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El Supermartes de las primarias

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Default profile picture steven hill

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CulturaPolítica

El próximo martes 5 de febrero se celebrarán elecciones primarias o asambleas locales (caucus) en 22 estados norteamericanos. Está por ver si de este proceso de designación de candidatos saldrán realmente los mejores.

Ocho de enero. Los estados de Iowa y New Hampshire votan a la candidatura en las elecciones presidenciales en las primarias. Mike Huckabee, republicano, y Barack Obama, demócrata, ganan en Iowa. En New Hampshire lo hacen Hillary Clinton y John McCain, por los partidos demócrata y republicano respectivamente.

A fin de cuentas muchos americanos empiezan a cuestionarse el proceso electoral de las primarias en sí mismo. Según un sondeo llevada a cabo por la Associated Press y Yahoo News, el 20% de los encuestados están de acuerdo con el estatus de “estados favorecidos” del que gozan Iowa y New Hampshire, mientras al 80% restante le gustaría que otros estados tuvieran más participación. Pero, ¿son estos dos minúsculos estados rurales el lugar idóneo para dar el pistoletazo de salida a tan importante proceso de selección?

La carrera de saltos entre estados

Los funcionarios de otros estados temen que si las primarias tienen lugar demasiado tarde, el proceso de elección de candidatos ya estará decidido y se convertirá en irrelevante. Esta circunstancia ha llevado a una auténtica carrera de saltos entre estados, y ha forzado a adelantar la fecha de comienzo del proceso incluso a antes del día de año nuevo.

El resultado es una colosal calamidad: el Super Duper Tuesday, o supermartes. Este martes 5 de febrero, un total de veinticuatro estados celebrarán sus elecciones primarias o asambleas locales. Todo en el mismo día. Las elecciones tendrán lugar en estados grandes como California, Nueva York, Illinois, Georgia o Nueva Jersey. Estas dos docenas de estados poseen suficientes delegados para prácticamente decidir la resolución de los candidatos presidenciales por ellos mismos.

El hecho de tener un único día para las primarias en el que participen tantos estados debería calificarse como “supermartes de la estupidez”. Aquellos candidatos que tengan más recursos económicos en sus campañas o que gocen de cierto renombre podrán competir en tantos estados simultáneamente. Todo esto crea unas primarias virtuales de riqueza en las que sin dudas se eliminarán rápidamente nuevas caras aspirantes en las presidenciales.

Los estados que celebran las primarias después del día 5, entre ellos Texas, Ohio, Pennsylvania, Indiana, Carolina del Norte y Virginia, pueden encontrarse con que la elección ya está decidida incluso antes de que tengan la oportunidad de votar. La mera posibilidad conducirá a alguno de estos estados a intentar saltar por encima de los demás en la elección presidencial de 2012, y así la anarquía se sucederá.

Plan nacional frente a anarquía actual: dejemos que los 50 estados voten justamente

Cada vez más gente se da cuenta de que el sistema actual está completamente resquebrajado. Existe un modo mejor que permitiría una mayor participación relevante del máximo número de estados, de tamaño grande, medio o pequeño, dentro del proceso de designación de candidatos presidenciales.

Un plan nacional establecería un total de cuatro días de elecciones primarias, cada uno de ellos celebrado con un mes de distancia. Los estados se clasificarían en cuatro grupos atendiendo a un criterio de población. Los 12 estados más pequeños o con menor número de habitantes, más los territorios federales y Washington D.C., votarían en primer lugar. Después vendría el turno de los siguientes 13 estados en orden de número de habitantes. Tras ellos, los 13 estados de un tamaño medio y por último los 12 estados más grandes. Estas cuatro jornadas electorales empezarían en marzo y finalizarían en junio.

Semejante plan nacional tiene numerosas ventajas sobre la actual anarquía. En primer lugar, comienza con los estados más pequeños y continúa gradualmente hacia los estados más grandes. Da a todos ellos un papel de influencia y otorga a todos los votantes una voz eficaz. Los estados más grandes votarían en último lugar, pero dado que ellos aportan el mayor número de delegados, las candidaturas no se decidirían hasta el último día.

En segundo lugar, acomete la recomendación de la Harvard’s Kennedy School del El proyecto Vanishing Voter (Votante Desaparecido). En otras palabras, el proceso electoral debería “mantenerse competitivo por un período de tiempo mayor para dar al público una oportunidad mayor para comprometerse con la campaña e informarse sobre los candidatos”. Asimismo, acorta el intervalo entre la temporada de las primarias y la designación oficial de los candidatos en las convenciones que se celebran en verano, lo que ayuda a conservar el nivel de compromiso del público.

En último lugar, el plan nacional preserva la política de distribución del puerta por puerta en los pequeños estados en una época temprana de la temporada. Ofrece a los candidatos menos conocidos y con menos recursos la oportunidad de reengancharse. Los candidatos aparecidos en el último momento, tendrán la ocasión de recuperarse de fracasos anteriores.

En 2000 el Comité Nacional Republicano casi adoptó un plan muy similar a éste. Lástima. Nos hubiera sacado de la ciénaga en la que nos hallamos. Los dos partidos mayoritarios deberían poner en funcionamiento un plan de primarias coordinado para el año 2012. La designación del candidato de nuestro jefe de la nación es demasiado importante como para dejar intacto semejante proceso caótico del estado por estado.

El autor es director del Programa de la reforma política de la New America Foundation y autor de “10 Steps to Repair American Democracy”.

Compara los discursos de Obama y Clinton en sus caucus de Iowa y New Hampshire

Vídeos: (llamomanu/ obededomj/ Youtube)

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