Cine y comida: una receta de amor sin límite
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Si según la chef estadounidense Julia Child, la gente que ama comer es, por normal general, la mejor gente, ¿qué pasa con quienes además adoran el cine? Recorrido gastronómico por siete películas europeas elegidas por vosotros, para quienes es difícil elegir entre una escena de suspense o una lasaña.
"Soul kitchen [Cocina con alma]", Fatih Akin (Alemania), 2009
Del cielo al infierno hay sólo un paso. El realizador turcoalemán Fatih Akin presenta esta tragicomedia en la que Zinos e Illias, dos hermanos de origen griego, deciden abrir en Hamburgo una taberna con mucha alma, mucha música y muchos desencuentros. Una historia sobre la inclusión social, la amistad y la búsqueda de un porvenir en un entorno que está bastante lejos de ser perfecto. Still one place to go [Queda aún un sitio al que ir]... que decían The Doors en su canción Soul kitchen... ¿Casualidad?
"Mazurek [Pastel de Pascua]", Julia Kolberger (Polonia), 2013
Se abre el telón y aparecen las manos de Urszula echando mantequilla, huevos y harina a un recipiente de cristal. Su marido se le acerca y le pregunta por qué está haciendo un pastel a las 05:48 de la mañana. El motivo: su hija Ada viene de visita y no lo hace sola, le acompaña su prometido. Lo que la familia no sabe es que el futuro marido, para sopresa de todos, es un hombre 30 años mayor que ella. Lo que iba a ser un desayuno, se convierte en una cena.
"La graine et le mulet [Cuscús y pescado]", Abdellatif Kechiche (Francia), 2007
Viaje al norte de África sin moverse del sur de Francia. Kechiche, que ya ha demostrado en otras ocasiones que detrás de las escenas en las que se come hay algo de cautivador -e incluso de obsesivo-, como en La vie d'Adele (2013), retrata en esta ocasión a Slimane, un padre de familia divorciado de origen tunecino cuyo deseo es abrir un restaurante en un barco antiguo. Entre obstáculos burocráticos, conversaciones acaloradas y platos de cuscús con pescado, se llega a un final que demuestra que la vida, a veces, tiene tanto de absurdo como de emocionante.
"18 comidas", Jorge Coira (España) 2010
¿Quién no ha vivido en su vida algún momento tenso en torno a una mesa y ha dicho eso de: "bueno, mejor dejémoslo estar y sigamos comiendo"? Esta película, dirigida por Jorge Coira, es un homenaje a todos esos momentos de apariencia irrelevante que, sin darnos cuenta, forman parte de la rutina. Seis historias en las que sus personajes desayunan, comen y cenan (de ahí 18 comidas) entre llantos, enfados, sorpresas y amores frustrados. Es un guiño a los sentimientos, a la importancia del buen comer y, por supuesto, a Galicia.
"Babettes gaestebud [El festín de Babette]", Gabriel Axel (Dinamarca), 1987
Babette llega desde París a una aldea remota de la Dinamarca del siglo XIX, en la que la religión es el centro de todas las cosas. Un día, para agradecer el buen trato que ha recibido en el pueblo, decide organizar un festín compuesto por los mejores manjares franceses con los que demostrar que el paraíso también puede ser algo terrenal. Los comensales intentarán guardar las apariencias y la compostura hasta que los efectos de la comida comiencen a hacerse notar y no puedan ocultar lo evidente: uno puede ser muy feliz comiendo.
"Politiki Kouzina [Un toque de canela]", Tassos Boulmetis, (Grecia), 2003
Canela, pimentón, sal y pimienta, en una historia ambientada en Estambul, que para algunos es un claro ejemplo de "cocina política". En los años 50, el joven griego Fanis Iakovidis es deportado junto a su familia a Grecia. Su abuelo, turco de origen, se quedará en Estambul en su pequeña tienda de ultramarinos. Fanis no descubrirá hasta muchos años más tarde, en un viaje a la capital turca, que en torno a las especias hay un mundo casi místico que parece escaparse de nuestras manos. Retrato de una Europa mediterránea marcada por los estereotipos, los acontecimientos políticos y, como siempre, el arte de la cocina.
"Mine vaganti [Tengo algo que deciros]", Ferzan Özpetek (Italia), 2010
Para cada momento de la vida hay una receta italiana. ¿Cuál sería el plato principal de una comida familiar que va a acabar patas arriba? El realizador turco-italiano Özpetek nos adentra en el corazón de una familia convencional propietaria de una fábrica de pasta, donde cada personaje es un mundo por sí solo. En el centro del asunto: Tommaso y su orientación sexual. ¿Qué pasará? Hay que verla hasta el final.
Pero esto no acaba aquí. Para los amantes de la animación, como Ratatouille se salía de la lista por ser estadounidense, proponemos este corto francés titulado Al Dente, del que cada uno, puede sacar sus propias conclusiones ¡Que aproveche!