Elecciones en Túnez: Tras nueve meses, el parto democrático
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Ezequiel Scagnetti
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scervantesbonetCasi se ha convertido en un dicho: hay una gran diferencia entre un instinto y un proyecto. El instinto fue cuando todo un país se levantó contra un sistema errático y obsoleto para moldear una primavera. El proyecto es el 23 de octubre, cuando nueve meses después de la caída de Ben Ali, Túnez se dispone a vivir su primera prueba democrática con la elección de la Asamblea constituyente. Entre un instinto y un proyecto hay, por tanto, nueve meses. Es la hora de un nacimiento, de una gestación, de traer al mundo una democracia. Ezequiel Scagnetti cuenta aquí la agitación y la tensión todavía palpable entre religiosos y aspirantes a la democracia en vísperas de conocer el resultado de un gran momento electoral.
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El caricaturista Nidal Garyani dibuja para animar a la gente a ir a votar. La Instancia Superior Independiente para las Elecciones (ISIE) invitó durante la revolución a un grupo de artistas para trabajar en un mural dedicado a la promoción de las elecciones. (Foto : ©Ezequiel Scagnetti)
Monia Ayari, miembro del grupo "Le pôle moderne démocratique" ("Polo moderno democrático"), reparte flyers y los principios de su partido. (Foto : ©Ezequiel Scagnetti)
"Disculpe, parece que hay una manifestación contra los islamistas..." le pregunté, inocente, con mi bocadillo en la mano izquierda y mis dos cámaras colgadas. "La manifestación no es contra este movimiento, estamos aquí por la paz, la libertad de expresión y por un Estado laico", me explica Mohammed Slim, un estudiante de Ciencias Políticas de 22 años.
El 16 de octubre, es decir, una semana antes de las elecciones, tuvo lugar una marcha por las calles de Túnez al margen de la organización de un "ensayo general" de las elecciones de cuyo "buen desarrollo" se han responsabilizado las autoridades. La libertad de expresión es una de las apuestas principales de la votación. (Foto : ©Ezequiel Scagnetti)
Semanas antes de las elecciones se informó de una cierta agitación, como la manifestación contra la cadena de televisión Nessma, atacada por unos salafistas tras la emisión de la película Persépolis.
"¡Allah akbar!! ", gritó un simpatizante de Ennhadha (el partido islamista) en medio de la multitud, que no puede creer lo que ve. Un segundo después lo estaban linchando en el suelo. Dos segundos después llegan unos policías de paisano y con unos manifestantes más tolerantes lo encomiendan a los "buenos cuidados" de la policía de Túnez, que se lo lleva lejos... muy lejos. "Hoy en Túnez hay que elegir un bando, aquí hay una guerra. O nosotros, o ellos", me dice una chica de no más de 20 años con su cámara de vídeo, un cigarro en la boca y el puño izquierdo en alto. (Foto : ©Ezequiel Scagnetti)
El hecho de que los jóvenes se impliquen tanto en la nueva andadura democrática es una muestra del signo de modernidad bajo el que se ubican estas elecciones. Si son ellos los que, en gran parte, han derrocado a "Zaba" (apodo de Ben Ali), hay que reconstruir un país cuya población está compuesta en gran medida por jóvenes. (Foto : ©Ezequiel Scagnetti)
Las influencias han cambiado claramente. Desde la primavera árabe hay más pancartas del Che Guevara que de Ben Ali. Es lógico, pero es una muestra de la clara voluntad de los manifestantes de asentar el laicismo en su país. (Foto : ©Ezequiel Scagnetti)
En la marcha había muchas mujeres, prueba de una mentalidad más abierta. (Foto : ©Ezequiel Scagnetti)
Una anécdota: un taxista de Bruselas quiso volver al país. Lo expulsaron de alguna manera desde la investidura de Ben Ali en 1987. El camino está despejado desde que los Trabelsi se fueron. "En esa época, para emprender cualquier negocio había que llegar a un acuerdo con los Trabelsi. Ahora hay un mercado libre de verdad, pero cuidado, nadie va a invertir un sólo dinar antes de la formación de un gobierno. Y todo depende de las elecciones a la Asamblea constituyente. Si los islamistas ganan... " (Foto : ©Ezequiel Scagnetti)
Los carteles electorales adornan todas las paredes de Túnez. Las elecciones del 23 de octubre representan un verdadero modelo democrático, aunque también dan una oportunidad inesperada para algunos de entrar en política. Hasta la fecha se han registrado más de cien partidos. (Foto : ©Ezequiel Scagnetti)
Muchas de las cuestiones planteadas durante nueve meses aún no han obtenido respuesta. Aunque el momento se presta a la euforia, muchos se preguntan qué pasará después del escrutinio, ya que las miradas están puestas en 2012. El año en el que muchas personalidades se reservan para las elecciones presidenciales. (Foto : ©Ezequiel Scagnetti)
Se organizó un gran ensayo general el domingo 16 de octubre para asegurar el buen dominio del ejercicio de la democracia. Además de los cientos de voluntarios que se han implicado en la celebración del ensayo, la policía y el ejército vigilaron de cerca el desarrollo de este falso escrutinio. (Foto : ©Ezequiel Scagnetti)
Para evitar el fraude, los votantes tendrán que mojar el dedo en tinta indeleble. Este método de "transparencia democrática" ya había sido utilizado en las elecciones legislativas afganas del 18 de septiembre de 2011. (Foto : ©Ezequiel Scagnetti)
Incluso para tratarse de la simulación de unas elecciones, la participación ciudadana manifestaba ya una gran afluencia. (Foto : ©Ezequiel Scagnetti)
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Translated from Les élections tunisiennes : après 9 mois, l’accouchement