Cuando el halal sustituye al foie gras: presentamos al burgués magrebí
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Yasmina Guye SanchoMientras que la política continúa bajo la polémica sobre el Islam, el mercado vive el extraordinario desarrollo de un nuevo protagonista: los productos halal (alimentos cocinados a la manera islámica) de alta gama destinados a los jóvenes ejecutivos de origen magrebí, modelos de una integración exitosa pero poco mediatizada. Así lo explican ellos.
El pasado 10 de septiembre por la noche, numerosos franceses celebraron la fiesta del Aïd-el-Filtr, la clausura del Ramadán. No se trató de una revancha del té de menta contra el salchichón con vino pinard, sino más bien de una simple constatación: el número de musulmanes que residen en Francia es cada vez mayor.
A pesar de que a nivel político el papel que el islam desempeña en la cultura francesa aún no se ha reconocido, éste sí ha penetrado el nivel comercial. De hecho, los beneficios del mercado halal en Francia superarán los 5 mil millones de euros en 2010 y parece que los empresarios se preocupan cada vez menos del debate: “Enseguida se han dado cuenta de que en época de crisis, los productos halal vendían más que los productos bio”, comenta Rachid Bajalq, fundador de Hal'Shop en Nanterre, el primer supermercado halal francés.
Aquí no se compra ni cuscus ni tajín; ¡las cestas se llenan de foie gras halal!
¿Se trata de una imposición comunitaria? ¿De una exageración identitaria? No tenemos esta impresión al entrar en este agradable “super del halal” donde hay una amplia variedad de productos; a pesar de lo que comúnmente se cree, halal (palabra árabe que significa 'permitido') es algo más que esa forma de abatir a los animales que escandaliza a algunos. “Halal es una filosofía, es espiritualidad. Reducir el término a la alimentación a la carne es un insulto”, resalta Rachid Bajalq.
“Ante todo, la integración pasa por el estómago”
Parece que con esta frase lo que se busca es desmentir las polémicas que asocian la venta de productos halal a la discriminación. Según su creador, la selección de alimentos que se venden en el Hal’Shop representa más bien una especie de integración gastronómica: “La integración pasa ante todo por el estómago. Hoy en día, Francia no es conocida por su modelo político, ni por su modelo económico. Este país se conoce por su gastronomía, por sus manjares. Los musulmanes que viven en Francia también quieren comer como todos los demás y sobre todo comer a la francesa. El Hal’Shop ha hecho posible que disfruten de la gastronomía europea”. ¡Olvídense del cus-cus y del tajín; en esta tienda, la gente quiere comprar foie gras halal!
Los clientes son sobre todo ejecutivos franco-magrebíes de entre 25 y 40 años, hijos de inmigrantes que han logrado alcanzar un estatus social más elevado que el de sus padres. Los medios de comunicación han olvidado a estos “buenos estudiantes” de la inmigración, pero el comercio sabe exactamente quiénes son estos beurgeois (palabra creada por beur, término coloquial francés que designa a los descendientes de los inmigrantesmagrebíes instalados en Francia, y bourgeois, burgués).
Cada vez son más los musulmanes que, como Rachid Bajalq, aceptan esta definición. Según él, esta palabra tiene la ventaja de desmentir el principio de igualdad republicana al mostrar los puntos positivos de la integración. En internet, incluso hay beurgueses especializados en este tema que reivindican con orgullo dicho apelativo. Sin embargo, no todos comparten esta opinión. Karim, por ejemplo, es un joven empresario del sector petrolero de 25 años que destaca el aspecto discriminatorio de la palabra: “No me identifico para nada con este 'grupo'. El éxito es de todos y con esta expresión me da la sensación de, que hagas lo que hagas, sea cual sea tu recorrido o tus logros, sigues siendo un beur”.
¿El mercado halal a la conquista de Europa?
Estos “beurgueses” se vanaglorian de su pluralidad. “Mi doble cultura es un punto a mi favor, me hace más fuerte”, comenta Karim. Según Rachid Bajalq, el problema es que los políticos los ignoran de forma voluntaria: “No quieren vernos y prefieren creer que los musulmanes viven en los suburbios y que no salen de ahí”. Este empresario está convencido de que los negocios, al seguir las leyes del mercado, harán que las mentalidades evolucionen mucho más rápidamente que en la política.
Por lo demás, no parece que el debate político vaya a disuadir a las grandes empresas de optar por este nuevo mercado. Así pues, Danone, Haribo y Fleury Michon ya proponen productos halal. Asimismo, avalada por su gran éxito comercial y a pesar de que su letrero en Roubaix hubiera sido atacado, la cadena de restauración rápida Quick ha decidido ampliar la venta de carne halal en vez de bacon en muchos otros restaurantes de su cadena.
En Bélgica,Españae Italia se han iniciado negociaciones con las instituciones islámicas con el fin de proporcionar un órgano de certificación halal a nivel nacional. Así pues, e incluso si los dirigentes franceses se esfuerzan en ignorarlo, parece que la integración por el estómago ya empieza a dar sus resultados.
Fotos : Portada, macalin/Flickr ; Mc Do, (cc)crderivative/Flickr ; vídeos reconquista2012/YouTube
Translated from Quand le foie gras devient Halal : enquête sur les « beurgeois »