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Contrarrevolución en las camas checas

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n- ost

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Default profile picture Luis González Vayá

¿Quién dijo que los jóvenes son más lanzados que sus padres? Al menos si hablamos de sexualidad, los padres checos no tienen de qué preocuparse con sus hijos. Se aproximan a la sexualidad con mucho más cuidado de lo que solían hacerlo ellos

© detritus/ flickrLos checos tienen fama de estar sexualmente muy liberados. Las revistas porno se venden a granel en los quioscos –a la vista de todo el mundo, incluidos los niños-. Buscar contactos sexuales por Internet no es un problema: al menos veinte páginas a este fin en checo te guían. La publicidad televisiva para todo tipo de productos juega a menudo con el doble sentido. El eslogan de una marca de champán dice, por ejemplo: "También los hombres tienen días de esos". Resulta interesante ver que prácticamente todas las mujeres checas lo encuentran divertido y nada escandaloso.

Infieles, sí, pero menos

Esta aparente despreocupación ya era notoria hace diez años, cuando la primera encuesta de ámbito nacional sobre sexo acaparó titulares. Dos tercios de los hombres casados y la mitad de las mujeres casadas admitían tener relaciones extramatrimoniales. Sin embargo, la alta tasa de divorcio, del 50%, tenía poco que ver con esto. Como motivo principal para la separación no se aludía a la infidelidad conyugal, sino a "diferentes proyectos vitales".

© Jon Whitton/ flickrPor lo que respecta a la infidelidad, en los últimos diez años la cosa ha cambiado mucho. Entre los casados, solo el 55% de los hombres y el 34% de las mujeres admitieron en la última encuesta haber sido infieles a su pareja en la cama. Sigue siendo un porcentaje muy alto a nivel europeo, pero un claro descenso en términos checos. Los hombres, según el estudio, son en la mayoría de los casos 'infieles ocasionales'. Las mujeres, por su parte, suelen optar por amantes de larga duración.

¿Sexo en el coche? ¡No con los checos!

Hace diez años, el 55% de los checos y el 34% de las checas admitía tener encuentros extramatrimoniales

Los sexólogos apenas encontraron diferencias con la encuesta anterior en lo que a la edad de iniciación se refiere. Tanto las chicas jóvenes como los chicos tenían sus primeros contactos con 15 primaveras. Un año más tarde empieza la exploración del cuerpo del otro sexo. El primer 'magreo' tiene lugar entre los jóvenes checos a los 17, y el primer contacto 'serio' a los dieciocho. A diferencia de sus padres, los jóvenes de hoy se ponen manos a la obra con más precauciones. Para el 35% usar condón es una cuestión de honor. En la generación de sus padres el porcentaje era del 19%. También el número de aquellos que cambian a menudo de pareja está en descenso. A diferencia de, por ejemplo, sus homólogos americanos, los jóvenes checos no viven su primera vez en un coche, sino más bien al aire libre, en los chalés de los padres o en sus casas.

Las carencias de la educación sexual

© Vidiot /flickrPese a la liberalidad que desprenden sus hábitos culturales, la educación que los jóvenes reciben de sus padres sigue siendo insuficiente. Solo el 15% de los chicos y el 20% de las chicas son introducidos a los misterios de la sexualidad por sus padres o la escuela. El 40% de los chicos y el 30% de las chicas se orientan por las 'experiencias' de sus amigos. La escuela se comporta todavía hoy de manera bastante puritana: a la hora de enseñar sobre sexo, los chicos y las chicas son higiénicamente separados. Internet –en otros aspectos la fuente de información más importante- no es de los sitios más frecuentados para saciar sus inquietudes sexuales.

Otro dato de la encuesta llama la atención, a pesar de lo liberales que son los checos en lo que a sexo se refiere, muchos tienen antes como ahora un problema con la homosexualidad. El 60% ven las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo como 'normales'. El resto las ve problemáticas.

¡Y el tamaño ni importa!

Por último, la encuesta incluía una pregunta sobre el tamaño del miembro masculino. A escala global, los hombres (y sobre todo las mujeres) deberían contentarse con 12,5 centímetros. Y solo un 16% de las mujeres checas desearían tener un hombre con un gran pene. Dos hombres (al parecer situados muy en la media) que escribieron conjuntamente un mensaje en la revista Lidove noviny respiraron de manera notoria más tranquilos en este punto: "Con eso podrían contentarse todas. ¡Queremos más encuestas!".

Del corresponsal de n-ost Hans-Jörh Schmidt (22.04.2009, Praga)

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Translated from Konterrevolution in tschechischen Betten