Elecciones europeas a la vista: al fondo a la izquierda
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Raquel RodríguezTres nuevos partidos “a la izquierda de la izquierda” han aparecido en 2008 solo en Francia. En el resto del continente, las voces anticapitalistas se unen con las vistas puestas en las elecciones de 2009, para lo bueno y para lo malo
“¡Ya está bien!”, el nuevo lema de Jean-Luc Mélenchon y sus camaradas del recién creado partido de izquierda francés condensa el sentimiento de la extrema izquierda en Europa. No es ningún secreto que los socialistas sufren una profunda crisis de identidad que los paraliza. Lo que es peor, se hacen amigos del enemigo. La izquierda moderna se ve obligada al compromiso y a coquetear con la derecha o el centro-derecha para llegar al poder. Visto el panorama, no nos puede sorprender que algunos militantes no se sientan identificados.
Las disputas internas indignan a los extremos que responden a la crisis con sus propios medios, mediante la creación de formaciones política. Debilitados por el derrumbamiento del bloque comunista y la conversión al capitalismo de los países del antiguo bloque del este, desacreditados por el aparente éxito de la economía de mercado, los partidos de extrema izquierda entraban en las sombras. Ahora la situación ha cambiado: con el no francés y holandés al tratado constitucional, el no irlandés al Tratado de Lisboa y la grave crisis financiera, la necesidad de movilización social y la desilusión por el modelo capitalista, es la ocasión, ahora o nunca, de dar el salto de nuevo a la escena política.
En Francia, neo-comunistas revueltos
Nuevas formaciones comienzan a configurarse, compuestas de trotskistas, comunistas o anarquistas. Hasta tres partidos han sido creados recientemente bajo estas premisas solo en Francia. El portavoz de la Liga Comunista Revolucionaria, Olivier Besancenot, presenta el nuevo partido anticapitalista en enero de 2009. Un proyecto que se remonta a las elecciones presidenciales francesas de junio de 2007. Los actores de las luchas sociales y los ecologistas se unen bajo la misma bandera y se apoyan en la popularidad de su jefe de filas.
A esto hay que sumar el Partido de Izquierdas, creado por los disidentes del Partido Socialista francés Jean-Luc Mélenchon y Marc Dolez, en noviembre de 2008, tras el mal resultado obtenido por su propuesta en el congreso de Reims (asamblea trianual del Partido Socialista de Francia). Este nuevo partido se inspira en Die Linke, una formación alemana nacida de la unión, en junio de 2007, del partido estalinista de la antigua Alemania Oriental, el PDS, y de disidentes del SPD, partido socialdemócrata.
Dirigido por Oskar Lafontaine y Lothar Bisky, Die Linke pregona el antiliberalismo y el socialismo democrático. Miembro del partido de la izquierda europea (PGE) y del grupo de extrema izquierda europeo (GUE-NGL), contaba con 73.455 miembros en abril de 2008 y 54 de los 614 diputados del Bundestag. Mientras que el SPD es en caída libre en los sondeos y ve a sus electores alejarse, Die Linke reafirma su posición en la política alemana.
El antiguo jefe del Partido Comunista francés, Robert Hue, por su parte, presentó a mediados de diciembre pasado su ‘asociación política’ con el nombre de Nuevo Espacio Progresista (NEP). Se ha desmarcado de su camarada Mélenchon y habla de una “red de militantes en todo el país” que podría desembocar en “una nueva fuerza progresista”. Estos nuevos líderes de partidos desean todos “federar la izquierda”, cada uno por su parte. Hay algo que no cuadra…
En Europa en general, los “socio-demócratas” ocupan en raras ocasiones las portadas de la escena política nacional. Más bien “acompañan”, sobreviven por poderes aferrados a la oposición. En Eslovaquia, el partido socialdemócrata ha llegado incluso a unirse con un partido de extrema derecha en un gobierno de coalición. Mientras tanto, en España, Izquierda Unida (IU), coalición de partidos de izquierda, ha vuelto a situar a su cabeza hace poco a un líder comunista después de haber intentando aliarse con el PSOE de Zapatero. El nuevo líder de IU, Cayo Lara, ya ha anunciado una huelga si la política económica del gobierno “seguía así”.
Objetivo: todos juntos para las Europeas de 2009
Con las vistas puestas en las elecciones de junio de 2009, que tienen por objetivo elegir el nuevo Parlamento Europeo de los próximos cinco años, los partidos deben organizarse a diferentes niveles. ¿Podrá la izquierda arreglar sus desavenencias? La izquierda de la extrema izquierda parece empezar a movilizarse, encabezada por el PGE. “Estamos luchando para reorientar Europa. Como PGE, no hemos presentado, tras el no francés e irlandés, un proyecto alternativo claro. El reto de estas elecciones europeas será, sin embargo, animar el debate sobre una nueva Europa”, explicó Helmut Scholz, responsable internacional de Die Linke.
El Partido de Izquierda de Mélenchon apela “a la constitución de un frente de fuerzas de izquierda para las elecciones europeas”, con miras a una alianza con el presidente del GUE-NGL, Francis Wurtz. En las elecciones de 2004, el grupo del Partido Popular europeo y de los Demócratas europeos (PPE-DE) obtuvo la mayoría de asientos, seguido por el Partido Socialista europeo (PSE), con 268 y 200 europarlamentarios respectivamente, de los 732 posibles. El GUE-NGL obtuvo 41.
Translated from Européennes en vue : à gauche toute !