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Eslovaquia: la joven que denunció al Gobierno

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En pocos años de carrera lo ha visto todo: el clientelismo, el juego de intereses y la corrupción. Al poco de comenzar a trabajar en el Ministerio eslovaco de Asuntos Exteriores, Zuzana Hlávková decide sacar a la luz un escándalo público relacionado con la presidencia europea de Eslovaquia. Esta es la historia de una ciudadana valiente que se opuso a todo un Gobierno. 

"He destapado un escándalo nacional, ¿quién lo habría pensado? No soy una heroína. Todos podemos llegar a ser denunciantes, por muy normales y corrientes que seamos. Lo único que elegí fue no vivir una vida a medias", cuenta Zuzana Hlávková con voz baja pero decidida. Es modesta, pero en realidad, en su país, Eslovaquia, se ha convertido en un símbolo tras haber denuciado las prácticas de clientelismo y el desvío de dinero público dentro del Ministerio de Asuntos Exteriores durante el período de la presidencia europea eslovaca, de julio a diciembre de 2016. Con la ayuda de la organización Transparencia Internacional, ahora su misión es hacer comprender a la gente la importancia de los denunciantes en la sociedad.

Eslovaquia es el segundo país más corrupto de Europa, junto con Ucrania, según el índice del Foro Económico Mundial. La tabla de clasificación se apoya en la respuesta a tres preguntas fundamentales: ¿Con qué asiduidad se desvían fondos públicos hacia empresas, individuos o grupos? ¿Cómo de éticos son los políticos de tu país? ¿Realizan las empresas pagos extra en negro o sobornos? El caso de Zuzana Hlávková puede parecer un ejemplo insignificante comparado con fenómenos como los recientes Papeles del Paraíso. Sin embargo, es la clara muestra de cómo la corrupción está en todos los niveles, de ahí la importancia de denunciarla. Incluso por un ciudadano de a pie. 

Que Eslovaquia sea grande otra vez

Estamos en Leipzig, Alemania, y Zuzana acaba de hablar de su experiencia en una conferencia organizada por el Centro Europeo para la Libertad de Prensa y Medios de Comunicación, que también es una escuela de periodismo. Esta joven de 27 años ha estado viajando por Europa este último año, desde que se convirtió en denunciante, "para conocer gente que ha sido testigo de corrupción como yo, pero en otros países". Respira hondo, se acomoda el cabello castaño y dice "¿Tomamos un té? La historia es un poco larga...". Todo comienza en julio de 2015, cuando Hlávková se incorpora al equipo del Ministerio de Asuntos Exteriores como experta en eventos culturales durante la presidencia eslovaca en el Consejo Europeo.

Eslovaquia se convirtió en miembro de la Unión Europea el 1 de mayo de 2004, después de cuatro años de negociaciones para la adhesión, y no adoptó el euro como moneda única hasta 2009. Forma parte de los únicos cinco países ex soviéticos miembros de la UE (junto con Eslovenia, Estonia, Letonia y Lituania). Hoy en día, Eslovaquia es una república democrática con un sistema parlamentario multipartidista cuyas últimas elecciones presidenciales se celebraron en 2014. Su presidente, Andrej Kiska es un europeísta convencido que utilizó la carta de la importancia del papel de Eslovaquia en la UE durante su campaña electoral. Y es él quien gobernó durante el semestre de la presidencia europea.

"Estudié gestión cultural en la Universidad de St. Andrews en Escocia, y tras vivir varios años en Inglaterra, México, España y Chipre, lo que quería era regresar y ayudar a mejorar la imagen de mi país. Por eso pensé: ¿Qué mejor oportunidad que participar en la preparación de la presidencia europea?", explica la joven. Ocuparse de las actividades de promoción o el lanzamiento del logotipo de la presidencia de la UE fueron algunas de sus tareas principales. "Durante los primeros meses, la atmósfera fue muy estimulante. Éramos unas 10 personas y nos veíamos regularmente, por lo que hablábamos sin pelos en la lengua". El punto de no retorno, después del cual todo cambió, fue la llegada de un nuevo consultor de comunicación.

En otoño de 2015, una figura desconocida comenzaba a asistir regularmente al Ministerio: Zuzana Ťapáková, la Directora de una TV eslovaca privada. "La presentaron como asesora de medios y siempre estaba de reunión con las altas esferas del Ministerio", afirma Hlávková. Empezamos a sentir una extraña presión cuando por orden suya nos vimos obligados a cambiar sustancialmente los proyectos originales para los eventos, los cuales contaban siempre con un presupuesto muy inflado. Las iniciativas que en un principio eran de bajo coste, se convirtieron en eventos espectaculares y de naturaleza totalmente comercial. En particular, llamaron la atención dos conciertos de apertura de la presidencia europea, cuyo coste inicial rondaba los los 63,800 euros. Tras la llegada de la nueva consultora, el presupuesto se disparó a cientos de miles de euros". La experta en comunicación también propuso una ceremonia de presentación del logotipo de la presidencia, que resultó ser muy cara. "Un evento que parecía más una pasarela que un asunto de interés nacional".

