Córdoba, candidata a ser Capital Europea de la Cultura
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En Julio de 2011 se conocerá la ciudad española que será Capital Europea de la Cultura en 2016 y Córdoba es una de las candidatas que más opciones tiene.
El Parlamento y la Comisión Europea eligen a dos ciudades europeas otorgándoles el título de Capital Europea de la Cultura. Cada año, una ciudad de la Europa de los 13, y otra de la Europa de los 27. El otro país que acompañará a España en 2016 será Polonia (donde las que más papeletas tienen son las ciudades de Lublin y Wroclaw ). En la primavera de 2012 tendrá lugar la designación formal de las dos ciudades por parte del Consejo de Ministros de Cultura de la UE, aunque se suele respetar la decisión tomada por el Parlamento y la Comisión.
La ciudad elegida tiene la oportunidad de mostrar durante todo un año su desarrollo y vida cultural al resto de Europa y el mundo, para ello, debe asegurar la dimensión y vinculación europea de la ciudad y la cooperación e implicación ciudadana. La idea fundamental es resaltar la riqueza y diversidad de las diferentes culturas europeas y los elementos comunes compartidos, así como promover el entendimiento entre los ciudadanos de la Unión.
Son múltiples los beneficios que aporta la capitalidad europea a la ciudad, entre ellos el aumento de los hábitos de consumo cultural, mayor cohesión social y diálogo intercultural, incremento en el “orgullo ciudadano” y sentimiento de pertenencia y, evidentemente, una oferta cultural mucho más amplia y variada en pro de la población de la ciudad electa.
Pero hay que tener en cuenta otras consecuencias importantes que no son culturales: el aumento del número de turistas, tanto el año en cuestión como en el futuro, mejora de infraestructuras, mayor visibilidad internacional, mejora de la imagen de la ciudad, creación de empleo, desarrollo urbano, etc.
Córdoba es una de las ciudades favoritas de cara a la fase final del proceso de elección al que también han llegado otras cinco ciudades españolas: Burgos, Segovia, Las Palmas de Gran Canaria, Zaragoza y San Sebastián. Para ser la elegida tendrá que pulir algunos detalles prestando atención a las críticas hechas por el comité de selección, una de ellas es que el proyecto estaba demasiado basado en la historia de la ciudad, algo casi inevitable tratándose de Córdoba.
Sin embargo, su baza fundamental será la implicación ciudadana, con una ciudad volcada en el proyecto y una red de voluntarios prestos a entrar en acción en cualquier momento, siempre en contacto gracias a las redes sociales. Aún le queda medio año de preparación a la candidatura para convencer a Europa de que Córdoba debe ser la capital cultural europea en 2016 como ya lo fue hace ocho siglos.