Francia: te tenemos fichada
Published on
Libération y cafebabel.com habilitan un blog para que los periodistas europeos comparen la campaña electoral francesa con la de sus países.
“Hace unas semanas me crucé en París con Jacques Chirac. Quise preguntarle si acudiría a los tribunales tras finalizar su mandato presidencial para clarificar un caso de supuesta corrupción cuando era alcalde de París. Antes de terminar la frase, cuatro polis me habían tapado la boca y llevado a un rincón de la calle: ‘Regresa a tu país si no estás contento’, me espetaron. Cuesta criticar a los poderosos en Francia.”
Son palabras de Tobias Troll, de 32 años, uno de los participantes en el blog que el diario francés Libération y cafebabel.com –ambos con una fuerte vocación europea- activan desde el mes de febrero para que los jóvenes periodistas europeos opinen sobre las presidenciales francesas. Una iniciativa que ha destacado las coincidencias y originalidades de la política francesa respecto de la de sus vecinos comunitarios.
Los personajes
¿Logrará Ségolène Royal dar la sorpresa igual que hizo Zapatero en España? Para el catalán Alex Vicente, de 26 años, “ambos pertenecen a una nueva generación de líderes políticos con voluntad de aceptar el liberalismo pero corrigiendo sus disfunciones a través de un pacto socialdemócrata, y de transformar sus partidos sin renunciar a la fe socialista y sin renegar de la vieja guardia de sus formaciones.” Esto último no lo ve así Anna Karla, alemana de 24 años, para quien Royal “no desea escuchar a los elefantes del partido socialista, al contrario que la Canciller Ángela Merkel, siempre rodeada de hombres bajo su sombra”.
Sorprende la fuerza del centrista Bayrou, algo impensable en España, en donde el centro sólo tuvo relevancia tras la muerte del dictador Franco, “cuando hacía falta que la izquierda y la derecha se unieran” para cohesionar al país en torno a la democracia. Alex Vicente duda del perfil antistémico de la estrella centrista francesa, “un ex ministro de Balladur y de Juppé –conservadores-. ¿Cómo ha tardado tanto en darse cuenta de que el bipartidismo no funciona bien?”.
El italiano Adriano Farano, de 27 años, en cambio, logra comparar su estrategia con la del actual Primer Ministro de Italia, Romano Prodi. “Ambos provienen de los círculos democristianos, son europeístas convencidos y han sabido salir de los anclajes políticos tradicionales.” “Ahora bien”, añade este bloguero, “ahí se acaban las coincidencias”: si Prodi gobierna apoyándose en la izquierda, Bayrou lo haría “con los mejores de la clase de la derecha o la izquierda”.
Anna Karla subraya la derechización del discurso del conservador Sarkozy, pero alaba el resultado de “acercar a votantes del ultranacionalista Le Pen hacia su terreno”. Evitar los extremismos es vital a ojos de un alemán, “un temor productivo nuevo en un escenario electoral en Francia”, sugiere.
Las propuestas
“En Italia, es impensable ver a Piero Angela o a Sveva Sagramola, presentadores de emisiones televisivas sobre medioambiente, lanzando una iniciativa política como la de Nicolas Hulot” –presentador francés del programa Ushuaia- para colocar la ecología en el corazón de la campaña, señala Farano. Tobías Troll, por su parte, valora la propuesta de la socialista Royal para la obligatoriedad de los cursos de preescolar, “mientras en Alemania el machismo reinante critica la propuesta de una de sus ministras de crear 500.000 plazas de guardería de aquí a 2013. Así se explica que la natalidad sea tan alta en Francia y tan baja en Alemania”, concluye.
Por su parte, Bayrou ha propuesto la supresión de la ENA, la elitista Escuela Nacional de Administración, de la que proviene la mayoría de los políticos del país galo. “Me gusta Alemania porque un obrero puede convertirse en patrón de empresa”. Tal es la frase que la alemana Karla rescata de Bayrou, sabiendo que el Canciller alemán Schröder había sido obrero de la construcción en su juventud.
Sarkozy, que va siempre en cabeza de los sondeos, es quien concentra más críticas. Alex Vicente le tacha de “machista” por llamar histérica a su rival socialista Royal. Tobias Troll deplora que el candidato de la derecha quiera darle más poder al Jefe del Estado, “mientras en Alemania nadie se entera de las elecciones presidenciales y sí de las parlamentarias”. Eso sí, los insultos entre candidatos, no asustan al internauta italiano: en comparación con el “coglioni” (“Gilipollas”) que Berlusconi usó para definir a los votantes de Prodi, los términos “innoble”, “mentiroso” y “defraudador” de los candidatos franceses se quedan en nada.
Sin embargo, lo que más sorprende a los europeos es el nacionalismo chovinista del lenguaje de los candidatos franceses. Entonar la Marsellesa en los actos electorales o hablar de lo francés como “una manera propia de ser y de pensar” dista, para el alemán Tobias Troll, mucho del “patriotismo constitucional afín a los valores de la democracia política” ideado por el pensador germano Jürgen Habermas, y recogido, entre otros, por el dirigente español, Rodríguez Zapatero.