Chinatown en Manchester, ¿símbolo de multiculturalidad o un gueto?
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Conocida como la aldea china del norte de Inglaterra, el barrio es hoy en día uno de los más peculiares y turísticos de Manchester y el segundo más grande de Inglaterra, después del de Londres.Uno de los distintivos multiculturales más curiosos de la ciudad, es a su vez una comunidad que permanece recluida en sus propias fronteras
Su principal emblema es el arco chino de la Dinastía Imperial Ming, custodiado por una gran cantidad de restaurantes y negocios, actúa como el principal reclamo para el visitante. Pintado en rojo y dorado, está decorado con las representaciones del Dragón y del Phoenix, símbolos de la buena suerte. En 1987 China se lo regaló a Manchester, convirtiéndose en el primer arco original chino de Europa.
Actualmente, Chinatown es la huella monumental asiática más visible en esta ciudad industrial, que ha experimentado grandes cambios en su fisionomía y en su población durante los últimos 20 años. La población de este continente tiene una importante presencia, debido no sólo a su histórica relación migratoria con la ciudad, sino también debido al auge de las universidades, capaces de atraer a un gran número de estudiantes de todas partes del mundo.
Es el caso de Ting, un chino de 22 años, que ha estudiado empresariales en la Universidad Metropolitana de Manchester y que actualmente se plantea estudiar un master. Tras cuatro años viviendo en la ciudad, reconoce que no se ha relacionado de manera habitual con ingleses, en parte porque la distancia cultural entre ambas comunidades hace difícil la comunicación. Ting confiesa que quizás podría haber mejorado su inglés durante todos estos años, pero a su vez opina que los británicos tampoco muestran un gran interés por la cultura china. “Los ingleses se pueden sentir interesados por otras culturas europeas más cercanas, pero la nuestra es totalmente diferente”.
"Los ingleses se pueden interesar por otras culturas europeas más cercanas, pero no tanto por la china"
La integración real es un asunto complicado que requiere de tiempo, a pesar que tradicionalmente Manchester ha recibido un gran número de inmigrantes chinos en el pasado. Los primeros llegaron en los años 50, procedentes de los asentamientos rurales del clan Hakka, en Hong Kong, en busca de unas mejores condiciones salariales. El gobierno de Hong Kong había vendido sus tierras para abastecer a una población cada vez más extensa y los Hakka pasaron de ocupar una posición privilegiada en la comunidad agrícola a tener que trabajar en fábricas cobrando sueldos precarios. Esta situación les llevó a emigrar al Reino Unido. Sin embargo, no fue hasta los años 60 y 70, cuando se empezaron a ver las consecuencias reales de la oleada migratoria, al proliferar una gran cantidad de restaurantes y negocios chinos en el centro de la ciudad.
Integración y comida cantonesa
Hoy en día, la búsqueda de mejores condiciones salariales sigue siendo el motivo fundamental que impulsa a la comunidad china a viajar hasta Inglaterra. Es el caso de Chan, de 32 años, que trabaja de camarero en Tai Wu el restaurante cantonés favorito de la comunidad asiática en Manchester, situado en Oxford Street. “Sólo volveré a Hong Kong de visita, tengo claro que quiero quedarme, después de seis años viviendo aquí. Tengo una niña de siete meses y me gustaría que fuera a un colegio inglés”. En ese sentido, Chan tiene claro que la educación, el trabajo y el correcto aprendizaje del inglés son las principales bazas para integrarse. Algo que debería ser más fácil para las siguientes generaciones.
Si hay algo que caracteriza a Chinatown es la gran cantidad de restaurantes de comida para llevar y de buffet libre, donde por un precio muy económico se puede degustar un menú variado y abundante. También es posible encontrar en el barrio comida japonesa, tailandesa y nepalí. Concretamente Chan tiene predilección por el restaurante japonés Wasabi, un sushi bar donde se pueden degustar menús de pescado fresco a un precio muy asequible.
En ese sentido, la gastronomía es el punto de encuentro entre la comunidad asiática y el resto de los habitantes de la ciudad. Brandon, de 33 años es un autóctono de Manchester que confiesa sentir especial predilección por el barrio. “Es un lugar ideal para pasear y tomarse tranquilamente un café, en un entorno que es totalmente diferente. De Chinatown me atrae la diferencia. Uno de sus lugares favoritos es la panadería Wong, Wong, situada en Princess Street, donde es posible degustar unos sabrosos pasteles de frutas y miel, aunque su favorito es el roast pork, elaborado con carne de cerdo.
No hay duda que pasearse por Chinatown es sumergirse en un entorno colorido y multicultural. Un entorno de contraste y de sabores. Muestra una ciudad joven y dinámica, que ha sabido afrontar el fenómeno migratorio con naturalidad, aunque la integración sea todavía un tema complejo.
Fotos: principal por ©mattwi1s0n /Flickr; arco por ©Virginia Fernández; negocio © ~Duncan~ / Flickr