“Con la presente oleada populismo en Latinoamérica, no se puede descartar nada”
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victoria bembibreArtur Gruszczak, Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Jagellonian, habla con cafebabel.com sobre las complejas y difíciles relaciones entre Europa y Latinoamérica.
Desde la Cumbre de Río de Janeiro en 1999, las relaciones entre Bruselas y América del Sur ingresaron en una nueva dinámica. El Dr. Gruszczak explica los objetivos principales de la “alianza estratégica” establecida en 2003 y las posibles consecuencias de la emergencia de líderes de izquierda en el continente americano.
¿Podría Europa ser el modelo para América del Sur?
Por un lado, a causa de las divisiones culturales entre las dos áreas, sin mencionar sus distintas posiciones estratégicas y sus diferentes roles en la globalización, puede ser difícil para Latinoamérica seguir el modelo de Europa. Por otra parte, la fuerte historia comunitaria, la cultura compartida de ideas y el ejemplo de cooperación dado por los países europeos ejercen una fuerte influencia en Latinoamérica.
Europa es un ideal muy atractivo para Latinoamérica, pero seguirá siendo sólo eso, un modelo imposible de alcanzar. Si comparamos las situaciones de Argentina y España en los años cincuenta, podemos ver que hay un alza significativa en el nivel de bienestar y un ritmo más rápido de modernización en Argentina. Sin embargo, hoy hay una enorme brecha económica entre Europa y Latinoamérica. Esta diferencia se debe a la existencia de un gobierno eficiente y una integración europea. Europa, como zona de estabilidad con un fuerte Estado de bienestar, es vista como un punto de referencia para los países latinoamericanos.
¿Las relaciones entre la Unión Europea y América del Sur son sólo comerciales?
Las relaciones se dan en muchos niveles. Económicamente, el intercambio de bienes es muy asimétrico y las inversiones europeas en Latinoamérica juegan un rol importante. Sin embargo, es cierto afirmar que las relaciones económicas no están en el primer plano hoy.
En el plano político, durante muchos años la Unión Europea se ha comprometido con América Central y ha ofrecido ayuda humanitaria a la región. Es más, la Unión Europea ha apoyado el proceso de democratización en Latinoamérica. Iberoamérica, con España y Portugal, ha sido importante para abrir el diálogo político, como también lo fue la serie de cumbres entre Latinoamérica y la Unión Europea hacia el final de los años noventa.
El intercambio social entre los países también es vital. De acuerdo con su política de inmigración, la Unión Europea apunta a incrementar la ayuda a países que generan gran inmigración hacia Europa. Al mismo tiempo, Europa hace lo mejor que puede para crear oportunidades de inmigración legal para los que cuentan con un buen nivel de instrucción.
¿Qué importancia tiene América del Sur para la Unión Europea?
La Unión Europea es un actor global que ambiciona jugar un papel activo en el mundo. Así, Latinoamérica tiene una significativa importancia. Esta importancia emerge de la larga Historia de contacto entre las dos áreas. Este es el caso sobre todo desde 2003, cuando la Unión Europea se comprometió a crear un mundo mejor y más seguro en su documento: Un mundo mejor. Estrategia de Seguridad Europea. Para crear seguridad tenemos que luchar contra la pobreza, la opresión, la violencia y el terrorismo. Todos estos problemas se dan con abundancia en América del Sur. Estas son las razones por las que la Unión Europea está decidida a ponerle fin al conflicto en Colombia, por las que está decidida a luchar contra la producción de drogas y a apoyar las iniciativas civiles que protejan los Derechos Humanos.
¿Podría Europa convertirse en un socio económico serio para el Mercosur?
La Unión Europea es el socio comercial más importante para los países del MERCOSUR, y se está volviendo todavía más importante. La Unión Europea exporta en la actualidad el 25% de las mercancías que entran en el Mercosur.
¿Cuáles son las potenciales consecuencias del resurgir de los gobiernos de izquierda en Latinoamérica?
La creciente popularidad de la izquierda en Latinoamérica debe entenderse como una búsqueda de un nuevo modelo de desarrollo, una alternativa al modelo neoliberal promovido por Estados Unidos. Quizás este fenómeno también signifique el abandono de la nostalgia por Europa. En su lugar, es posible que la alianza estratégica se instrumentalice en el futuro por parte de Latinoamérica.
No obstante, la alianza que hoy construye Hugo Chávez es aún muy frágil para debilitar el diálogo entre América Latina y la Unión Europea. Pero con la presente oleada de sentimiento populista en Latinoamérica, no podemos descartar nada.
Translated from UE: niedościgniony ideał?