En busca del tiempo perdido: La comunidad judía de Breslavia
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Melisa Laura DíazLa sinagoga de la Cigüeña Blanca en Breslavia fue la única sinagoga de la ciudad que sobrevivió al Holocausto. Restaurada en 2010 después de una renovación que duró una década, ahora funciona como centro cultural para la comunidad judía de la ciudad. Pero ¿sabe la gente realmente lo que sucedió aquí durante la guerra?
Antes de la Segunda Guerra Mundial, en Breslavia había dos sinagogas principales y muchas otras más pequeñas. Durante la Noche de los Cristales Rotos del 11 de noviembre de 1938, cuando los ciudadanos alemanes saquearon sistemáticamente edificios y negocios judíos, la sinagoga de la Cigüeña Blanca sufrió daños menores mientras que la Nueva Sinagoga se destruyó completamente. La Cigüeña Blanca se salvó gracias a estar cerca de otros edificios del centro de la ciudad. Breslavia, renombrada Breslau bajo la ocupación alemana, fue el último bastión de los nazis durante su retirada de las fuerzas aliadas. Su complejo pasado se refleja inevitablemente en su identidad presente.
A mediados de mayo, la sinagoga de la Cigüeña Blanca fue casi restaurada, y más que un templo, parecía más bien una galería vacía. Dentro, se desarrollaba una intensa preparación para un concierto. Personalmente nunca había estado en una sinagoga, por lo que miraba a mi alrededor con curiosidad cuando, de repente, una mujer me echó a empujones y me dijo que la entrada al edificio estaba prohibida. Luego suavizó su voz, y me invitó al concierto de niños que se celebraría dos horas más tarde (ya se les oía cantar tímidamente melodías en el interior). "Oh, es un concierto infantil… No tengo tiempo…", me dije rápidamente.
Capturar el miedo
Más tarde, mis pies me llevaron al Museo de la Ciudad de Breslavia, a una exposición de artistas judíos de los años 30. En esta época, marcada por la propaganda nazi cada vez más antisemita, los artistas judíos no podían continuar con su trabajo. Para muchos, la única opción era enseñar. Fue entonces cuando comenzaron las detenciones en masa. La exposición giraba en torno a Heinrich Tischler (1892-1938), pintor y arquitecto polaco. Alguien que observe cuidadosamente sus pinturas puede hacerse una idea de lo que significa la palabra "miedo". El pintor de otro lienzo, un bodegón con rosas de colores brillantes, murió en un campo de concentración. El destino de muchos de esos artistas seguía siendo confuso.
En 85 años, la primera exposición polaca de artistas judíos de Breslavia se realizó en el período de entreguerras y se centró en la obra de Heinrich Tischler. Después de la Noche de los Cristales Rotos, Tischler fue deportado al campo de concentración de Buchenwald. Posteriormente, fue liberado en 1938, pero murió un mes más tarde debido al trauma físico que sufrió allí. Pocos artistas judíos perseguidos en Europa por el régimen nazi lograron sobrevivir y salvar sus obras.
Mientras caminaba alrededor de los pasillos, y observaba el trabajo de Tischler y el de los otros artistas, mi decisión inicial de no ir al concierto dio paso a una peculiar determinación por asistir. Entonces se encendió un escenario elevado dentro de la sinagoga; una audiencia entusiasmada ocupaba solamente la mitad de la sala. La música me hizo permanecer en el banco hasta el final, escuchando las voces cristalinas de los niños. Expresaban una fe muy sincera en la bondad de la gente…
La comunidad judía de Breslavia
Actualmente, la presencia de la comunidad judía oficialmente registrada en Breslavia es de alrededor de 350 personas. Extraoficialmente, cuenta con alrededor de 2.000 personas, pero no todos quieren registrarse. Sólo unos pocos asisten a los oficios regularmente; la mayoría lo hace en festivos y celebraciones. En general, en Polonia, este tipo de comunidades son bastante pequeñas. Sin embargo, Breslavia ha incorporado un Distrito de Respeto Mutuo. En este barrio conviven una sinagoga, una iglesia protestante, una católica y una ortodoxa.
Para aprender más sobre la comunidad judía en la ciudad hablamos con Katarzyna Andersz, responsable de proyecto de la Fundación Bente Kahan, que se centra en diversas iniciativas relativas a estereotipos y que apoya la vida cultural de la comunidad judía local.
Después de la guerra, la sinagoga de la Cigüeña Blanca se utilizó, una vez más, por la población judía de la ciudad, que creció rápidamente entre 1945 y 1968. Durante la Guerra Fría, se convirtió en propiedad del Estado -hubo planes para convertir el edificio en una biblioteca o un salón de conciertos, pero según los representantes de la Fundación Bente Kahan "nadie hizo nada y sólo se deterioró, y a finales de los 80 se convirtió en ruinas". La Fundación comenzó una iniciativa para restaurar la sinagoga, y la misma reabrió en 2010.
Katarzyna menciona que en noviembre del año pasado, una efigie de una persona judía fue quemada en la plaza del mercado de Breslavia durante una manifestación anti-inmigrante liderada por una Facción Nacional-Radical y un grupo juvenil polaco. Se dice que generó muchas críticas por parte del alcalde de Breslavia y de activistas locales. Además, hace unos meses, un cuadro del alcalde Rafał Dutkiewicz de Breslavia usando una kipá (el alcalde visita sinagogas con frecuencia para acontecimientos públicos) fue quemado.
Precisamente estos ejemplos no son buenos, pero aún así, dice Katarzyna, "generalmente no hay violencia física, y de hecho hay mucha curiosidad sobre la cultura judía". Según ella, no se puede decir que entre la clase social más educada haya un mal comportamiento. Asimismo, agrega que hay actitudes generales contra los inmigrantes y las minorías en Polonia entre los partidarios de derecha y ultra-derecha, y que se les ha dado más voz con el nuevo Gobierno. Sin embargo, Katarzyna cuenta que mucha gente que ha descubierto sus raíces judías ahora se está uniendo a comunidades. ¿Pero cuánto recuerda realmente la gente de lo que sucedió aquí durante la guerra?
"La población de Breslau ya no vive aquí. La población judía fue eliminada casi totalmente. Aquellos que sobrevivieron no volvieron, porque las fronteras se movieron, y Breslau se convirtió en Breslavia. Muchas de las personas que se mudaron aquí después de 1945 y de las atrocidades de la guerra (incluyendo un gran grupo de judíos que fue liberado de los campos en la región de la Baja Silesia o que sobrevivieron a la guerra en la URSS), saben muy poco de la historia de la ciudad alemana y sobre su herencia. Era poco popular referirse a la historia alemana de Breslavia, porque por muchos años los polacos quisieron asegurarse de que se la tratara como una ciudad polaca".
Elocuentemente, Katarzyna agrega "las caricaturas de judíos contando dinero siguen siendo muy populares en Polonia".
Translated from In search of lost time: The Jewish community in Wrocław