Escraches al PP y censura informativa en España
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Salvo algunos comentarios en Twitter, el despido del presentador de televisión Hilario Pino ha pasado bastante desapercibido en la sociedad española. Se sospecha que la causa fue la publicación del vídeo del escrache que Soraya Sáenz de Santamaría sufrió en Lima. De ser así, estaríamos ante un nuevo atentado contra la libertad de expresión por parte del PP.
Domingo 20 de julio. La vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, baja de su coche frente a la sede de ACS en Lima (Perú)donde le esperaba un risueño Florentino Pérez. Él y un grupo de manifestantes de la Marea Granate Perú, organización formada por los exiliados económicos del Estado español. La cara de sorpresa -y asco- de la vicepresidenta fue mayúscula, como se puede observar en el vídeo difundido por la propia Marea. Un escrache en el otro lado del mundo. Y con lo que ella odia los escraches. Sin las medidas de seguridad que la acompañan a cada rincón de España y con una policía mucho más permisiva que la española, la vicepresidenta pudo escuchar nítidamente los silbidos y gritos de "vete para España", "sinvergüenza", "corrupta", "ladrona", "Carlos libertad" o varias recriminaciones sobre el elevado desempleo que sufre el país o el desmantelamiento del estado del bienestar por parte de su gobierno.
Una protesta sorpresa que resultó ser muy efectiva, mucho más de lo que los propios miembros de Marea Granate esperaban. "Conseguimos el dato de que esa noche cenaban en la casa del embajador y en la asamblea decidimos realizar una acción", explican desde la organización. Sin embargo, mientras realizaban los preparativos se fueron enterando de más datos de la agenda de Sáenz de Santamaría. De hecho, el vídeo que recibió tantas visitas es del acto organizado por la mañana ante la sede de ACS, empresa ganadora de la licitación de la línea 2 del Metro de Lima. "La acción fuerte era la cena en la embajada", informan. Pero la vicepresidenta ya estaba preparada y entró por la puerta trasera a la casa del embajador, haciendo inútil la convocatoria principal que había conseguido reunir a medio centenar de personas.
Marea Granate Lima no se dio por vencida. Días antes y de pura casualidad, se enteraron de dónde se alojaba la vicepresidenta, así que varios integrantes de la plataforma fueron a esperarla a la puerta de su hotel. "No se lo esperaba, entró corriendo. Lo divertido es que el ascensor no llegaba y tuvo que escuchar los gritos durante unos minutos", sostiene, divertida, una integrante de la Marea. En total, tres escraches, dos de ellos realizados con éxito. Y lo curioso es que el vídeo del primero, grabado "con la peor cámara que teníamos" y sin el montaje final que tenían pensado, fue el que tuvo la gran repercusión.
Escrache a Soraya Sáenz de Santamaría en Lima - Marea Granate Perú.
Despido de Hilario Pino
Un día después, en la edición de Noticias Cuatro 20h, el presentador y editor de los informativos, Hilario Pino, da paso al vídeo del escrache a Soraya Sáenz de Santamaría en Lima. Y cuatro días más tarde, Mediaset anunciaba la marcha de Hilario Pino de la cadena tras 15 años en el grupo y a su nuevo reemplazo, Miguel Ángel Oliver.
El comunicado de Mediaset era breve: "Hilario Pino emprende desde hoy una nueva etapa profesional fuera de Mediaset España, en cuyos Informativos ha desempeñado una brillante labor como presentador y editor, primero en Informativos Telecinco y después en Noticias Cuatro, a lo largo de casi 15 años".
No obstante, tras el comunicado, se filtra en Internet la noticia de que Hilario Pino fue despedido a causa del famoso vídeo. Al parecer, a la vicepresidenta del Gobierno no le gustó salir en los informativos siendo abucheada y decidió llamar a la cadena exigiendo explicaciones. Marea Granate no sabe si esa fue la excusa para echar a un periodista que no caía muy bien a las altas esferas de la cadena pero insisten en que "la llamada existió". "Crea un precedente muy negativo porque ahora el periodista se lo va a pensar antes de publicar algo, es un atentado contra la libertad de expresión", opina un miembro de la organización, aunque matiza: "tampoco es 'pobre Hilario', sino la injerencia en la prensa por parte del Gobierno".
Los empresarios dueños de la prensa "libre" y los políticos tienen intereses comunes. Los políticos lo saben, como saben que dependen de los medios para mantenerse en el poder. De ahí que muchas noticias no salgan en los medios o se tergiversen. "Están normalizando una situación que no es normal", opinan desde la Marea. "Ningún medio masivo ha explicado el problema del voto rogado de los exiliados", se queja otro miembro del colectivo. En este sentido, la organización denunció que solo 158 personas consiguieron votar desde Perú en las pasadas elecciones europeas mientras que a principios de este año había cerca de 20.000 españoles residiendo en el Perú, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).