"Europa debería actuar contra las medidas de Orbán"
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Hablamos con Szabolcs Hegyi, experto en libertad política de la Unión Húngara por las Libertades Civiles sobre la "perversión" de la democracia en Hungría y el proceso de creación de una "Orbánlandia", un país moldeado al antojo de su primer ministro, Víktor Orbán, quien ha renovado su mandato por cuatro años más tras las últimas elecciones del país magiar.
Conversamos con Szabolcs Hegyi, profesor de Filosofía política en la Universidad de Miskolc y responsable de derechos humanos en la Unión Húngara por las Libertades Civiles (HCLU, según sus siglas en inglés), una organización que trabaja en el campo de los derechos humanos. En la asociación, Hegyi se ocupa de informar sobre litigios relacionados con el derecho a la libertad de asamblea y el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión.
CaféBabel: Nueva constitución, más de 300 reformas constitucionales y 5 enmiendas a leyes orgánicas en tan solo 4 años. ¿Qué está ocurriendo en Hungría?
Szabolcs Hegyi: La Constitución húngara establece que cuando un partido obtiene los dos tercios de los votos en el Parlamento, como fue el caso del partido gobernante FIDESZ (Federación de Jóvenes Demócratas), liderado por el primer ministro Viktor Orbán, en las elecciones de mayo de 2010 no necesita negociar acuerdos con partidos de la oposición. Tiene libertad plena para cambiar las leyes que desee y nombrar a los principales dirigentes de las instituciones independientes como el Banco Central húngaro o el Tribunal Constitucional.
CaféBabel: Attila Mesterházy, líder del Partido Socialista de Hungría (MSZP), ha hablado sobre una Orbánlandia. ¿Es Viktor Orbán el culpable de tanta reforma o más bien el sistema que lo consiente?
Szabolcs Hegyi: La ley de los dos tercios fue promulgada para fomentar el diálogo político suponiendo que alcanzar los dos tercios era muy poco probable. De modo que aunque Orbán hubiera conseguido una mayoría absoluta arrolladora durante su segunda legislatura, eso no le daría derecho a elegir a los líderes de las instituciones políticas independientes, modificar la Constitución, enmendar leyes orgánicas, y en definitiva adaptar el Estado de derecho en su propio beneficio sin contar con la oposición.
CaféBabel: ¿Diría que Hungría es actualmente un Estado democrático?
Szabolcs Hegyi: El valor de la democracia reside en la consideración de deseos encontrados y diferentes opiniones y en encontrar una solución que interese a todos los actores. Así, únicamente si no se llegara a un acuerdo después de haber escuchado y deliberado todos los argumentos, se usaría la norma de la mayoría por defecto. Sin embargo, en Hungría el significado de democracia ha adquirido un matiz perverso ya que la opinión de la mayoría se ha convertido en el único modo de gobernar. Gran parte de los húngaros está cansado de la creación y extinción de partidos, de debates políticos, y prefiere seguir a un solo líder como Orbán.
CaféBabel: ¿De qué manera ha logrado Viktor Orbán afianzar su poder durante estos 4 años y eliminar a su competencia?
Szabolcs Hegyi: De un lado, durante estos años Orbán ha cesado a personas que estaban en puestos estratégicos y los ha sustituido por personas leales a su Gobierno e incluso ha renovado su mandato a 9 años. De este modo, Orbán se aseguró sus apoyos entre los jueces del Tribunal Constitucional o en la autoridad que se encarga de supervisar los contenidos de los medios de comunicación. Del otro, Víktor Orbán cuenta con una izquierda dividida que favorece su situación de liderazgo absoluto.
CaféBabel: Según un informe del Comité Helsinki de Hungría, la reducción de edad de jubilación de 70 a 62 años afectó a 229 jueces. Tras el dictamen del Tribunal de Justicia de la UE en contra de esta ley, el Gobierno ofreció a los jueces que habían sido despedidos que volvieran a sus cargos, pero solo 56 aceptaron volver. ¿Por qué tanto revuelo?
Szabolcs Hegyi: Esta ley represiva implica un gran peligro en la percepción de la independencia de los poderes. Cuando el Gobierno aplicó esta ley, las oficinas de los jueces mayores de 62 años que se vieron obligados a abandonarlas fueron ocupadas por personas designadas por la nueva dirección del poder judicial. Así que aunque el procedimiento que se llevó ante el Tribunal de la Unión Europea en Luxemburgo durara tan solo 6 meses, bastó para que los jueces que querían recuperar sus cargos no pudieran ya que sus puestos habían sido ocupados. Además, a estos el Gobierno les ofreció una generosa suma de dinero como compensación y muchos la aceptaron.
CaféBabel: ¿Y qué opina sobre la ley de medios de comunicación, que implica la creación de una autoridad de control de la información designada por el Gobierno?
Szabolcs Hegyi: Es una manera de gobernar muy inteligente que priva a la gente de conocer toda la verdad, y que favorece el control y el "moldeado" de la libertad de expresión, al mismo tiempo que permite que la gente haga su vida sin necesidad de criticar al Gobierno.
CaféBabel: ¿Cree que las instituciones europeas deberían tomar un papel más activo para favorecer el cumplimiento de los derechos humanos en Hungría?
Szabolcs Hegyi: La Comisión Europea debería tener un papel más activo en contra de muchas medidas que toma el Gobierno de Orbán. También el Tribunal de Justicia de la Unión Europea debería ser más eficaz en sus sentencias, como en la que dictaminó en el caso del adelanto de edad de jubilación de los jueces. Aunque impugnó la ley húngara, no pudo garantizar que los jueces que se habían quedado sin puesto lo volvieran a tener y evitar su sustitución por los nuevos líderes.