Zuzana se pone muy nerviosa recordando el episodio del logotipo, se ve que todavía arde en su memoria. "Todo el equipo se oponía. Habíamos acordado que para el lanzamiento de un logotipo bastaba una simple conferencia de prensa, ¡no una gran fiesta financiada con el dinero público!". Después de las vacaciones de Navidad, Zuzana Hlávková vuelve al trabajo, esperando que todo lo anterior no hubiera sido más que un error, pero no fue así. "Para el lanzamiento del logotipo ya se había elegido, sin ningún tipo de justificación, tres organismos, y entre ellos estaba Evka, la agencia de Ťapáková. Según el anuncio, la agencia ganadora tenía que respetar un presupuesto de 162 mil euros, todo incluido. No solo Evka fue seleccionada automáticamente, sino que el día del evento nos enteramos de que las actuaciones, el alquiler del teatro y los permisos se sumaron a los gastos adicionales que pagó el Ministerio".

Faltaba una semana para el evento y no había tiempo para oponerse, ni para organizarse bien en realidad. "Las sillas solo las ocuparon gente del Ministerio porque el resto del teatro estaba vacío y a los empleados se nos obligó a hacer de anfitriones gratuitamente. ¿Dónde está la seriedad de una presidencia europea? ¿Por qué se eligió esa empresa?". Zuzana no fue al lanzamiento del logotipo esa noche, y en ese mismo momento tomó la decisión que cambió su vida.

"Permanecer siempre fiel a uno mismo"

"Normalmente - explica Zuzana - los contratos públicos en Eslovaquia están sujetos a una oferta abierta. En el caso del logotipo de la presidencia de la UE, se hizo una excepción con una agencia preseleccionada sin oposición. Las irregularidades perturbaron tanto a la joven organizadora de eventos que la llevaron a renunciar a su trabajo. La última medida desesperada fue una larga carta abierta al Ministro de Asuntos Exteriores, Miroslav Lajčák. "¿Su respuesta? Según él, algo pasó con la ceremonia del logotipo, pero nada ilegal a fin de cuentas, o eso me dijo cuando me recibió en su oficina. Fue un encuentro extraño, como si quisiese destacar que mis intenciones son muy nobles, pero que así es como funcionan las cosas. El Ministro también me ofreció que eligiera el puesto que quisiera dentro de las instituciones", explica. 

El té se ha quedado frío, pero estamos tan inmersas en el diálogo que seguimos bebiendo sin darle importancia. "Salí de esa reunión realmente desesperada, sentía que todo era inútil, incluso ir a la policía, porque lamentablemente no pueden intervenir en tales casos. Era hora de dejarlo pasar y pensar en mi vida, pero estaba tan enfadada y frustrada... No podía renunciar a todos mis principios". 

Tres niveles de denuncias

No siempre es inútil tratar de denunciar internamente las actividades ilícitas de una empresa o de una institución. Si existen las herramientas para hacerlo, incluso puede ser más eficaz que un anuncio público. Flutura Kusari es abogada del Centro Europeo para la Libertad de Prensa y de los Medios de Comunicación de Leipzig y experta en denuncias. Ella también asiste a la misma conferencia, y antes de hablar con Zuzana, destaca que es importante explicar bien los tres tipos de denuncia que existen. "Están los denunciantes internos, que son aquellas personas que denuncian irregularidades en su empresas. Por ejemplo, un trabajador que le dice a su director que un caso de corrupción está ocurriendo en las esferas inferiores de la jerarquía. El segundo tipo es el externo, que se centra en una persona que se dirige a la policía para denunciar una irregularidad en el sistema. El tercer nivel es hacer la denuncia pública". 

Según las normas del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, cada denunciante debe cumplir con este procedimiento para estar legalmente protegido. En primer lugar, debe tratar de resolver las cosas dentro de su empresa, después con la policía y, solo al final y si nada ha funcionado, hacer la denuncia públicamente. "Hay algunos casos especiales en los que se pueden saltar los niveles -especifica Flutura Kusari- por ejemplo, cuando no hay ningún procedimiento para poder notificarle a la compañía que existe un caso de corrupción. Yo, como abogada, nunca recomiendo pasar inmediatamente a los medios de comunicación. Nunca. Porque las consecuencias son graves y puedes acabar arrepintiéndote". 

