FOOD inc. ¡Vaya a saber lo que está comiendo!
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Nuevo documental presentado en el festival de cine de Berlín. Imagine que los productores escondan información de manera deliberada acerca del origen los ingredientes o su proceso de producción. El realizador norteamericano Robert Kenner investiga los primeros eslabones de la cadena de producción alimentaria.
Por lo visto, la producción alimentaria en los Estados Unidos está controlada por un puñado de enormes corporaciones. Bajo el pretexto de maximizar la eficiencia y el crecimiento económico, sacrifican la salud del consumidor, las normas de higiene y las condiciones de los trabajadores y los animales.
Los descubrimientos son tan desagradables como se esperaba. Las gallinas industriales són encerradas en grandes naves industriales y engordadas durante 50 días. Tienen pechugas mucho mayores que las de las gallinas salvajes, cuyo crecimiento dura hasta 3 meses. El producto agrícola más abundantemente plantado en los campos de los Estados Unidos es el maíz. Muy subsidiado por el gobierno, se vende a precios por debajo del coste de producción. Además, la mayoría de las vacas americanas se alimentadas con maíz en vez de hierba, porque así engordan mucho más rápido. Sin embargo, las vacas no digieren el maíz de forma natural, y por eso han desarrollado una bacteria mortal llamada E.coli. Para eliminarla, la carne es tratada con amonio.
Hamburguesa a precio de brócoli
Muchos americanos se quejan de que cocinar en casa les sale más caro que comprar comida rápida, porque una hamburguesa es más barata que una cabeza de brócoli. El documental quiere acentuar el papel del consumidor en la lucha por una producción sostenible de alimentos comprando tres veces al día la comida cuya producción respete ciertas normas. Aún así, se hace complicado tomar decisiones si información tan elemental sobre los alimentos ; ni siquiera consta en los envases y todo con el consentimiento de las agencias reguladoras norteamericanas.
En el debate que siguió a la proyección durante la Berlinale se constató que el escenario europeo de producción alimentaria no está alejado del norteamericano. El director, Robert Kenner y otros representates de la cultura del slow food -como Eric Schlosser (“Fast Food Nation”) y Michael Pollan (“The Omnivore’s Dilemma”) hablaron de la importancia de respetar altos controles de calidad en la producción alimentaria. Carlo Petrini, representando a la organización Slow Food planea montar un grupo de presión dirigido a los candidatos del Parlamento europeo.