El nuevo Libro Blanco levanta la polémica en el seno de la comunidad de defensa
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Ambiciones solamente en apariencia, sin apenas conexión con las necesidades estratégicas y de seguridad impuestas por una reconfiguración de la amenaza global; iniciativas destinadas a preservar la opacidad sobre las elecciones industriales y las políticas francesas de armamento, junto con una denigración de las “lógicas del medio” propias de los ejércitos y los sistemas de defensa.
En conclusión, un Libro Blanco «incoherente».
Las críticas no provienen de cualquiera: un grupo de oficiales, generales y superiores de los tres ejércitos de tierra, mar y aire, manteniendo su anonimato, se manifestaba esta semana en las páginas de Figaro sobre la nueva defensa y seguridad nacional presentada el 17 de junio por el presidente de la República. Presentación, dicho brevemente, del proyecto de Libro Blanco del Presidente, preparado con la colaboración de analistas políticos, estrategas, miembros del Parlamento y representantes de la sociedad civil.
Restructuración El Presidente irá hasta el final de lo que él llama «modernización» de la defensa francesa y su «necesaria reestructuración», desafiando así, con la determinación que le es propia, los miembros civiles de la administración que desfilaban ese mismo día en Moselle. El discurso es categórico: la vocación del ejército no es realizar la ordenación del territorio. Debido al estado de nuestra situación financiera, es necesario «redimensionar nuestro aparato de defensa ». El objetivo anunciado es reducir 225.000 hombres para dentro de 6/7 años, repartidos de la siguiente manera: 50.000 para el ejército del aire, 44.000 para la marina y 131.000 para el ejército de tierra. Sin embargo, la capacidad de intervención operativa de Francia no debe debilitarse… lo que parece ambicioso, por no decir ilusorio. Como consecuencia añadida, se debe continuar “reforzando nuestras capacidades operativas”. Para ello será necesario mejorar los equipamientos a la vez que nuestra capacidad para colocar más medios militares y civiles sobre el terreno, en caso de necesidad. Ello conllevará un aumento de los créditos de 377 millones de euros de aquí a 2020 de los que unos 200 millones corresponderán a equipamientos. Finalmente, el Estado se comprometerá a «mantener el esfuerzo de defensa sin incrementar la deuda y a realizar economías de escala». La política de disminución del personal de defensa, la supresión de ciertas bases y la concentración de los EM en torno a un único sitio (Balard) se presentan como reestructuraciones necesarias para generar una regeneración de fondos.
El paradigma sarkoziano: protección/prevención/disuasión. Francia debe “mantener un alto nivel de conocimiento y anticipación para asegurar su protección”. La prioridad se dará por tanto a las inversiones en el dominio de la información espacial y al reforzamiento de la coordinación entre los diferentes servicios a través de la nueva dirección central de servicios secretos.
Hace falta igualmente “reforzar los sistemas de información y optimizar la coordinación” entre los Estados, los entes locales, las empresas y los ejércitos.
Tal y como se anunció en Cherbourg, la disuasión nuclear es «el seguro de vida del país» y continuará siendo un instrumento al servicio de la defensa nacional a pesar de posee, de hecho, poder disuasorio también con respecto a toda Europa. Y como todo buen discurso políticamente correcto que se precie, no olvidemos el ligero toque de participación democrática: con objeto de implicar más a los ciudadanos en las decisiones relativas al envío de tropas en misiones exteriores, y para mejorar también la transparencia, “el Parlamento participará más directamente en estas decisiones”: ello se traducirá, por ejemplo, en una consulta sistemática al Parlamento para que vote si un despliegue exterior sobrepasa los 4 meses.
¿Cuál es la posición de Francia en la nueva estrategia enviromental ? Según el presidente, hay que centrar nuestra estrategia de defensa en torno al nuevo eje estratégico que va «desde el Atlántico hasta el Índic » aportando “respuestas adaptadas”, sobre todo gracias a una acción coordinada del trío UE-OTAN-Fr.
Europa es «la mejor muralla contra el terrorismo» existiendo un «continuum entre seguridad interior y exterior, y entre defensa nacional y europea» nos explica el jefe de Estado. “La acción colectiva es una apuesta nacional e internacional”. La visión triple del Presidente articula la seguridad nacional: «la UE es un « símbolo de prosperidad » mientras que la OTAN es un «símbolo de seguridad», siendo hoy necesaria una “alianza más europea, con Francia en ella”.
Si la Comisión que ha realizado el Libro Blanco se ha pronunciado a favor de la reintegración de Francia en la OTAN, esta comenzará, creemos, por un relanzamiento de la PESD. Pero, ¿tenemos realmente medios para nuestras ambiciones? En todo caso, el presidente no pierde el norte y confirma la creación de un nuevo Consejo de Defensa y Seguridad Nacional que presidirá él mismo, a lado de un Consejo consultivo. ¿Cómo se abordará la cuestión trasatlántica? La continuidad entre seguridad interior y defensa exterior, ¿encontrará un eco tan favorable como en EE.UU tras el 11S?
Continuum europeo La PFUE será la primera etapa para el relanzamiento de la defensa europea para los próximos años, afirma el Presidente, quien desea inscribir la gestión francesa de la revisión de las necesidades operativas del ejército francés en el marco de un reforzamiento de la defensa europea. «Hay que hacer la PESD más capaz, más moderna, más robusta, más interoperativa», declara, pero ¿quién hará creer a nuestros socios europeos que en el momento en el que Francia cierra el grifo en su país va a ser capaz de dar ejemplo a nivel europeo y continuar con las inversiones financieras, humanas y materiales en la defensa?
Veremos de lo que será la presidencia capaz. Pero seamos realistas. Si bien Francia se prepara a mostrar el camino, empujando a la UE a que tome ejemplo realizando su propio libro blanco de la defensa para poder anticipar mejor sus necesidades, no pueden esperarse realizaciones concretas de aquí a diciembre, y si tenemos en cuenta el enfriamiento que ha provocado el no irlandés, la PESD será de perfil bajo.
Continuará…
Anónimo