CUANDO CATALUÑA LIGA CON EUROPA
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Marta MireteDesde la manifestación, «Cataluña, nuevo Estado de Europa» - que reunió a un millón y medio de catalanes en las calles de Barcelona, en septiembre de 2012 - la comunidad autónoma quiere sensibilizar a los demás países respecto a la causa independentista. Con la esperanza de que éstos presionen al gobierno español.
En un pequeño edificio, conectado por una pasarela a la sede del gobierno catalán, Marti Estruch Axmacher nos recibe sonriente. Este antiguo diplomático, desde octubre de 2012, se encarga del proyecto Eugeni Xammar, un «programa internacional de comunicación y de relaciones públicas»». Su objetivo es informar a los medios de comunicación extranjeros sobre Cataluña y sus deseos de independencia. Esto pasa por la redacción y difusión de tribunas o memorándums y la organización de viajes de prensa a Barcelona. «La política exterios es un campo muy estratégico —explica— España intenta, por todos los medios, hablar de este tema. Así que nosotros intentamos, como podemos, difundir nuestro punto de vista sobre la cuestión».
PARADIPLOMACIA
Sobre todo, Barcelona desea mediatizar el asunto del referéndum de autodeterminación. Artur Mas, el presidente de Cataluña, prometió, en diciembre de 2013, que el escrutinio tendría lugar el 9 de noviembre de 2014. En él se incluirán dos cuestiones: «¿Desea que el Cataluña sea un Estado?» y, si la respuesta es sí: «¿Desea que este Estado sea independiente?» El gobierno español se opuso inmediatamente a este referéndum, alegando que la Constitución no lo autoriza. «Artur Mas quiere convencer a las instituciones y Estados Europeos, para que empujen a Mariano Rajoy a aceptar el referéndum», explica Albert Royo, secretario general de Diplocat, el organismo catalán de diplomacia pública.
Así, a principios de enero, Artur Mas escribió una carta a los 27 Primeros Ministros europeos - excepto Mariano Rajoy - para pedirles que apoyen su referéndum. «Artur Mas se reune con un Ministro de Asuntos Exteriores o un embajados cada semana —insiste Marti Estruch Axmacher— Y el personal del servicio de asuntos exteriores hace un gran número de viajes.» Desplazamientos que se llevan a cabo discretamente, para evitar que «Madrid fruste nuestros esfuerzos».
El gobierno también puede contar con la ayuda de Diplocat. Puesto en marcha en noviembre de 2012, este instituto tiene como objetivo «contruir relaciones entre los catatalanes y los cuidadanos de otros países». Lo que se traduce en organización de visitas y seminarios en Barcelona, así como conferencias sobre el referéndum catalán en el extranjero.
LOS CIVILES TAMBIÉN SE UNEN
En lo que se refiere a la sociedad civil, las asociaciones independentistas apuestan, ellas también, por la internacionalización de su causa. «Pero se trata de un movimiento independiente del gobierno», insiste Muriel Casals, que preside la asociación cultural Omnium Cultural. En su opinión, los independentistas deben «manifestarse en España, y explicar la situación en Bruselas.» Así, en diciembre de 2012, su asociación se presentó en el Parlamento europeo, para encontrarse con diputados de varios grupos políticos.
Las asociaciones catalanas también se interesan mucho por los medios de comunicación extranjeros. Así, el Collectiu Emma decidió escribir sistemáticamente a los medios cuyos artículos juzgaban inexactos o incompletos. «Hace algunos años, la información salía, sobre todo, de Madrid —recuerda Eugeni Casanova Solanes, profesor de periodismo y miembro de Collectiu Emma— Muchos medios ven a Cataluña como una región secesionista, que solo piensa en su dinero».
Omnium Cultural y Collectiu Emma también han contribuído, junto con otras 12 asociaciones, a la creación de una web pedagógica: El Clauer, que significa«el llavero». Disponible en español, catalán e inglés, la web se presenta como una lista de preguntas/respuestas: «¿La Cataluña independiente será una monarquía o una república?», «¿Cuál será el sistema de protección social?», e incluso «¿El Barça seguirá jugando en la Liga española?» La web ha dado lugar a un libro, del que dispone Marti en su despacho, y que distribuye a sus visitantes.
AL FINAL, ¿SE TRATA DE UnA dEcisiÓN PURAMENTE polÍtiCA?
A pesar de todos estos esfuerzos, la mayoría de los estados europeos se encuentrar, de momento, al margen de la cuestión catalana, considerando que se trata de una cuestión de política interior española. La Comisión Europea y Herman Van Rompuy, presidente del Consejo europeo, han insistido varias veces en que, si Cataluña se convirtiera en un Estado independiente, saldría automáticamente de la Unión Europea. Y, por tanto, para volver a entrar en ella, debería recibir el apoyo de todos los Estados, incluído España.
«Ningún país nos apoyará explícitamente antes del referéndum, juzga por su parte Albert Royo. De momento, solamente pedimos a los países extranjeros que observen y que adopten una posición neutra.» El libro El Clauer, prefiere insistir sobre la importancia de los compromisos: «la mayoría de los expertos subraya que la adhesión de Cataluña a la Unión europea dependerá de una decisión esencialmente política, tomada por los jefes de Estado y de gobierno».
Declaraciones recogidas por Jean Comte, en Barcelona.
Translated from Quand la Catalogne drague l'Europe