Europa y la mezcla étnica: ¿Un aspecto borroso?
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Mientras la Unión Europea ve como algunos de sus estados miembros tienen problemas de integración entre etnias, Bruselas mira hacia el sureste del continente, donde la mezcla étnica es mucho más importante que en ningún otro lugar de la región. La mezcla étnica en Europa, parte II.
La Unión Europea se ha definido en más de una ocasión como el “ejemplo más avanzado del mundo en integración de razas y culturas”. No es para menos, hablando de que se trata de una organización que engloba a 27 países que deben tomar decisiones conjuntamente de diferentes temas y que permiten la movilidad de los ciudadanos por los diferentes países con sólo usar el documento nacional de identidad y muchos de ellos usando la misma moneda. Sin embargo, como veíamos en la primera parte de este artículo, hasta el momento ha habido varios momentos en su historia en que cuando dos etnias fuertes comparten un Estado, la situación se hace más complicada.
La "ethnic trash" de Karl Marx
Bruselas mira ahora hacia los Balcanes y Croacia y Macedonia. Reconocidos como países candidatos, se postulan como los más avanzados a poder formar parte del espacio común en un breve periodo de tiempo. Estos países, que pertenecieron a Yugoslavia hasta comienzos de la década de los 90, fueron definidos por Karl Marx como "ethnic trash". Este término no define de ningún modo esa realidad, pero sólo quiere ilustrar la complicada mezcla étnica que engloba la región del sureste europeo. Todo un reto para la UE.
Primero, hay ciertos requisitos que estos países deben cumplir. El Consejo Europeo celebrado en Feira en el año 2000 reconoció a todos los países de los Balcanes Occidentales la calidad de posibles países candidatos a la adhesión a la Unión Europea y para ello deben respetarse los criterios políticos, económicos e institucionales definidos en el Consejo Europeo de Copenhague de 1993. Por su parte, el Tratado de Ámsterdam de1997 adoptó medidas para luchar contra la discriminación por nuevas razones que incluían el origen racial o étnico.
"Uno de los obstáculos para la entrada en la UE de este país es, de hecho, la discriminación a la minoría albanesa por parte del gobierno de Nikola Gruevski"
Centrémonos en Macedonia. El país se creó por primera vez en 1991 tras independizarse de Yugoslavia y tras una larga historia de conquistas. Esto ha llevado a que muchos habitantes de etnia albanesa (de religión musulmana) quedaran dentro de las fronteras de la república de Macedonia. Concretamente, en la actualidad hay un 25% de albaneses, la mayoría de ellos en la ciudades cerca de la frontera con Albania (hay lugares como Tetovo donde representan más del 90%). Los albaneses y macedonios, de religión ortodoxa, llevan muchos años enfrentados, con los políticos como los mayores promotores de las ideas nacionalistas y discriminatorias. Uno de los obstáculos para la entrada en la UE de este país es, de hecho, la discriminación a la minoría albanesa por parte del gobierno de Nikola Gruevski y de no respetar lo establecido en el Acuerdo de Ohrid en temas de discriminación.
La lucha contra la discriminación
Es fácil notar cómo la mayoría de los habitantes del país están interesados en formar parte de la UE, algo que les ofrecería más derechos de movilidad por el espacio común para ir en busca de trabajo a otros lugares. Tanto es así que, como ejemplo, el país fue de los primeros en adoptar la normativa de Bruselas de dejar de fumar en espacios públicos. Una integración a la Unión Europea podría servir, tanto a los habitantes de etnia macedonia como a los de etnia albana, a relajar sus tensiones porque formarían parte de una organización mayor que el país en el que viven y sobre el que tienen ideas distintas.
Lo mismo sucede con otros estados de la región. La influencia europea está ayudando a dar pasos positivos en temas de discriminación. Bosnia y Herzegovina es el más convulsionado de la región ya que, al contar con tres grupos étnicos importantes y con diferentes intereses, vivió la peor guerra de las relacionadas con la desintegración yugoslava. Concretamente, alrededor del 40% de la población es bosníaca (también denominados musulmanes), el 30% es serbio y cerca del 20% es croata. Un paso importante en temas de respeto de las etnias fue cuando la Corte Europea de Derechos Humanos sentenció en diciembre de 2009 que la Constitución del país era discriminatoria y Bruselas pidió su reforma como un requisito más para el avance en el proceso de integración. Por ahora eso no se ha conseguido pero, poco a poco, los habitantes del país van conseguido derechos y desde diciembre de 2010 pueden viajar por la mayoría de los países europeos sin necesidad de visado.
Los países de la antigua Yugoslavia han llevado a cabo importantes iniciativas en su carrera hacia la Unión Europea, también en términos de discriminación étnica. Puede sonar a utopía pero muchos son los que piensan que la estabilidad de estos países será más fácil en el momento en que pertenezcan a una organización supranacional.
Foto: danceinthesky/flickr.