Erri De Luca: "Si mi opinión es un delito, seguiré cometiéndolo"
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Ana MazzaEs uno de los autores italianos más conocidos en el extranjero. En la actualidad se enfrenta a un proceso judicial por haberse pronunciado en contra de la construcción del Tren de Alta Velovidad (TVG por sus siglas en francés), describiéndola como una obra que se debe 'sabotear'. Cafébabel habla con Erri De Luca, que carga sus últimos cartuchos.
Al hablar con Erri De Luca no existe la palabra 'pero'. El proceso judicial se inició el 28 de enero, un día en el que Erri estaba rodeado de carteles que se parecían a aquellos que aparecieron en la Plaza de la República en París hace apenas un mes. Si allí todos éramos Charlie, ahora le ha llegado el momento a Erri. "Je suis Erri", proclama en el tribunal un grupo contrario a este proyecto. Y Erri, sentado unas sillas más adelante, dice: "Soy un escritor, no creo que pueda provocar a las personas si no es para leer o escribir".
El 21 de febrero las calles de Turín fueron invadidas por los activistas del movimiento 'NO TAV'. Pocos días antes de la audiencia de De Luca, 47 activistas fueron condenados a cumplir una pena de 140 años. Se concluyó así el proceso a raíz de los enfrentamientos de 2011 en el Valle de Susa. Pregunto a Erri si, de esos 47, conoce a alguien. Él se acuerda muy bien del barbero de Bussoleno: "Le cayeron 3 años por haber golpeado a varios policías con unas piedras tiradas desde una distancia de 57 metros. ¿Te das cuenta? ¡Estamos hablando de una distancia olímpica, habría merecido el oro!".
Pues sí, Erri De Luca conoce muy bien la comunidad del Valle de Susa, desde hace casi diez años cuando en 2005, me dice, un campamento fue atacado y destruido. "Esa cicatriz despertó mi conciencia de ciudadano. Desde ese momento decidí participar activamente en la causa 'NO TAV', un compromiso que se convirtió en un libro con la publicación en 2013 de Nemico pubblico. Oltre il tunnel dei media: una storia No Tav (Enemigo público. Más allá del túnel de los medios: una historia No Tav) escrito con Wu Ming, Ascanio Celestini y la periodista Chiara Sasso.
El juicio a las ideas
Al escritor se le acusa de un delito de instigación. "Bueno, deberán demostrar que entre instigación y hecho consumado hay una relación directa. Yo me tengo que defender y rechazar las acusaciones de instigación porque se trata de una imputación basada solamente en las palabras. ¿Quién ha cometido un delito inspirándose en mis palabras? ¿Quién fue instigado? ¿Dónde están los nombres?... Seguramente se trata de una situación singular que no me impide, sin embargo, seguir siendo un ciudadano consciente".
Entre lo que está sucediendo a Erri de Luca y lo que ocurrió en París el 7 de enero no existe ni siquiera comparación. En eso coincidimos los dos. Sin embargo, surge de forma espontánea el preguntarse dónde está la solidaridad frente a la libertad de expresión, dónde están los carteles y las colas frente al vendedor de periódicos para acaparar (más que comprar) una copia de Charlie Hebdo y, si estamos dispuestos a condenar a un escritor por sus ideas. Para De Luca la respuesta es clara: "En nuestro país quien aplaude las decisiones del poder está siempre bien visto. Las voces en contra tienen una vida difícil". Sin embargo, pese a las dificultades, De Luca no ha pensado ni siquiera por un instante en cambiar sus declaraciones. Al contrario, sus palabras se grabaron negro sobre blanco en un breve panfleto escrito para reivindicar su posición.
Desde el comienzo del proceso judicial muchos han recordado el pasado militante del escritor; los años de plomo y las alusiones de los intelectuales a ese período. De alguna manera, también han intentado desacreditar a De Luca, tachándolo de ex miembro de Lotta Continua (Lucha Continua) - una organización de extrema izquierda fundada en 1969 y disuelta en 1976 - y vinculándolo por eso a las acciones "violentas" del movimiento No Tav. Nada más erróneo. "Estos argumentos no tienen nada que ver con el proceso. En esos años - los años 70 de la lucha armada - no hice nada. Sé que hay quienes hablan de eso y es un error porque en este caso son mis palabras las que actuan como armas, nada más". En definitiva, Italia ha perdido la enésima ocasión para mostrarse más genuina y menos hipócrita.
"Soy un reincidente y estoy orgulloso de serlo"
El escritor ha denominado este proceso como un verdadero premio. Quizás el único que merece la pena recibir, pienso mientras escucho sus palabras por teléfono. "Sabes, los premios no me interesan. No quiero recibirlos y por eso ni siquiera participo. Pero esto sí lo considero como un reconocimiento". Entonces me vuelven a la mente las palabras que pronunció poco antes: "Si mi opinión es un delito, seguiré cometiéndolo".
Mientras tanto, la justicia sigue su curso y el 16 de marzo Erri estuvo de nuevo en Turín en la sala 46 del Palacio de Justicia. Allí testimoniaron también los dirigentes de la Ltf: la sociedad francesa encargada de realizar la línea entre Turín y Lyon y la primera en acusar a De Luca en 2013 como responsable indirecto de los saboteos. "Sabes - me dice al final de la conversación - soy un reincidente y estoy orgulloso de serlo". Por el momento el proceso sigue allí, en aquella sala del Tribunal de Turín. El mejor premio literario, repito en mi mente. Y seguramente, como dicen los 'NO TAV', a sarà düra (habrá que ser fuertes).
Translated from Erri De Luca: «Se la mia opinione è un reato, continuerò a commetterlo»