Escándalos reales: monarcas que no se comportan
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Beatriz Garrido PonceEn la UE, siete monarquías constitucionales sobreviven a oleadas de republicanismo, permaneciendo como cabezas del sistema dirigente. Pero, como muchos políticos vienen demostrando en los últimos tiempos, los que están al cargo no siempre siguen las reglas que ellos mismos establecen. Un título real no equivale a un comportamiento regio. Veamos qué monarquías se están portando mal.
A pesar de existir ciertos ejemplos positivos, tales como el caso del Rey Juan Carlos, pieza fundamental en la creación de la democracia en España, que la monarquía se meta en política no está bien visto hoy en día. Sin embargo, en el Reino Unido, el príncipe Carlos ha sido acusado frecuentemente de interferir, y el diario The Guardian se sumó una victoria al declararse ilegal el veto que impedía que se publicasen las cartas del príncipe a miembros del Parlamento, una campaña que aún continua. Parece increíble, pero su publicación se había rechazado anteriormente con la excusa de que podría crear dudas acerca de la neutralidad política del príncipe, y por lo tanto dañar su futuro papel como rey.
No obstante, a lo largo de los años, ha sido la vida personal y no las intrigas políticas lo que les ha reportado mala prensa. Recientemente, el príncipe Guillermo y Carlos tomaron partido en la lucha contra la caza ilegal, haciendo un encarecido llamamiento por la protección de animales en todo el mundo. Quizás hubiera resultado más genuino si el príncipe Guillermo no hubiera estado en España, persiguiendo y disparando contra jabalíes, tan solo 24 horas antes. Lo que resulta aún más interesante es el hecho de que el llamamiento afecta directamente al Rey de España, cuyas escapadas a Botsuana para cazar elefantes le han hecho perder su posición como presidente honorario de WWF Adena en España.
Robar para dárselo a los ricos
Inmersa en un jucio por corrupción que aún continúa, su hija, la infanta Cristina, se ha convertido recientemente en el primer miembro de la la familia real en ser interrogada por un tribunal. Se acusa a su marido de usar organizaciones sin ánimo de lucro, de las cuales era presidente, para estafar a los ayuntamientos de Valencia y las Islas Baleares para beneficio propio. Se alega que la pareja usó después este dinero para pagar desde facturas de la casa hasta el remodelado de su residencia, en la cual gastaron un total de nueve millones de euros. En noviembre del año pasado fue incautada como parte de una fianza civil destinada a pagar por sus costas judiciales.
Aunque este caso de corrupción es especialmente sangrante, dadas las inmensas deudas y la elevada tasa de paro en el país, que asciende ya a un 30%, es importante recordar que la familia real española es la menos costosa de las monarquías europeas. Tras varios años de recortes, han acabado con un presupuesto de 7,78 millones de euros para 2014. Una cantidad pobre si se compara con su contraparte británica, quienes disfrutan de 37,9 millones de libras para el mismo periodo, proporcionadas por los contribuyentes. Peor aún resulta más humilde si la comparamos con Holanda, cuya casa real recibe cuatro veces más dinero y cuenta con una población dos tercios más pequeña que la española
Aún más llamativo resulta un reciente informe parlamentario que subraya lo mediocre que es la familia real británica a la hora de manejar sus finanzas. El informe llega a la conclusión de que la corona "necesita entender la importancia de cómo abordar los retrasos en mantenimiento de propiedad". También afirma que "existe espacio para que la familia real genere más ingresos y reduzca los costes". No es sorprendente teniendo en cuenta que solo un puñado de las 775 habitaciones del Palacio de Buckingham están abiertas al público, y solo durante dos meses al año. Es más, el gasto excesivo del año pasado condujo a que tuvieran que echar mano a sus reservas de dinero, dejándolos con un mínimo histórico de un millón de libras.
Políticas Agrícolas que financian Palacios
Notablemente, el dinero que financia estos estilos de vida reales no solo proviene de los ciudadanos. Encontramos, por ejemplo, el voluminoso fondo de la Unión Europea dedicado a la Política Agrícola Común (PAC), que se lleva hasta el 40% del presupuesto total de la UE. Aparte de España, Reino Unido es el país con la distribución de terreno menos equitativa: un 70% está ocupado por solo un 0,28% de la población, y una familia promedio británica contribuye con 245 libras al año al PAC.
En 2012, una solicitud de libertad de información emitida por la revista política New Stateman puso al descubierto que, entre los destinatarios de este plan se encontraba el Duque de Westminster, quien, en 2012, se sumó 748.716 libras a sus 7'4 millones de patrimonio. En el mismo año, la reina recibió 415.817 libras, y el duque de Lancaster se embolsó unas 314.811. A esto hay que añadir que, hasta que una reforma planeada para 2015 no tenga lugar, no hay necesidad de que los propietarios realicen ninguna actividad agrícola para recibir beneficios. Cuanto más tienen, más reciben. A pesar de una propuesta de la Comisión Europea para limitar en 300.000 euros el subsidio total que cualquier agricultor pueda recibir, la oposición por parte de grupos de presión hizo que tal medida no entrase en la ley de reforma final.
Evidentemente, nada de lo anterior supone buena prensa, e historicamente la tendencia es que la gente necesita algún tipo de delito activo por parte de sus monarcas para que surja en ellos un deseo de destronarlos. Sin embargo, parece que la indignación no está lo suficientemente extendida como para que pueda esperarse ninguna clase de revolución republicana en un futuro próximo. De hecho, el reciente Jubileo de Diamante de la Reina Isabel II, sumado al furor del año pasado producido por el recién llegado "bebé real" ha llevado a que se registren las opiniones más favorables con respecto a la familia real británica jamás registradas. Alrededor de dos tercios cree que el país está mejor como monarquía, y solo un 17% preferiría una república. Esto se suma a la confianza existente en la longevidad futura de la institución. Solo un 14% de la población cree que la monarquía será abolida para el 2070 (curiosamente, la misma encuesta de YouGov muestra que un 15% cree que habremos establecido contacto con vida extraterreste para entonces).
A pesar de delitos y escándalos, no son peores que nuestros líderes electos, implicados en delitos de corrupción, abuso sexual y malversación de fondos públicos que han afectado a muchos parlamentos europeos en tiempos recientes. Es bastante más inquietante que no podamos elegir a los monarcas que se llenan los bolsillos con nuestro dinero. Aunque, a corto plazo, no podamos votar para destituirlos, su situación podría volverse más precaria a la larga.
La familia real británica disfruta de un día en una granja de serpientes, en 1947.
Translated from Royal Rumble: EU Monarchs behaving badly