Éxodo alemán para fumar en Chequia
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carolina rubio neiraEn muchos países miembro ha entrado en vigor la prohibición de fumar en los bares. Dentro de poco les tocará a los locales checos, porque el grupo de presión a favor de esta prohibición está intensificando la lucha contra el humo azul.
¿A qué turista de la ciudad de Praga no le gustan los bares con poca iluminación, en los que la cerveza se sirve antes de haber encontrado sitio? En la mayoría de los casos se puede cortar el humo. Para los checos el cigarrillo y la cerveza son inseparables. Sin embargo, el lobby a favor de los espacios sin humos no piensa lo mismo y actúa de forma distinta en la lejana Bruselas o en la cuasitotalidad de Europa. Estos bares bohemios son el único refugio de los fumadores, aunque ahora parece que el fumar se va acabar para los checos. El grupo parlamentario a favor de los espacios sin humos intenta de nuevo prohibir este hábito en los bares.
Si se aprobase la propuesta de la Comisión sanitaria, los fumadores sufrirían las consecuencias. Y es que últimamente se ven a muchos alemanes frecuentar estos bares bohemios. En especial, la cifra de visitantes bávaros ha aumentado desde que desde el 1 de enero de 2008 se prohibiera fumar en el Land más septentrional de Alemania. En los bares checos, los alemanes pueden respirar el humo azul sin problemas, no hay ninguna ley que se lo prohíba. Los dueños de los locales afirman que los alemanes preguntan en la puerta de sus establecimientos, como medida de precaución, si se puede fumar. El propietario se alegra de que vengan clientes del extranjero porque así ayudan a engrosar sus beneficios. Si se impusiera un espacio sin humos, seguro que reclamarían todos al Tribunal Constitucional porque temen por sus ingresos.
Limpiar el humo de los locales bohemios
En Praga, los diputados preocupados por la salud se esfuerzan desde hace mucho tiempo por limpiar el humo de los tugurios checos para siempre. No obstante, hasta el momento han fracasado en varios intentos y de manera lamentable. Sobre todo, el gran partido, el ODS (Partido Democrático Ciudadano), considera esta prohibición una violación ilícita de los derechos y libertades de los ciudadanos. Los propietarios interpretan esta libertad legal con discreción. Si hay un cenicero encima de la mesa entonces se puede fumar. Hay algunos establecimientos que disponen de una segunda sala que se utiliza como zona de no fumadores. En esta última no hay ceniceros en las mesas.
Esto no significa en ningún caso que los fumadores checos fueran díscolos. Aceptarían sin reparos que tuvieran que apagar sus cigarrillos durante la comida. No obstante, después del trabajo no renuncian a unas caladas. Casi nadie se molesta porque fumen. Y es que los checos se caracterizan por ser personas más tolerantes en este campo. Si bien es cierto que una mayoría de la población daría la bienvenida a un espacio sin humos, sin embargo, a los no fumadores no les importa que haya personas que fumen en los locales. Otro cosa es en la oficina. En la mayoría está prohibido fumar. En estos casos, los fumadores se aglutinan a la puerta de la oficina entorno a los ceniceros instalados para ese fin. En caso de que el empleador sea muy estricto deben esperar a que acaben su jornada laboral para fumar. No obstante, las ocasiones en las que sucede esto último son contadas.
Poner barreras al vicio
En las paradas de autobús y tranvía se puede observar lo poco efectiva que es hasta ahora la prohibición de fumar en los espacios públicos. En cuanto se ve a una patrulla de policía que puede poner una multa, las colillas desaparecen rápidamente. No obstante, en cuanto doblan la esquina se encienden de nuevo los cigarrillos. Especialmente los fumadores pícaros le dan al vicio justo en la línea que delimita la parada del autobús. Como esta delimitación es muy amplia, después de la entrada en vigor de los espacios sin humo se inició un debate tan intenso como divertido.
Los juristas están seguros de que en el futuro se establecerá una prohibición de fumar en los locales y advierten sobre próximas exageraciones. Si el Parlamento decide finalmente prohibir el humo en los locales, quizás cause un efecto no deseado. Y es que puede disminuir el grado de tolerancia que se tiene con las violaciones de las actuales prohibiciones, por ejemplo, en las paradas de autobús. Los juristas saben por dónde va la cosa. Saben que el checo no es una especie a la que le guste que le ordenen “desde arriba” lo que tiene que hacer.
Panorama de prohibiciones anti-tabaco en Europa
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Translated from Tschechische Kneipen: Hier darf Europa noch rauchen!