François Hollande : ¡a que no!
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Pablo ÁngelEs importante tener agallas. Como también ser capaz de cumplir tu palabra. Hace unas semanas, durante su conferencia de prensa, Hollande viró su rumbo hacia el programa liberal de la derecha, proponiendo medidas a favor de las empresas. Y también redujo los argumentos de la oposición a una sola palabra: 'chiche'.
Hemos tenido que esperar 2 años para ver a François Hollande asumir riesgos. Sin embargo, al entrar en el Palacio del Eliseo, el presidente francés -conocido por su prudencia- de inmediato preguntó a sus asesores: "¿cómo puedo salir sin que me vean?". Ya conocéis el resto: la historia sobre la llamativa scooter con la que el jefe del Estado iba a visitar a Julie Gayet, la actriz con la que se encaprichó.
Ahí acabó su valentía. Hollande fué cazado por un paparazzi mandado por Closer y hay quien piensa que sus escapadas no eran fruto del valor, sino de la estupidez. Aunque su verdadera firmeza estuvo contenida en la tan esperada rueda de prensa de mitad de enero, en la que evitó con un "revés del lenguaje" las alusiones a su vida privada. El presidente de la República anunció medidas para las empresas. En resumen, una disminución de impuestos y especialmente el fin de las contribuciones familiares. O lo que es lo mismo, un sorprendente giro extremadamente liberal de un izquierdista que ha recalcado que él (siempre) ha sido un "socialdemócrata".
El antiguo ministro de Nicolas Sarkozy y diputado francés en el extranjero, Frédéric Lefèbvre, dijo "chiche" à François Hollande.
En este caso, Hollande interceptó a la oposición, sorprendido de ver jugar al rival en su terreno, en lugar de disertar sobre el contenido de la conferencia presidencial, redujo su argumento a una sola palabra: "chiche!". Hasta tal punto que los dirigentes de la UMP repitieron la expresión y Le Monde escribió un artículo para explicar que se hacía referencia a "una expresión de desafío lanzada o aceptada", equivalente al "¡no eres capaz!" que también utilizan los niños en el recreo.
Los ingleses, que han demostrado que les gusta saber qué ocurre debajo de la cintura del presidente francés, le dirían lo siguiente: "Mr Hollande, do you have the balls to do this?". En última instancia, harían gala de su caracter deportivo utilizando el eslogan latino de los aficionados del Tottenham: "audere est facere" ("atreverse, es hacer"). Aunque por todos es sabido que tanto en el amor como en la política hacen falta agallas. Así pues, la oposición británica preguntaría más bien: "do you have the guts to do this?" ("¿tienes las agallas?"). En Polonia también tienen tendencia a demostrar lo que tienen en el estomago. "Mieć jaja coś zrobić" es igual a "tener las agallas para...". En España hay múltiples formas de retar. Pero la expresión más simple se basta de tres palabras: "¡a que no!". Finalmente, en Italia la palabra "chiche" es casi intraducible. La jurisprudencia Berlusconi sin duda ha demostrado que no sirve de nada retar a un italiano. En cambio, existe un proverbio para decir a cuanto está la distancia entre las palabras y los hechos: "tra il dire il fare c'è di mezzo il mare" ("entre el decir y el hacer, hay un mar»). Camino difícil de tomar, hasta con la más bella de las scooters.
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Translated from François Hollande : chichement vôtre