El Partido Popular celebra el último congreso antes de las elecciones
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Varsovia acoge el congreso del Partido Popular europeo en el Palacio de la Cultura y la Ciencia, un edificio megalomaníaco, regalo de Stalin al pueblo polaco. Economía social de mercado y anti proteccionismo son los ingredientes principales del programa electoral del PPE
En Varsovia luce un sol sin competencia y redondo como una plaza de toros para un congreso organizado por el eurodiputado conservador español López Istúriz. La policja despliega de forma masiva sus efectivos entorno al congreso del PPE. Los empleados de los astilleros de Gdansk, cuyo histórico líder en la era comunista, Lech Walesa, cerrará este importante evento preelectoral de la familia conservadora europea, amenazan con manifestarse ante las puertas de la reunión. El cierre de los astilleros se da casi por hecho.
Entretanto, se espera al primer ministro polaco, Donald Tusk, al italiano Silvio Berlusconi, o al Presidente de la Comisión Europea, Durão Barroso, que acaba de declarar que “la culpa del hundimiento de los empleados de los astilleros en Europa es de los Gobiernos”, dando a entender que su Comisión no actuará para salvar los empleos en este sector.
Un partido con gran apoyo popular y pocas dificultades
Reina la tranquilidad en las filas de los populares, que no parecen sufrir los efectos de la crisis en sus perspectivas electorales. Los sondeos nacionales prevén buenos resultados para que por tercera vez consecutiva sean ganadores de las elecciones europeas, con Italia, Francia, Alemania, Hungría o Polonia como puntas de lanza. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce: un día antes, los Tories británicos “han anunciado su separación amistosa del PPE tras las elecciones”, por boca de su responsable de Exteriores, William Hague. Se trata de una decisión que puede precipitar la creación de un partido que le haga competencia al PPE en la derecha ideológica, si bien el Secretario General del PPE cree “que es solo un anuncio para volver enseguida al PPE, que le recibiría con los brazos abiertos”.
Las claves del proyecto conservador para Europa
Para estas elecciones, los Populares mantienen sus líneas ideológicas tradicionales en una Europa cuyas raíces siguen considerando “judeocristianas”. Sin romper con el pasado, ven con buenos ojos la apuesta por la energía nuclear aunque dejan en manos de cada Estado apostar o no por ella. Para salir de la crisis insisten en la necesidad de bajar los impuestos a las empresas y a los ciudadanos, así como introducir la llamada 'preferencia europea' a la hora de contratar trabajadores, con lo que también “frenarían la entrada de inmigrantes clandestinos”.
El PPE quiere introducir la 'preferencia europea' para frenar frenar la inmigración clandestina
Por último, sin nombrar el concepto de ‘flexiguridad’ inventado por los socialistas daneses en los años noventa, sugieren que “los trabajadores del futuro trabajarán según modalidades más flexibles tanto en la jornada diaria y semanal, como a lo largo de toda su vida profesional, pues los periodos de trabajo se alternarán con periodos consagrados a la formación, al ocio, a la familia o al trabajo social”. La intención declarada de los Populares es que Durão Barroso repita otros cinco años al frente de la Comisión Europea, como solo lo ha logrado el socialista Jacques Delors entre 1985 y 1995.