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Día de la Mujer: ¿la UE necesita una presidenta?

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Hoy es el día internacional de la Mujer. Ángela Merkel, Tarja Halonen, Michelle Bachelet: son mujeres que ocupan la máxima responsabilidad política de sus gobiernos nacionales. ¿Pasa lo mismo a nivel comunitario?

El sueño de Clara Zetkin parece haberse hecho realidad. En el Encuentro Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague en 1910, Zetkin llamó por vez primera a celebrar un día internacional de la Mujer. Un año después, en marzo de 1911, tuvo lugar dicha primera celebración. La simbólica fecha se acompañó con una agenda política concreta: salarios iguales entre hombres y mujeres, derechos sociales ligados a la maternidad y derecho de voto.

Mujeres al poder

Durante el siglo pasado asistimos a una mejora espectacular de las condiciones de vida de las mujeres. En algunos países de Europa, la Mujer incluso ha alcanzado los más altos puestos de decisión política. Margaret Thatcher gobernó Gran Bretaña en los años ochenta, 1991 vio a Edith Cresson convertirse en primera jefa de gobierno en Francia, y al final se ha terminando imponiendo la tendencia: la conservadora Ángela Merkel es la nueva canciller alemana y Tarja Halonen acaba de ser reelegida Presidenta de Finlandia. Quizás Francia tenga pronto a su primera presidenta mujer, a la luz de las ambiciones de Ségolène Royal de convertirse en la candidata socialista para las próximas elecciones presidenciales. Los conservadores parisinos, a su vez, han elegido a Françoise de Panafieu como candidata para la elecciones municipales de 2008.

Tal tendencia no se restringe a Europa: el 11 de marzo, Michelle Bachelet tomará posesión de la presidencia chilena, y las elecciones presidenciales estadounidenses de 2008 podrian deparar un duelo entre Hilary Clinton y Condoleeza Rice.

El monopolio masculino

Dicho esto, no hay que confiarse. A Europa le queda mucho por recorrer para garantizar la igualdad plena de hecho. Aunque las mujeres ganen poder en los Estados miembro de la UE, aún se perciben déficits notables. Nunca ha habido una mujer presidiendo la Comisión Europea.

Que sucediera algo así sería un símbolo importante de respeto a la igualdad de oportunidades en Europa. Son tradicionales las discusiones que preceden la elección de un nuevo Presidente de la Comisión unos meses antes del final de mandato del anterior. Hacia el final del mandato de Romano Prodi –un presidente de izquierdas y sureño– se habló de reemplazarlo por otro de derechas y nórdico. Izquierda o derecha, norte o sur, ¿por qué no añadir la dicotomía Hombre/Mujer? No se trata de ser generosos y tener gestos simbólicos hacia la mujer, sino de actuar de forma correcta para matizar los criterios eminentemente masculinos que sobrevuelan implícitamente la política y el ámbito de quienes toman decisiones.

Todavía años después de la segunda Guerra Mundial, se considerba el poder político como un monopòlio incuestionable de los hombres. Hoy, muchos países han superado los prejuicios y han colocado a su cabeza a una mujer. Es el momento de que también la UE de un paso en esta dirección. En 2009, el nuevo Presidente de la Comisión podría ser alguien llamado Ángela Merkel o Tarja Halonen.

Translated from Frauentag: Die EU braucht eine Chefin