Zuzana Hlávková razonó durante días y pensó en todas las represalias posibles. Lloró, se desahogó con sus amigos más cercanos y habló con sus colegas más comprensivos. Finalmente lo decidió. "Estaba dispuesta a denunciar las irregularidades que había presenciado. Digo la verdad, no me sentí una denunciante como tal, sino una simple ciudadana que se cansó de ver la corrupción y el silencio".

Una vida en alerta

La tormenta comienza en el momento en que el escándalo de la presidencia eslovaca sale a la luz. Zuzana decide confiar en la ONG Transparency International, que durante años es la encargada de defender a los denunciantes en el momento posterior a la denuncia y de acompañarlos legalmente y en su comunicación con los medios, que a veces distorsionan los hechos o no respetan las fuentes. "Cuando te conviertes en denunciante la gente empieza a reconocerte por la calle, sabe quién eres, conocen tu historia. He intentado por todos los medios salvaguardar mi espacio privado. No quiero ser una estrella. Pero ciertamente perdí mi anonimato. La red de Transparencia fue útil para no sentirme sola nunca. Fui personalmente a la oficina de esta organización en Eslovaquia e inmediatamente se hicieron cargo de mi caso. Pusieron a mi disposición un abogado y una red de protección. A cambio, digamos, tienes que convertir tu historia en un ejemplo para los demás". Zuzana también escribe un blog ubicado a la web de Transparencia Internacional, en el que sube documentos, detalles de lo que ha visto y consejos para aquellos que tienen algo que denunciar y aún no han encontrado el coraje para hacerlo.

El problema al que se enfrenta un denunciante no solo es de notoriedad, sino también de ataques. El clima inmediatamente se puso tenso en el país, el primer ministro Robert Fico calificó de "sucias prostitutas anti Eslovaquia" a las periodistas que simplemente le pidieron aclaraciones después de las acusaciones de Hlávková. "El Gobierno intentó cubrir mis quejas diciendo que como consultora junior no podía saber todas esas cosas. Lo negaron todo públicamente y me tildaron de mentirosa", cuenta Zuzana.

Pero el apoyo de la sociedad civil a favor de ella fue inmediatamente evidente. "Miles de personas firmaron una petición para apoyarme, y saber que ayudé a desatar tal indignación me ha dado la motivación para continuar denunciando los abusos del poder".

Anna Meyers, la directora de la Red Internacional de Denunciantes, organización que se ha convertido en un archivo para todos los grandes casos de denuncias que conocemos hoy (desde los papeles de Panamá hasta LuxLeaks, así como casos más pequeños, y menos conocidos como el de Zuzana) está convencida de lo que las cifras ya indican: "Los denunciantes garantizan la democracia de un país (...) Los denunciantes sacan a la luz el 40 % de los casos de corrupción. Esclarecen noticias que no esperamos, que pueden asombrarnos. Sobre la corrupción, los derechos humanos denegados. A veces son también parte de la solución porque son las personas más informadas sobre lo que está sucediendo en una empresa o en una institución. Podemos decir que son como los guardianes de la democracia. Hay que estar muy abiertos a lo que los denunciantes nos están diciendo, no pueden hacerlo todo por sí mismos, también hace falta una audiencia dispuesta a escuchar".

"Lo volvería a hacer mil veces más"

La corrupción es un tema clave para los votantes en Eslovaquia, pero ningún político de alto nivel ha sido perseguido con éxito por la justicia. Un informe de Transparency International muestra que los ciudadanos eslovacos son los menos propensos a denunciar casos de corrupción en toda Europa. Tal vez por una falta de esperanza de que algo pueda cambiar, el 41 % de la población eslovaca piensa que un ciudadano de a pie no puede hacer nada en contra de la corrupción..

Sin embargo, el escándalo de la presidencia eslovaca de la UE ha movido algo. Tras la denuncia de Zuzana, se abrió una investigación judicial contra la Supreme Audit Office, la oficina de competencia pública del país. Y el Ministro de Relaciones Exteriores Lajčák también fue llamado a responder por las acusaciones de corrupción.

Lo que está haciendo Zuzana Hlávková es un ejemplo de una joven generación eslovaca comprometida, que lucha contra con el clientelismo y que reacciona ante la corrupción política. Fuera de la escuela de periodismo en Leipzig hay una hermosa puesta de sol y Zuzana se relaja un poco al final de nuestra charla: "Ya no puedo trabajar en el Ministerio de Asuntos Exteriores, que era mi sueño. Pero volvería a elegir ser denunciante mil veces más. No hace falta ser un superhéroe o tener más coraje que otros. Hace falta un sentido cívico fuerte".

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Translated from Corruzione in Slovacchia, storia di una lanciatrice d'allerta