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Explosión de arte contemporáneo en Lisboa

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Cultura

¿Quiénes son los artistas contemporáneos lisboetas? ¿Quién vende? ¿Quién compra? ¿Quién organiza? Repaso al pesimismo creativo injustificado de la capital lusa.

Una mañana en la Culturgest

Miguel Wandschneider, de Culturgest

Culturgest es la fundación de arte moderno y contemporáneo más grande, rica y activa de la capital lusa. Pertenece a uno de los mayores bancos de Portugal, la Caixa Geral de Depósitos. Miguel Wandschneider, de 38 años, es conservador y director de la sección de Artes Visuales. Nos comenta que existe una nueva ola de artistas en Portugal, con figuras sobresalientes como Pedro Reis y Vasco Araujo entre otros. Wandschneider, como conservador, tiene entre sus objetivos desde 2004, aparte de la presencia de artistas portugueses, “traer grandes nombres del arte moderno internacional, como The Atlas Group o Robert Moulène, para que hagan producciones propias exclusivas y proyectos en especial en Culturgest”. Esto ha despertado a muchos jóvenes artistas. Tras diez años como conservador, cree “que el hecho de que Portugal sea un país pequeño y periférico impide a muchos artistas locales abrirse y mostrar su trabajo en el exterior”. A eso hay que añadir a su entender que “el público aficionado al arte moderno en Lisboa es reducido, debido a una falta de rivalidad entre las fundaciones productoras de arte, las galerías y los artistas.

ZDB: el último grito

Natxo Cheka, de ZDB

El Colectivo ZDB, en el trendy Bairro Alto lisboeta, el español Natxo Cheka, que lleva en Lisboa 39 años, nos explica que es una institución y comunidad independiente de artistas nacida en 1994. “La idea central siempre ha sido que los artistas produzcan sus propios proyectos sin tener ninguna limitación comercial. Aquí se mezclan artistas que diseñan sus nuevos proyectos y otros invitados (residentes) que exponen los suyos.” No faltan los compradores de arte y conservadores de toda Europa al tanto de sus nuevas producciones, pues este lugar produce y vende proyectos completos: fotografía, pintura, mixed media, instalaciones y toda una serie de performances. Cheka cree que “hoy hay menos obstáculos para un artista local que quiera mostrar su trabajo en el extranjero”.

El joven artista angoleño, Yonamine en el ZDB

La orientación del ZDB es muy internacional. El pintor angoleño de 32 años, Yonamine, se encuentra este invierno en ZDB elaborando un nuevo proyecto que presentará en 2008. Lleva dos meses en Lisboa y cree que “esta experiencia le va a ser de gran ayuda para perfeccionar lo que tiene en su mente”. Eso sí, matiza que “no existe un lugar ideal para crear arte, sino que lo importante es la gente que forma ese lugar”.

Francisco Vidal en el ZDB

En otra planta del ZDB nos encontramos con otro artista trabajando febrilmente en un proyecto. Francisco Vidal, nacido y criado en Lisboa, estudió Bellas Artes y éste es su segundo proyecto para ZDB. Cree que “Lisboa y ZDB son el lugar ideal para producir arte”.

El Modulo: un pionero

Teixeira en su despacho

La siguiente parada es el Modulo, un espacio centrado en el arte visual. Su director y propietario, Mario Texeira da Silva, de 50 años, es uno de los nombres ineludibles del arte contemporáneo en Portugal. Desde los setenta participa en importantes ferias de arte. En aquella época, “los controles en las fronteras eran difíciles y opresivos, y el traslado de las obras casi imposible”, rememora. Asegura que hoy existe una nueva ola de jóvenes artistas con importantes trabajos. A pesar de su opinión positiva acerca del nuevo arte portugués y el nuevo entorno creado por la UE, insiste en que “la salida de un artista portugués no es fácil porque aparte del inexistente apoyo del Estado, muchos artistas y conservadores tienen prisa en mostrar obras que no ‘dominan’ al 100%”.

Catarina Botelho: nuestra elección

La joven fotógrafa lusa Catarina Botehlo

La fotógrafa Catarina Botelho, nacida en Lisboa hace 26 años, iba para pintora. Cree “que existe más movimiento y dinámica entre los nuevos artistas lisboetas, pero nada de boom. En la línea pesimista de los anteriores entrevistados, nos cuenta lo “difícil que es para un fotógrafo participar en eventos europeos”. “En lo referente a la fotografía”, precisa, “no existe ninguna escuela o movimiento porque no existe una tradición. Es consciente de que sólo si traspasa las fronteras de Portugal podrá tener éxito.

Traducido del griego por Olga Arroyo Martínez