El equipo del verano: La Parisienne
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Ana Isabel Contreras Domingo¡Eso es! Tras varios años dormida, La Parisienne -el equipo local de Cafébabel en París- vuelve al trabajo. Y como hay que empezar por las presentaciones, hemos aprovechado la ocasión para aparecer en nuestros lugares favoritos de París.
Salomé. "Strasbourg-Saint-Denis: Gente y ruido, en pocas palabras, vida. Para mí este es, probablemente, uno de los lugares más evocadores de París".
Jérémie. "La coulée verte: Insólita, aérea, verdor, bucólica, descubierta, plácida, atemporal, subterránea, salvaje, frescor, viaje, e incluso un poco de diversión".
Lise. "Encaramada ahí arriba, me imagino lo que se esconde bajo esos techos de cinc. Me gusta la idea de que ese pequeño techo del mundo esconde muchos universos diferentes que escapan a los radares. Más allá del esquema metro-trabajo-dormir adherido a la piel de la capital, hay una energía que invita a salir, a descubrir, a conocer gente... En pocas palabras, a vivir".
Jean Marcel. "Para mí, las fuentes Wallace son uno de los símbolos de mi ciudad: altas, con casi 2,70 metros, de un verde profundo -color del mobiliario urbano parisino-, florecen armoniosamente en el seno del paisaje, entre los árboles e inmuebles haussmanien, presencias tranquilizadoras para los paseantes desde hace casi 150 años".
José. "París es un escaparate. La ciudad en la que todo está hecho para mostrarse, en la que a veces sólo se trata de mirar y de que te miren, ciudad bella y cruel a la vez. Incluso las terrazas contribuyen a ello. Se dice a menudo que en esta enorme ciudad de más de dos millones de almas no hay espacio debido a las estrechas aceras. Yo no lo creo. Los franceses, para mí, vistos desde mis ojos de inmigrante español, tienen un gusto especial por la belleza y la armonía, un gusto que se aprecia en los pequeños detalles, que son los que hacen de una ciudad o de un país un lugar especial. Depende de usted mostrar... o esconder".
Hélène. "El metro, en sus horas puntas, con sus momentos de gracia, sus vagones llenos de trabajadores o de juerguistas cansados al alba, sus ventanas pintadas, sus azulejos blancos, sus salidas de Arte moderno, sus largos pasillos y sus atajos, su conejo rosa de los buenos consejos, su syndrôme. Un pasaje obligado para la Parisienne".
Laurence. "Una dulce dormida".
Antoine. "Cuando llegué a París la primera vez, me sorprendí gratamente al descubrir esta calle que concentra no menos de tres cines de arte y ensayo: 'Le Champo', 'Le Reflet Médicis' y 'La Filmothèque du quartier latin'. En los que se puede ver (o volver a ver) tanto películas recientes como reestrenos de clásicos, obras maestras o películas más privadas. Y en la acera de la derecha, se puede discutir entre cinéfilos con una bebida en el bar 'Le Reflet'. Para mí, la calle Champollion representa, junto a la Cinemateca francesa, por supuesto, la alta esfera de la cinefilia parisina".
Translated from L'équipe de l'été : Paris