El diccionario de la desesperación
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Alba María Soria CaseroDiccionario práctico europeo contra la desesperación; para estar preparados para cualquier eventualidad más allá de las fronteras.
¿Os acaba de dejar vuestra novia? ¿Acabáis de recibir una carta de despido? ¿Habéis perdido una ocasión increíble? Tranquilidad y sangre fría, ¡que no es el fin del mundo! Como dicen en Italia "a Papa muerto, Papa puesto": no hay por qué preocuparse, si incluso el representante de Dios en la Tierra puede ser sustituido.
Por otra parte, después de Juan Pablo II, será bastante difícil ver a otro ciudadano polaco tomar el camino que va a Roma. ¿Será por eso que en Polonia prefieren decir, de una forma un poco macabra: "el rey ha muerto; larga vida al rey" (umarł król, niech żyje król). Los españoles lo decimos de modo parecido (A rey muerto, rey puesto), aunque seguramente por motivos opuestos, ya que nunca hemos tenido al Papa en casa.
De todos es sabido que el respeto por las instituciones en Alemania, Gran Bretaña y Francia, es obligatorio. Mejor hablar de otras cosas para ayudar a un amigo en apuros. Según los franceses, por muy graves que sean los hechos "ni que se hubiera muerto un caballito" (Ce n'est pas la mort du petit cheval). Parece que en los años '50 buscar la fortuna en los hipódromos estaba a la orden del día. No oso imaginar lo que significaba perder el propio caballo. En Alemania, pioneros en la igualdad de oportunidades, solo las mujeres salen airosas, ya que se suele decir: "también las demás madres tienen hijos guapos" (Andere Mütter haben auch schöne Söhne).
Desesperar tampoco vale la pena para los ingleses que, separados por el Canal de la Mancha y rodeados de agua, afirman de manera filosófica: "el mar está lleno de peces" (There's plenty more fish in the sea).
Translated from Vocabolario della disperazione