Elegir es sufrir
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Marina Gonzalez VayaEntre el 4 y el 7 se celebraron las elecciones europeas. ¿Cómo calificarlas? Repaso semántico europeo
Los presidentes de mesa electoral europeos y sus ayudantes suspiran en este momento. Por supuesto todo candidato da por hecho ser de primera calidad. Pero, ¿cómo convencer de ello a los votantes? Los programas y promesas electorales espectaculares son muy populares. En Polonia, estos reciben el nombre de kiełbasa wyborcza (salchicha electoral), desde que en el siglo XIX los candidatos electorales de la región de Galitzia (al sur de Polonia) organizaban picnics públicos, donde se repartía vodka y salchichas entre el pueblo.
Wollen (querer) y wählen(votar/elegir) tienen las mismas raíces semánticas en alemán, mientras que en el griego clásico ‘votum’ se deriva de ‘juramento’. En las lenguas románicas, los términos provienen del verbo latino ‘eligere’ (elegir). Así que, al menos a nivel linguístico, los elegidos se convierten automáticamente en élite. Parlorama.eu investiga si los eurodiputados ven su mandato como obligación o más bien como coronación.
No todos los candidatos son elegidos. Los que suspenden, reciben en Francia una ‘bola negra’ (blackbouler). Esta expresión viene de la francomasonería: cuando se decidía sobre la admisión de un nuevo miembro por voto secreto, las bolas negras simbolizaban los votos en contra. El proceso se llama ‘boleamiento’ (ballotage).
Todos los pronósticos apuntan a la forja de coaliciones en el Parlamento Europeo. Politics makes strange bedfellows (‘La política da lugar a extraños compañeros de cama’) comentan los ingleses adaptando una frase de Shakespeare a nuestros tiempos. Ya se deban a la necesidad o ya sean inevitable en las luchas políticas cotidianas, la página web votewatch.eu nos ayudará a entender el caos de las coaliciones.
Translated from Wer die Wahl hat, hat die Qual!