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El helado nació en China

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Lifestyle

Lo inventaron los chinos, como tantas otras cosas. Un recorrido apasionante del lejano oriente a Europa, de las altas montañas al congelador

(Roboppy/flickr)La fama se la llevan los italianos, pero en realidad fue en China donde se descubrió que la nieve podía servir para algo más que para conservar los alimentos. Precisamente, una bola de nieve con un chorrito de limón fue el primer sorbete.

El helado comenzó siendo una simple fruta con un poco de hielo, como le gustaba tomarlo a Alejandro Magno o a Nerón, y se ha convertido en toda una caja de sorpresa para los cocineros de prestigio. El encargado de iniciar el viaje del helado fue Marco Polo, que lo trajo a Europa: de ahí que les llamemos polos a los helados con palo. Sin embargo, fueron los reyes, los privilegiados que durante mucho tiempo lo degustaban en exclusiva, los que consiguieron que el helado viajara a Francia, Italia, Inglaterra. En cada país, la receta cambiaba: los franceses introdujeron el huevo, en la corte inglesa se empezó a experimentar con leche (aunque a manos de un cocinero francés) y los italianos lo hicieron popular.

Los estadounidenses llegaron tarde, pero supieron dar en el clavo. En 1846, Nancy Johnson creó la primera heladora automática. Fue el comienzo de los helados industriales, que le fueron comiendo terreno a los artesanos, pero allá donde hay un cartel de “helado artesanal” dobla con diferencia las miradas de los golosos. En la textura, en la calidad y en los nutrientes se nota la diferencia. Cualquier buen artesano dirá que el helado es tan sano como cualquier otro alimento.

La vainilla y el chocolate siguen siendo los sabores estrellas del verano, pero a ver quién se resiste a probar el sorbete de cactus o el helado de gorgonzola. ¡Lo hay hasta de cerveza! La innovación continúa en este frío manjar…

Helado de caramelo quemado

(.deirdre./flickr)Ingredientes:

* 1 cuenco de azúcar caramelizada (puede quemarse más o menos, según los gustos) * ½ litro de leche * 200 cc. de nata montada * 2 cucharadas soperas de ron * ½ tableta de chocolate fundido (puede ser con leche si gusta más dulce), * azúcar glas * un poco de cacao en polvo * nueces o avellanas picadas (opcional)

Método:

1) Derrite el azúcar en una olla, pero deja que se tueste hasta que se queme un poco, y luego déjalo enfriar y añádele la leche antes de que se endurezca del todo la pasta. Mezclar.

2) Derrite el chocolate al baño María y agrégalo a la mezcla de caramelo y leche. Echa ron, cacao, azúcar glas al gusto (hasta quitarle sabor a quemado) y nata montada y mézclalo todo.

3) Déjalo en la heladera durante 30 minutos y ve añadiendo nueces o avellanas, pero al final del proceso si no quieres que impidan el buen funcionamiento de las aspas de la heladera. Si no tienes heladera, mete la mezcla, incluidas las nueces o avellanas, al congelador durante una hora y al sacarlo bátelo bien con un tenedor. Luego mételo de nuevo al congelador y repite la operación cada hora, hasta tres veces.

4) Sírvelo en forma de bolas, decorado con nata montada y caramelos de café o virutas de chocolate.

¡Y listo para comer!