El activista Julien Bayou contra "el veneno de la fatalidad"
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Argemino BarroAcaba de cumplir 30 años y se ha convertido en la cara oficial de una generación en dificultades: la juventud precaria, aquella que apenas puede pagar un alquiler y debe contentarse con “prácticos” o “contratos” que no merecen tal nombre. Activista en los colectivos Generación Precaria y Jueves Negro, Julien Bayou también es un político de Europe Ecologie.
En la casa okupa de Avenue Matignon, montada por Jueves Negro y bloqueada por la policía, explica a cafebabel.com cuáles son los combates a librar por la juventud.
cafebabel.com: Nuestra generación, la que tiene entre 20 y 35 años, ¿está politizada?
Julien Bayou: Es verdad que decimos que los jóvenes de los años 70 estaban más politizados. De hecho, había sobre todo una fracción “sobrepolitizada”, la que tenía derecho a estudiar y que estaba comprometida con Mao, Vietnam y el movimiento feminista. En este sentido probablemente tenemos la misma proporción, pero la parte de los hastiados es mucho más grande, aquellos fatalistas para los que los cargos públicos están ahí para sacar tajada y que no se interesan por lo que le preocupa a la gente. Por fuerza, cuando ves que hay quienes son condenados y que permanecen en su puesto [el ministro del Interior francés, Brice Hortefeux, fue condenado a pagar una multa por comentarios racistas; ndr], es descorazonador.
Después, las viejas instituciones no se han dado cuenta de una cosa: la juventud tiene su propia forma de reflexión y expresión. Cuando decimos que en los sindicatos nunca encontramos jóvenes, es porque son instituciones viejas. Igual que los partidos políticos. El joven pasa el día en Facebook, envía 3.000 mensajes en lugar de una carta y pasa mucho tiempo con sus amigos en el mundo virtual, pero de todas formas hay entre ellos un vínculo social muy fuerte. Si les propones una reunión a las diez de la noche, después del trabajo, y teniendo que ir a nosédónde en un metro abarrotado... Ese no es su rollo. Los sindicatos deben evolucionar para llegar a la gente y movilizar, hablar de temas que conciernan a nuestra generación, alcanzarla por otros medios: en internet, en las fiestas, en los cafés y lugares de conviviencia, pero no en la empresa. Yo creo mucho en eso. Los que dicen que hay un problema pero no una solución, forman parte del problema.
cafebabel.com: Eres cofundador de Generación Precaria. Formamos parte de una generación con bastantes lacras: en empleo, alojamiento, medio ambiente, crisis… ¿Cómo podemos superar esto?
Julien Bayou: Es verdad que todo eso está sobre nuestros hombros. Pero hay que empezar por demostrar que es posible. Los políticos nos incitan a la fatalidad tomando medidas que no funcionan y que incluso agrandan más ese déficit. Al final, volvemos a decir que eso no es posible, como lo que ha ocurrido con las jubilaciones. Dicen simplemente que hay que trabajar más tiempo. Pero trabajar más no resuelve el problema. No hacen más que instigar el veneno democrático de la fatalidad.
cafebabel.com: ¿Por qué nuestra generación no se rebela frente a las prácticas sin fin, los salarios injustos y los contratos mal concebidos?
Julien Bayou: Hay rebeliones. Cuando vimos cómo ardía Grecia hace dos años, tuvimos inmediatamente un eco en Francia. Antes, era el ministerio del Deporte el que se ocupaba de la juventud en Francia: ¡quiere decir que les daba igual! Pero nombraron un alto comisario para la juventud, Martin Hirsch, porque Nicolas Sarkozy y su equipo hicieron el análisis y se dieron cuenta de que la rebelión contaba con los mismos fermentos en Francia: estudiar sin perspectivas para trabajar, el infierno del alojamiento, la discriminación, mayores dificultades para las mujeres jóvenes… Todos esos males existen en Francia. Hay un terreno común europeo, una precariedad común que afecta particularmente a la juventud. Y cuando los sufridores, los parados y otras víctimas se movilizan, eso ya es una explosión social.
cafebabel.com: La precariedad de la juventud no es sólo un problema francés. En España o Italia se habla de “mileuristas”. ¿Pensáis en europeizar vuestro combate?
Julien Bayou: Desembocar en una red europea es incluso más complicado. Hay problemas de agenda, es una cuestión de medios… Los foros sociales europeos permiten estos intercambios, pero desgraciadamente no podemos hablar de una verdadera coordinación. Y como estamos mal representados en el Parlamento Europeo, todavía es más complicado. Aún así hemos creado una red europea que se llama Generación P, por praktikum (prácticas) en Alemania, precario (España, Italia) y précaire en Francia. Pero a nivel europeo, todo lo que pasa por Bruselas va muy lentamente. Después está la cuestión social, que no siempre es una prioridad…
cafebabel.com: Tienes 30 años; ¿cuáles han sido hasta ahora tus mayores éxitos?
Julien Bayou: Nuestro mayor triunfo es haber señalado estos problemas, es decir los problemas de alojamiento y empleo de los jóvenes. En Inglaterra dicen “mostrar al elefante que está en la cocina”. La desigualdad salarial entre hombres y mujeres, por ejemplo. Es de un 23%, pero nadie habla de eso. La casa okupa de Avenue Matignon es un gran éxito también, es fabuloso haber tomado un edificio como este. Desde aquí vemos el Palacio del Elíseo. Sobre el empleo y las prácticas nos hemos hecho unos expertos; nuestras ideas son adoptadas por cualquier patido para aportar soluciones. Y también ha sido un triunfo el haber sido elegido (con Europe Ecologie) y mantener las promesas.
Fotos: Todas las fotos han sido tomadas por ©Sladjana Perkovic el lunes 24 de enero
Translated from Julien Bayou, résistant contre le « poison démocratique de la fatalité »