musicales muy diferentes. Pero creo que, en el plano musical, es algo sano para nuestra relación”, dice Benjamin, vestido al estilo 'red-neck' de segundo grado, y fan del punk. Ha participado en varios grupos como batería y guitarrista antes de fundar Fuck Buttons. Andrew tiene una sensibilidad más próxima a la música electrónica y noise. Él componía ya antes de Fuck Buttons, en un estilo de 'casa electronica*', inspirado en sus descubrimientos sobre los sellos como Warp y Leaf. Nos confiesa: “Siempre escucho el ruido blanco que viene de la radio. ¿Conoces ese generador de ruido blanco que hay en Internet? Pues este tipo de ruido blanco te puede ayudar a dormir. Un montón de gente adora este truquillo. Es algo relacionado con el ambiente. Imagino que esto democratiza algunos de los sonidos que nos rodean”. Democratizar el ruido, esa es nuestra misión. “Mi madre me dice que a ella le gusta mucho nuestra música, pero no estoy muy seguro de si debo creerla”, bromea Andrew.
“¡Esto no es música!”
Su receta le debe mucho al pasado común de los dos músicos. Benjamin refleja la historia de una familia formada en una ciudad mediana de Inglaterra que ha seguido ocupando los bancos de una escuela de Bellas Artes en Bristol por generaciones: “Nos conocemos desde los 16 años. Los dos somos de la misma ciudad, Worcester. Éramos ya amigos, salíamos juntos. Después Andy se fue a estudiar a Bristol. Yo le seguí un año después, y seguimos viéndonos”. Desde este momento, la música se impuso como el cimiento de nuestra amistad. “Íbamos a conciertos. Andy hizo un vídeo en su tiempo libre, necesitaba una banda sonora. Después de discutirlo, realizamos la banda sonora juntos y como lo pasamos tan bien, decidimos hacer música juntos”.
Los inicios, en 2004, no son especialmente gloriosos. La gran diferencia entre tecno-noise no es del gusto de todos de primeras. Durante uno de sus primeros conciertos en Worcester, la propietaria de la sala les cortó la luz mientras gritaba: “¡Esto no es música!" Después, el grupo levantó el vuelo: una gira por los Estados Unidos con los anglo-canadienses de Caribou, su primer disco producido por John Cummins de Mogwai, el segundo por Andrew Weatherall, una gira mundial… Podría ser peor.
Playschool y Casio
Andrew sigue dedicándose a la realización de los videoclips (ver el clip de Surf Solar). Benjamin, ilustrador, se encarga del grafismo de sus álbumes. Pero a pesar de esto ellos se consideran ante todo músicos. “Somos músicos profesionales… Esto siempre nos suena raro, pero es lo que ocupa todas nuestras jornadas, todos los días”. Puestos frente a frente, Andrew y Benjamin se divierten como niños. Uno conecta y desconecta los cables de un sintetizador modular y trastea un teclado Casio, mientras que el otro maltrata una batería eléctrica y pega gritos en un radio-cassette de Playschool. Nada que ver con los escultores de ruidos tecnófilos fanáticos de los softwares de diseño sonoro: “No nos interesan especialmente las novedades tecnológicas musicales. Encontramos sonidos y los manipulamos luego. Nuestra instalación consiste principalmente en material físico, máquinas viejas, un montón de trastos, todo lo que podemos comprar. ¡O pedir prestado!”
Curiosos, les sacamos una última confidencia. “¿Si ya habéis hecho música, ya no se tiene vergüenza? ¡Claro que sí! ¡Cada puto día!” Pero hay que estar convencido de que vale la pena. Un poco después, ya por la tarde, mientras que las amas de casa de menos de cincuenta años vigilaban con impaciencia como se carga el Tarot Sport, el Nuevo Casino, lleno hasta la bola, comulgaba en la alegría y el sudor alrededor del ovni musical euforizante sobre el escenario. “Me dio la impresión de estar escuchando música de iglesia”, nos comenta un espectador místico al terminar el concierto. Amén.
Próximos conciertos: 2 de diciembre: Helsinki - 3 de diciembre: Gothenberg - 4 de diciembre: Stockholm - 5 de diciembre: Oslo - 11 de diciembre: Minehead - 16 de diciembre: Cork - 17 de diciembre: Galway - 18 de diciembre: Dublin - 19 de diciembre: Belfast.
* Pogo: El pogo es un baile que consiste en saltar y chocarse en grupo unos contra otros al ritmo de la música en un concierto.
* El drone doom (también llamado drone metal) es un subgénero de doom metal que se caracteriza por el uso de guitarras monótonas con notas o acordes sostenidos (drone, del inglés, es zumbido aunque se puede traducir como hablar monótonamente).
* Noise (ruido en inglés) es un género musical que utiliza música compuesta por elementos musicales no tradicionales, y carece de elementos de la estructura musical como armonía y ritmo.
* 'Casa Electrónica' música house.
* Opus, en música, alude a una obra concreta y numerada del repertorio de un compositor.
Translated from Fuck Buttons: «Démocratiser le bruit»