Estrategias jóvenes para esquivar el paro: ¡Estudia cuanto puedas!
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Con uno de cada cinco menores de 25 años europeos en busca de empleo, muchos jóvenes deciden prolongar sus estudios lo más posible para evitar sumarse a las listas del paro. Distintas realidades de una generación en medio de la crisis
Según las estadísticas de Eurostat, en agosto 2009, el 18,2% de los jóvenes europeos menores de 25 años estaba en paro. En el top de la lista, España, donde el desempleo afecta al 33,6% de los jóvenes, seguido de cerca por Suecia. En vistas del panorama, muchos estudiantes europeos se esfuerzan en retrasar su salida al mercado laboral y, mientras tanto, seguir acumulando títulos.
María Martínez, 25 años, licenciada, sigue estudiando País: España, 33,6% de paro juvenil Clave: Miedo de la inestabilidad, quiere ser funcionaria
María Martínez Bueno es española y, a sus 25 años, tiene miedo de la inestabilidad y espera que el gobierno la proteja. Lleva cinco años estudiando y sigue acumulando títulos: tres años para una diplomatura en Relaciones Laborales, luego dos años más para licenciarse en Ciencias del Trabajo. Ahora, como muchos españoles, espera conseguir una plaza para hacer un máster en Educación secundaria. Sin embargo, María ya tiene experiencia laboral. Trabajó durante dos años como gestora laboral, pero esta experiencia no le satisfizo: tenía que trabajar todo el día, el sueldo era muy bajo y, sobre todo, sabía que no le harían nunca un contrato indefinido. María cree que la solución está en el codiciado puesto de profesora de instituto. “Ser funcionaria es la única forma de alcanzar una verdadera seguridad laboral y horarios como a mí me gustan”.
René, 20 años, estudiante País: Alemania, 10,5% de paro juvenil Clave: Cuando termine de estudiar la crisis ya habrá acabado
Según cuenta René, que a sus 20 años estudia Economía, antes del proceso de Bolonia, los estudiantes alemanes terminaban sus carreras demasiado mayores, y se alegra de que ahora se pueda lograr el mismo reconocimiento en menos tiempo. Aún así, todavía le queda tiempo por delante para terminar y no siente que la crisis vaya a afectarle a él directamente: “cuando acabe mis estudios (en unos 4 años), a pesar de que hay muchos estudiantes de Economía, ya no habrá crisis” y él podrá posicionarse en cualquier país del mundo. Algunos critican la falta de tiempo para profundizar en las materias con el nuevo sistema, pero para él no es un problema: “a mí me gusta la idea de trabajar con la cabeza y poder ganar dinero por ello, y cuanto antes mejor, por eso voy a la universidad”.
Yann, 24 años, licenciado, sigue estudiando País: Francia, 22,3% de paro juvenil Clave: Estudiar por la presión social y el prestigio
Para Yann (24), solo hay un objetivo: disfrutar de lo que hace. Yann lleva ya 6 años entre Grenoble y Lyon estudiando en la Escuela de Ciencias Políticas de Grenoble, luego un máster en Comunicación Cultural e Institucional, y ahora acaba de emprender un segundo máster en Gestión de Carreras Artísticas. En Francia, explica, hay una particularidad a pesar de las reformas de Bolonia, el sistema de Grandes Escuelas, donde el prestigio sigue siendo un factor importante. A lo largo de sus estudios ha hecho tres prácticas diferentes, pero aún no ha buscado un trabajo fijo.
Por el momento, confía en que sus títulos no le fallarán llegado el momento porque están muy bien reconocidos. Si se ha esforzado en obtener estos títulos prestigiosos es porque, como muchos jóvenes, quiere intentar vivir de la música unos años, y es consciente de que este es un terreno incierto, pero siempre estarán ahí sus estudios para ampararle cuando quiera sentar cabeza. Ante estos planteamientos reflexiona y concluye: “He aguantado como un valiente tantos años de estudios más por una presión social y el llamado ‘éxito’ que por el contenido, la teoría. He continuado solo por el diploma. Es verdad que este segundo máster es mucho más concreto e interesante, está mucho más orientado a una profesión en particular”.