El Islam en Europa: la muy laica 'normalización' alsaciana
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Elena Urbina SorianoEn Estrasburgo existen más de veinte mezquitas, treinta iglesias católicas, trece iglesias protestantes, nueve sinagogas y diez templos budistas. ¿Puede la capital alsaciana ser un ejemplo por la convivencia religiosa, sobre todo con el Islam, en Europa? Para muchos la solución parece ser una facultad de teología islámica, imposible en tierra laica francesa, pero no aquí.
Es gracias al estatuto local y al sistema de cultos reconocidos
La primera entrevista que Barack Husseim Obama concedió, una vez elegido Presidente del país del 11 de septiembre, fue a la cadena Al Jazeera. De viaje por Europa, ha optado por ir a Ankara para lanzar un claro mensaje: "Nuestra asociación con el mundo musulmán es crucial. Yo soy uno de los vuestros". El Islam, para el nuevo Gobierno americano, es una prioridad. Para una Europa al filo de las elecciones europeas, por el contrario, el problema no se ha enfrentado, o al menos no directamente: se limita a debatir sobre la entrada de Turquía en la UE.
Cerca de 14 millones de musulmanes en la UE
Quien se preocupe por la posibilidad de que los 76 millones de turcos cambien la identidad de Europa (o de la UE) debería pensar en los 14 millones de musulmanes -según un estudio del ZentralInstitut Islam Archiv Deutschland (Instituto Central de Archivos Islámicos de Alemania)- que ya viven en países de la UE (no en Europa, donde por el contrario se habla de más de 50 millones), a menudo, ya ciudadanos europeos. El problema no afecta a todos los países de la misma forma: destaca el caso de Francia, que tiene la comunidad islámica más grande de la UE (5,5 millones, al menos oficialmente). Y precisamente Francia, república laica por excelencia, 'propone' un modelo para Europa. Esto es al menos lo que sostiene Roland Reis, alcalde socialista de la capital alsaciana, que a finales de marzo del 2009 acudió a una reunión en Fez sobre el Estatuto jurídico del Islam en Europa sosteniendo esta tesis. ¿Por qué?
El acuerdo y las leyes locales en Alsacia y Mosela: 858.000 euros de subvenciones
La separación entre Iglesia y Estado en Alsacia y Mosela es "imperfecta": la ley de 1905 sobre la secularidad -válida en la Francia de 'l´intérieur' (como dicen en Estrasburgo)- no fue aplicada en esta zona porque, en aquel momento, la región era alemana. Aquí está aún vigente una ley local en la cual se ha integrado posteriormente el Acuerdo que Napoleón Bonaparte firmó con el Vaticano en 1801. Esto, con las sucesivas modificaciones, proporciona un sistema de cuatro cultos reconocidos (católico, protestante, calvinista y, más tarde, judío) integrados en el sitema estatal: enseñanza religiosa en los colegios, ministros del culto pagados por el Estado, subvenciones públicas, facultades de teología públicas (formadas por los ministros del culto) y el poder del Presidente de la República de elegir los obispos. Por ello, la próxima construcción de la Gran Mezquita de Estrasburgo, como cualquier acto municipal, gozará de una subvención del 10 por ciento del coste total de las obras (858.000 euros de los 8,58 millones). A esto hay que añadir, nos confirma Saïd Aalla, Presidente de la Fundación Gran Mezquita de Estrasburgo, un 8 por ciento tanto del Consejo Regional como de la Asamblea General, para llegar al 26 por ciento del total.
Olivier Bitz, jovencísimo responsable de cultos del ayuntamiento de Estrasburgo, confirma la visión del alcalde: "Alsacia Mosela tiene una larga tradición de tolerancia: el hecho de que gestionemos todo de una forma 'tranquila' la convierte, efectivamente, en una zona de 'experimentación'". Según Aalla, solamente en Estrasburgo hay entre 12 y 15 mil musulmanes, y 140 mil en toda la región. Se trata obviamente de estimaciones porque aquí, como en el resto de Francia, las estadísticas 'étnicas' están prohibidas. En la ciudad, según Bitz, contando los garajes y los pequeños apartamentos, exiten cerca de 27 mezquitas. La ciudad ya 'trata' al Islam como un culto reconocido, si bien no lo es legalmente: la integración formal en el estatuto de momento no interesa ni al ayuntamiento ni a la Fundación Gran Mezquita, como me confirman tanto Aalla como Bitz. Pero , ¿qué hace que esta situación sea tan especial y tan 'europea'?
Una facultad para normalizar el Islam
La respuesta la obtengo en la Universidad Marc Bloch donde, en el departamento de teología católica, encuentro a François Boespflug, dominicano y profesor de Historia Comparada de las religiones: "En 1993 puse en marcha una petición para crear una facultad de teología islámica con los mismos derechos y las mismas obligaciones que las otras religiones: para enseñar aquí es necesario tener todos los títulos reconocidos por el Estado francés para los institutos públicos. Para que una facultad de teología islámica tenga sentido en el Estado francés se requieren asignaturas que garanticen una apertura intelectural a algo más que el Corán o los hadiz (Historia comparada de las religiones y de los textos sagrados, estudio de los apócrifos del Corán, etc...)". El proyecto no ha llegado a buen fin porque, según el profesor, ha faltado una verdadera voluntad por parte de la comunidad musulmana. Según Boespflug, puede ser que los musulmanes, así como los judíos (que han rechazado tener una facultad), no se viesen capaces de tener un cuerpo profesional que debiera responder a "criterios universitarios, que son forzosamente laicos. Quizá ese es el problema: admitir que cualquiera que no tenga nada que ver con la fe islámica pueda estudiar el Corán con criterios puramente filológicos".
Saïd Aalla está, por el contrario, completamente de acuerdo con la facultad. Me comenta que una facultad de teología es una solicitud de los mismos musulmanes y que la Fundación Gran Mezquita está de acuerdo, hoy, como lo estaba hace quince años: "si queremos desarrollar un Islam europeo es absolutamente necesario que nuestro cuerpo religioso se forme aquí, mejor que mandar a las personas al extranjero o, peor, hacer venir a personas del extranjero". Mientras me ofrece tortas de miel, insiste en el hecho de que es necesario que los ministros del culto conozcan la importancia de un ambiente laico y multicultural. "Si lo obtenemos, existirán posibilidades reales de tener un Islam europeo: con las bases aquí, nacido aquí, con una cultura integrada aquí. Necesitamos personas que hayan estudiado aquí y que entiendan la cultura europea y occidental".
La formación de los imanes es efectivamente una cuestión crucial, al igual que la creación de lugares de culto. ¿Por qué? En primer lugar, la financiación extranjera. Los países de origen financian las comunidades islámicas en Europa. Una evidente cuestión de control y poder que impide una independencia real, va a menudo de la mano de una cuestión de necesidad: católicos, protestantes y judíos están en suelo europeo desde mucho antes que el Islam, integrados en el tejido económico y social, cosa que les garantiza tener ya lugares de culto y estructuras asociativas. Según Aalla: "Hoy en día nadie es marroquí o argelino... Somos todos franceses, alemanes, belgas. Somos todos europeos".
La impresión que queda es que la 'no secularidad' de Estrasburgo no es más que una 'supersecularidad' y que en la Francia de 'l´intérieur' no lo han entendido. Excepto, quizás, Nicolas Sarkozy, que desde hace
unos años habla de la construcción de un "Islam republicano". Un Islam europeo, estatal, laico... y bien controlado.
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Translated from L’Islam in Europa: la costruzione della moschea a Strasburgo