Esperando a Godot: La arrogancia de Estados Unidos en las conferencias sobre el clima
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Ainhoa Marroquin[OPINIÓN] El secretario de Estado de los Estados Unidos ve el cambio climático como «unas de las mayores oportunidades económicas del mundo» No obstante, ¿Quién se beneficia en realidad?
« Esperando a Godot»...
En un sorprendente alarde de arrogancia, el secretario de Estado de los Estados Unidos John Kerry no mencionó ninguna medida para los países en desarrollo que sufren los efectos del cambio climático; un fenómeno de pérdida y deterioro conocido en la COP21, la cubre internacional sobre el clima que tendrá lugar esta semana. Kerry, tras aplaudir la colaboración de Citibank, Bank of America, Goldman Sachs y el sector privado en «proyectos sobre el clima», aconsejó a la audiencia que no se cruzara de brazos «esperando a Godot» y catalogó la energía renovable como «unas de las mayores oportunidades económicas del mundo».
Su mensaje fue claro. A pesar de que la conferencia internacional tuvo lugar en las afueras, al norte de Paris, Kerry habló exclusivamente de asuntos a gran escala. En ésta, culpó a los países en desarrollo por contribuir a la contaminación de la atmósfera y eximió a los más ricos de cualquier culpa. Kerry citó a Bill Gates y la invisible mano del capitalismo, para enfatizar, en varias ocasiones, el papel que juegan el marcado laboral y las empresas privadas en la mejora del medioambiente. Al final de la conferencia, hizo una promesa para nada excepcional aunque digna de aplauso: se comprometió a, en 2012, haber conseguido 800 millones de dólares e invertirlos en función a donaciones. Para concluir, sugirió que es necesario que el resto de los países se sumen al programa.
«Si cada ciudadano americano fuera al trabajo en bicicleta, compartiera coche para ir al colegio, usara paneles solares para obtener energía en su casa, plantara una docena de árboles, eliminara las emisiones de CO2 que produce su casa, ¿Qué ocurriría? Seguiría siendo insuficiente para contrarrestar la contaminación de CO2 producida por el resto del mundo, ya que 65% de la contaminación de dióxido de carbono viene de los países en desarrollo. Poco importa cuando haga una mitad del mundo por enmendar sus actos, si el resto del mundo no sigue sus pasos, la Tierra seguirá en peligro.
COP21 | Francia
Los negocios son lo primero
De acuerdo con el Instituto de Recursos Mundiales (WRI), esa estimación de entre 65% y 57% incluye a China e India. China es el país del mundo que más gases de efecto invernadero produce. En segundo lugar, no muy por debajo de China, se encuentra Estados Unidos, seguida de la Unión Europea. No obstante, ni la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) ni el WRI hacen distinción entre las emisiones corporativas nacionales y transnacionales, como aquellas producto de la extracción de petróleo fósil en países en desarrollo cuya sede se encuentra en Estados unidos.
El concepto «los negocios son lo primero» lo extendió el presente de Sierra Club Michael Brune hace un día en la COP21. Tras felicitar a Estados Unidos por reducir el gas de efecto invernadero (GEI) en 200 millones de toneladas desde 2007 hasta el 2014, Brune habló sobre la posibilidad de cambiar el carbón por otro recurso. En una curiosa directiva para la organización conocida por la preservación de los bosques y por escalar montaás, cuyo sloga es «explora, disfruta y protege el planeta», Brune declaró que para el cambio de recurso energético es esencial tener en cuenta dos cosas: 1) «¿Qué es lo siguiente después del carbón? Tenemos que asegurarnos de que las energías renovables sucedan al carbón. 2) Además, tenemos que cerciorarnos de que este cambio no disminuye los puestos de trabajo.
El lenguaje L&D
El plan L&D (en inglés, Loss and Damage) se incorporó de manera oficial en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) durante la COP19 de 2013 que tuvo en Varsovia. De acuerdo con la UNFCCC, «el objetivo del plan L%D es tratar la pérdida y el deterioro asociados al impacto del cambio climático, incluidos los desastres naturales (como huracanes, olas de calor, etc.) y retrasar los venideros (como la desertificación, el aumento del nivel del mar, la acidificación del océano, etc.) en los países en desarrollo que son particularmente vulnerables a las adversidades del cambio climático.
Además de la «mitigación» y «adaptación», la pérdida y el deterioro es el tercer concepto incluido en las negociaciones sobre el clima para paliar los efectos del cambio climático que no se pueden rectificar o cambiar, como las muertes de humanos y animales y el deterioro de hábitats a la espera de una solución. Loss and Damage ha efectado de manera desigual a los pequeños Estados insulares en desarrollo (SIDS) y a los países menos desarrollados (LDCs) quienes, debido a su escasa o inexistente actividad industrial, han contribuido poco o nada al cambio climático. Kerry afirma que los 650 dólares procedentes de donaciones del sector privado serán destinados a los proyectos cuando se presente la oportunidad y no a Loss & Damage, cuya financiación no esta sujeta a condiciones.
Michael Dorsey, cofundador y miembro de la junta de Islands First, una organización no lucrativa que contribuye al desarrollo de los pequeños Estados insulares, que se burla de «dejar una nota para impulsar la generación de dentro de 20 años» «La gente pobre, por definición, no tiene crédito».
Dorsey afirma que «a nadie le inquieta seriamente el acceso de bajo coste a la energía solar sino el abastecimiento a los clientes ricos. El debate sobre energía en la junta es insuficiente. La mayoría no se involucra absolutamente en acabar con el monopolio de la energías renovables».
El lenguaje Loss and Damage ha perdido importancia en el borrador de COP21 que se publicó el jueves por la noche, supuestamente, debido a que Estados Unidos y otros países se eximieron de cualquier tipo de implicación o responsabilidad sobre el cambio climático.
En su discurso, Kerry dijo, sin mucha convicción, que el aumento límite de 2 grados reflejado en el borrador del 10 de diciembre supondría un mínimo indispensable o incluso insuficiente, de acuerdo con varios expertos. «Una de las cosas que esperamos conseguir y que hace de Paris un evento tan importante no es irnos de aquí sabiendo que lo único que haremos será acabar alcanzando ese límite de 2 grados, sino mandar al mercado un comunicado especial. No obstante, parece ser que nadie es culpable del cambio climático; es como si todos, desde Noami Klein hasta el Papa, no citaran la implacable búsqueda de beneficios y no contribuyeran y causaran también la destrucción del medioambiente.
Translated from Waiting for Godot: U.S. Conceit at Climate Talks