De puente, porque me lleva la corriente
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Blanca Azcárraga JuncadellaCon o sin razón, a menudo el gallo galo sufre las burlas de sus vecinos por quejarse sin cesar y acogerse a la ley del mínimo esfuerzo. ¿No es Francia el país de las 35 horas semanales y de la reducción del tiempo laboral a voluntad?
Sin embargo, el resto de europeos no parece ver con malos ojos estos pequeños reajustes en el empleo del tiempo, lo que siempre permite olvidarse de la oficina durante algunos días.
El mes de mayo francés ha estado lleno de celebraciones internacionales (1 de mayo), nacionales (8 de mayo) y religiosas (lunes de Pentecostés). Para los franceses "faire le pont" (hacer el puente) es una actividad muy preciada. Basta con cogerse un día libre en el trabajo entre dos días festivos; así se consiguen semanas más parecidas largos domingos tranquilos…
En España es toda una locura; para los españoles un simple puente no es suficiente y prefieren hacer "acueducto". El término se emplea cuando dos días festivos caen en la misma semana, entre días laborables. En esos casos, uno se siente obligado a no trabajar…
Padres del liberalismo económico, a nuestros amigos ingleses les cuesta desconectar del business; solo hay que ver cómo llaman a un día festivo: "bank holidays". Y punto final de puente, para ellos la originalidad no es un valor rentable, se trata simplemente de un fin de semana largo ("having a long week end").
¿Pero qué hacer con todo ese tiempo libre? Los franceses, en su papel de libertinos, tienen el refrán ideal: "en mai, fait ce qu'il te plaît" (en mayo, haz lo que te gusta).
Translated from Faire le pont