Energías limpias, negocios sucios: la mafia descubre la economía verde
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Carla ManzanasLas tentáculos de la mafia internacional hace ya tiempo que abrazaron los nuevos y más rentables negocios del medio ambiente. Si hasta hace pocos años los únicos crímenes ecológicos eran la eliminación de residuos tóxicos y la urbanización salvaje, hoy se extienden a los sectores emergentes de la economía verde.
La vieja mafia de los Corleone, la cinematográfica, la que sacaba dinero sólo del juego, la prostitución o el tráfico de drogas, está ya más que muerta. El pasado 14 de septiembre, la sección anti-mafia de la policía italiana confiscó otro millón y medio de euros entre torres eólicas, bienes inmuebles y de lujo, al empresario siciliano Vito Nicastri, conocido como el “Rey del Viento”. Nicastri (vecino del fugitivo mafioso Matteo Messina Denaro, según la policía) habría realizado numerosas instalaciones eólicas en la isla con el objetivo de reciclar dinero y obtener financiación europea. Los negocios sucios ligados a la construcción de enormes instalaciones solares y eólicas no sólo involucran el sur de Italia. Se han dado investigaciones muy similares en las que se han visto implicadas las islas Canarias, Córcega, Rumanía y Bulgaria.
El pasado abril, según una investigación del diario El Mundo, la policía española identificó una serie de instalaciones solares en Andalucía y en Castilla-La Mancha, capaces, según sus propietarios, de producir electricidad durante las horas de oscuridad. Sin embargo, las indagaciones policiales descubrieron una realidad muy diferente. La única energía producida por las instalaciones provenía de una serie de generadores diesel muy poco sostenibles. Pero eso no ha impedido a los propietarios de los milagrosos paneles obtener mucho dinero europeo.
La Europol denuncia en su informe la necesidad de concentrar la atención en el sector energético, sobre todo en las energías renovables. El documento describe las posibles consecuencias de infiltraciones criminales en la energía, considerada por ellos una inversión segura a largo plazo. ¿Cuál es el escenario planificado por Bruselas? El ambicioso plan 20-20-20. Según los acuerdos firmados en diciembre de 2008, todos los países de la UE se deberán esforzar para reducir en un 20% las emisiones de CO2, aumentar la propia eficiencia energética un 20% y producir energía eléctrica a través de fuentes renovables en un 20%; fecha límite: 2020. Durante los últimos años, Bruselas ha subvencionado el plan con 5 mil millones de euros anuales invertidos. Una buena inyección para los propietarios de instalaciones eólicas y solares.
El ambicioso plan 20-20-20, siempre según el informe de Europol, debió hacer las cuentas con una evidente escasez legislativa, ya que permitió a la criminalidad organizada infiltrarse en el sector con capital ilícito: «Nuestro mundo está caracterizado por la ausencia de una reglamentación eficaz en los sectores energético y financiero, y de una marcada tendencia a la auto-reglamentación. Y esta última ha servido para ocultar las actividades de la criminalidad organizada, que en este ambiente encuentra terreno fértil».
Y no es sólo la Europol quien denuncia la vulnerabilidad de la legislación europea. John Etherington, ex profesor de Ecología en la universidad de Gales y autor de “The Wind Farm Scam”, ha declarado en una entrevista al Telegraph que la causa es una escasa reglamentación europea: "Ha sido un problema de las leyes de la industria eólica al pedir una financiación complicada y poco transparente".
La confiscación de los bienes del “Señor del Viento” es un primer e importante paso, según Sebastiano Venneri, vicepresidente nacional de Legambiente: «Es urgente evitar que ocurra mismo que con el cemento y los residuos", afirma. "El sector de las renovables es un sector en riesgo no sólo en Italia, sino en toda Europa, especialmente en la península Ibérica. Necesitamos, por lo tanto, respuestas judiciales férreas y puntuales».
El peligro de una infiltración criminal en uno de los sectores más estratégicos para el futuro es, para Michele Curto, presidente de FLARE Network, un riesgo global: «Los episodios demuestran por enésima vez que no existen sectores en los que la mafia no pueda infiltrarse y que su difusión no conoce límites geográficos. Querría precisar, no obstante, que la criminalidad organizada no es sólo un problema italiano, sino que interesa a todos los países de la Unión Europea, y las recientes crónicas nos dicen que también otros países han tenido infiltraciones en este mercado. La confiscación de los bienes de Vito Nicastri es un excelente resultado, pero la oposición a las mafias debe ser también y sobre todo una batalla cultural, combatida desde abajo por todos los ciudadanos».
Fuentes: brightmag.org; flarenetwork.net
Foto: Eddi 07/flickr; Mr Boz/flickr; ShinyaFlickr/flickr
Translated from Energie pulite e affari sporchi: le mafie scoprono la green economy