El compromiso de Mukwege, premio Sájarov 2014
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Más de 140 mujeres y niñas son violadas al día en El Congo, creando la destrucción del tejido social y familiar que reduce a los pueblos a la servidumbre y esclavitud. La economía militarizada del Este del país y los Grandes Lagos permiten el reinado de los señores de la guerra. Sus clanes pueden identificarse por las secuelas físicas y mentales que sellan en sus víctimas como firma de crueldad.
“No a la violación como arma en el campo de batalla”, es el grito con el que Denis Mukwege, ginecólogo congoleño, apela a la comunidad internacional tras recibir el Premio Sájarov 2014 a la Libertad de Conciencia otorgado por el Parlamento Europeo, coincidiendo con el Día Internacional de la Violencia contra la Mujer. Entre los finalistas también se encontraban el movimiento ucraniano Euromaidan, partidario de estrechar lazos con la Unión Europea y Leyla Yunus, activista encarcelada por su lucha en defensa de los derechos humanos en Azerbaiyán y directora del Instituto de Paz y Democracia.
Médico y activista
Este premio es un reconocimiento a la trayectoria de más de 20 años de un médico que ha entregado su vida a la causa facultativa, social y política que supone luchar y denunciar las atrocidades sufridas por la población congoleña. “Con este premio os pido a vosotros, los 500 millones de personas que formáis la Unión Europea, que actuéis como caja de resonancia del grito de las mujeres víctimas de violación, del de su cuerpo como zona de guerra utilizado así por puros intereses políticos”.
La columbita-tantalita o coltán es una de las claves que explica lo que hoy es el infierno de El Congo, pues el país cuenta con el 80% de la reserva mundial de este recurso mineral. Pero podría ser también su salvación. Un mineral que en otro tiempo no fue más que una curiosidad geológica se ha convertido en una pieza fundamental de nuestros dispositivos tecnológicos.
Atendiendo a la desmesurada demanda que Occidente hace de este mineral comprenderemos los intereses geoestratégicos y económicos que generan su obtención y venta. Unos intereses que justifican alarmantemente la impunidad de grandes empresas y gobiernos que miran para otro lado cuando se conocen cifras de pérdidas de vidas relacionadas directamente con este sanguinario negocio, unos 6 millones in crescendo.
La corresponsabilidad de Europa
Europa lleva una semana de lectura de cartilla importante. Veinticuatro horas antes de la entrega del premio Sájarov, la visita del Papa a la Eurocámara se caracterizó por una llamada seria de atención a una Unión Europea vieja que parece haberse olvidado de la parte trascendente del ser humano, una invitación a la reflexión sobre la obsesión cortoplacista de los mercados en un mundo globalizado en el que todos somos responsables de lo que ocurre al otro lado del mundo "como garantes, no como patronos".
En esta línea, el galardonado ginecólogo realizó una petición expresa a la UE: “colaborar en la construcción de una estructura independiente judicial del país para que se produzca una verdadera transformación política”.
Desgarros genitales y fístulas que no cierran, bebés producto de violaciones, testigos infantiles de las mismas convertidos en presas vulnerables, son sólo algunos de los síntomas de un grave problema de gobernanza donde la comunidad internacional ha de intervenir de forma inmediata.
“Cada mujer violada es como si fuera mi mujer, cada madre es como si fuera mi madre…El Congo está enfermo pero con vuestra solidaridad podemos curarlo. Si no vamos por el camino de la democracia es muy difícil que las autoridades hagan los cambios necesarios y por eso vosotros, Europa, medios de comunicación, sois nuestra voz. La prensa internacional se hace eco de nuestra exigencia, es muy triste que dentro de nuestro país no se nos haya concedido ni una entrevista”, sostiene con indignación el médico premiado.
Ulrike Lunacek, vicepresidenta del Parlamento Europeo, propone tres ejes de trabajo: el control para regular de forma transparente la extracción de mineral de forma social, laboral y ecológicamente sostenible; restringir la venta de armas, ya que ningún país debe exportar armas a zonas de conflicto y prevenir la violación como arma de guerra, aplicando sanciones contundentes.
Asimismo, Elena Valenciano, responsable del Subcomité de Derechos Humanos del PE, subraya la “necesidad imperante de acelerar los tempos de las instituciones, porque de ello depende la vida o la muerte de valientes como el doctor Mukwege”.
Premio Sájarov: difusión y protección
El premio Sájarov no es sólo un premio o mención a una causa relacionada con la libertad de conciencia, es un escaparate y blindaje para sus protagonistas. A pesar de que es más conocido fuera que dentro de las fronteras europeas, la mayoría de los finalistas de las ya 26 ediciones de dicho homenaje, conocían su existencia. Nelson Rolihlahla Mandela recibió el Sájarov en 1988, por lo que es considerado como antesala al Nobel de la Paz.
En varias ocasiones, como ocurrió con la laureada egipcia Asmaa Mahfouz o el premiado chino Hu Jia, ha servido además como protección ante amenazas de muerte ya que el cumplimiento de las mismas habría desembocado en una reacción internacional totalmente contraproducente para sus verdugos.