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Estrasburgo: Manos a la obra (sostenible)

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Sociedad

Reducir, reciclar y reutilizar. Estrasburgo cumple a rajatabla la ley de las 3R del reciclaje. De ello dan cuenta sus habitantes, los cientos de flores que desde los balcones vigilan día y noche la ciudad y, ahora también, sus propuestas arquitectónicas y urbanas.

La sostenibilidad de sus edificios y la conciencia colectiva acerca del compromiso con la naturaleza son las principales señas de identidad de esta ciudad.

¿Existe una arquitectura sostenible? La respuesta es sí y Estrasburgo constituye, probablemente, uno de sus máximos exponentes. Preocupada por el origen y naturaleza de los materiales, esta arquitectura busca reducir al máximo los impactos que ocasiona sobre el medio ambiente. Para algunos es algo completamente nuevo; para otros, una vieja conocida que ahora tan solo ha sufrido un cambio de identidad. Esta es la postura sostenida por Christian Plisson, presidente de la Casa Europea de la Arquitectura: “lo de sostenible está a la moda, lo cual no quita que haya arquitectos más concienciados”. Según este profesional, “los arquitectos que hacen bien su trabajo tratan de construir de manera sostenible y durable”, aunque reconoce que desde hace años hay una mayor preocupación sobre este asunto.

La Arquitectura y la Economía, de la mano

Y no es una cuestión meramente arquitectónica, sino también económica. Plisson afirma que los compradores están ahora más atentos a este tipo de cuestiones, lo que supone que haya arquitectos más implicados que “sí son más cautos al elegir el material” aunque, como siempre, “los que hay no respetan la reglamentación”, que es cada vez más exigente, sobre todo en materia energética.

Una nueva licenciatura les intruye en "eco-construcción"Las universidades también son conscientes de que el urbanismo tiene que adaptarse a nuevas exigencias. La Escuela Superior de Arquitectos de Estrasburgo ha introducido entre sus planes de estudio una licenciatura llamada "Construir Ecológicamente", que ofrece perspectivas nuevas para que sus estudiantes se especialicen en eco-construcción. Laura, estudiante de tercer curso de la carrera de arquitectura, afirma que algunas de sus materias hacen especial hincapié en la construcción sostenible. Además, cree que estas aproximaciones arquitectónicas son viables en el mercado y pone el ejemplo de Dinamarca, un país avanzado en este tipo de cuestiones. "Tenemos mucho que aprender sobre la reutilización y rehabilitación de materiales”, afirma.

La sostenibilidad hecha arte

De reciclar y reutilizar saben bastante los artistas de La Semencerie. Ellos han logrado convertir un edificio abandonado en un lugar en el que el arte fluye por todas sus paredes. Como explica uno de sus fundadores, Nicolas Roulleau, el objetivo era encontrar “un local que fuera la base para experimentar y comenzar a trabajar”. 

El reciclaje de materiales es la clave del trabajo de estos artistasNos atiende en su pequeño taller, al que accedemos por unas escaleras no aptas para miedosos: “Me acuerdo muy bien del día que entramos aquí. Fue duro. Era abril, no había electricidad ni agua. Había mucho que arreglar”, nos comenta nostálgico. Su imaginación en la recuperación y tratamiento de antiguos materiales dio lugar a los diferentes talleres en los que ahora se divide la nave. Las donaciones particulares, cada vez más numerosas, son la base del trabajo de ahora casi una treintena de artistas. El resultado es mostrado en alguna que otra exposición temporal a las que “acude gente heterogénea: desde el vecino, familias hasta un político que por casualidad pasa por allí”, explica Nicolás. Su mayor esperanza, que el propietario del edificio, que lleva veinte años intentado venderlo, no encuentre nunca comprador. 

Eco-Quartiers: un proyecto de vida

Y de un un edificio rehabilitado a otro construido a imagen y semejanza de sus habitantes. Las Maisons à Colombages del barrio antiguo de Estrasburgo conviven desde hace poco tiempo con nuevas propuestas de arquitectura sostenible, como los eco-quartiers . Eso sí, todo el que esté interesado debe saber que en este tipo de edificios hay “una arquitectura ambiciosa y una vida participativa”. Es decir, hay que estar dispuesto a remangarse la camisa y meter las manos en cemento. 

François Desrues, vicepresidente de Eco-quartier Estrasburgo, es una de las personas que concibió el proyecto, uno de los ciudadanos que consideró necesario “cambiar la manera de vivir”. A través de reuniones periódicas, este grupo, que se inspiró en modelos arquitectónicos alemanes, consiguió levantar en Estrasburgo el primer inmueble de la década de los 2000 construido al compás de la sostenibilidad y de la participación. Como explica Desrues, un eco-quartier es “una parte de ciudad que integra la noción de desarrollo sostenible y que es construida con la ayuda de los futuros habitantes”. Un total de diez familias conviven en el edificio. Sus apartamentos, cuya luminosidad nos traslada mentalmente a un país nórdico, tienen mucho de sostenible: consumen poca energía, disponen de paneles solares y el material más utilizado es la madera. “Utilizamos todas las innovaciones existentes en arquitectura”, afirma Desrues.

No hay separación entre las terrazas para fomentar la convivencia entre los vecinos

Pero no hay que olvidar que en un eco-quartier también hace falta la dimensión participativa de sus habitantes. Varias salas comunes situadas en la parte baja del edificio sirven como espacio de encuentro para los vecinos que se ven, al menos, una vez al mes,  porque “la arquitectura se pone al servicio de la vida colectiva”. Vivir en un eco-quartier “es casi un modo de vida”. Y todo esto es posible sin tener que pagar grandes cantidades de dinero. Desrues hace un llamamiento a los jóvenes para que se interesen por este tipo de proyectos. Actualmente, dos apartamentos del edificio se encuentran en alquiler. En cuanto a todo aquel que prefiera comprar, el metro cuadrado ronda los 2.800 euros, frente a los 3.000 que, según Desrues, se suelen pagar en cualquier edificio de Estrasburgo. 

En Francia hay unos 200 proyectos como los eco-quartiers de Estrasburgo, una ciudad que se ha erigido en un ejemplo de nuevos modelos de urbanismo. ¿Será la primera eco-ciudad del futuro?

Agradecimientos al equipo de cafebabel Estrasburgo, en especial a Tania por su colaboración y sus sabios consejos.

Este artículo forma parte del proyecto Green Europe on the Ground  2010-2001, una serie de reportajes realizados por cafebabel.com sobre el desarrollo sostenible. Para conocer mejor el proyecto, Green Europe on the Ground.

Fotos: portada (cc) clarapeix/flickr; texto: página oficial de facebook Ecole d´architecture Strasbourg, © Cristina Cartes