Brancaccio: la mafia en un cómic
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Nadya Gil RubialesClaudio Stassi y Giovanni di Gregorio, son el autor y el dibujante de Brancaccio, un cómic que trata de la mafia, que ya ha sido traducido al francés y al español. Ambos viven en Barcelona, desde donde hablan de Italia y sobre todo de Sicilia, para analizar las razones: “El comportamiento mafiosa prevalece, porque es necesario para vivir, y la cultura mafiosa se refuerza”. Entrevista
Para encontrar un lugar tranquilo donde hablar, hemos tenido que recorrer medio centro histórico de Barcelona. Al final, nos hemos dirigido al 'tranquilísimo' restaurante Romesco: cocina tradicional, olor a fritos y humo, pero el ambiente familiar no traiciona nunca. De regreso del Festival del Cómic de Angulema ( del 29 de enero al 1 de febrero), me encuentro hablando con los dos autores del cómic Brancaccio, publicado en el 2006 y traducido al francés y al español.
Brancaccio como Gomorra
Claudio Stassi, 31 años, y el dibujante Giovanni Di Gregorio, 34, cuentan en Brancaccio pequeñas historias entrelazadas de la vida cotidiana, con el niño Nino como hilo conductor. Todo transcurre en un ambiente impregnado por la mafia, no aquella de los gángster o de los cientos de kilos de bombas, si no la más persistente, permanente, cotidiana. “Brancaccio en realidad lo hemos escrito solo entre los dos, solo un dibujante siciliano podía hacer posible aquellos escasos diálogos donde una mirada es suficiente", explica Giovanni. Brancaccio es un barrio de Palermo donde hablaba, luchaba y murió asesinado el Padre Puglisi, y donde Claudio ha vivido durante 30 años: “Hacer este cómic ha sido el modo de decir todo aquello que pensábamos de nuestro barrio. Ha sido una manera de sacar fuera demasiadas cosas que llevábamos dentro”. La cotidianidad de la historia de Brancaccio, me arriesgo a decir, se parece a la manera en la cual son narradas las vivencias de los personajes de la película (no del libro) de Gomorra. “Están seguramente las ganas de hablar de lo cotidiano, come en la película”, precisa Giovanni, “pero Gomorra es seguramente más violento. Nuestra intención es la de no mostrar la sangre o una pistola. No queríamos meter en medio los asesinados”.
En Sicilia cada acto público es casi imposible
También porque desde el 1993 no han habido muchos homicidios en Sicilia, me hacen dicen: todo se está prorrogando por un pacto de hierro político-mafia. El mafioso ahora no guía más al político, es el mafioso el que se dedica a la política y es la política la que se convierte en mafia. “¿Por qué entonces Provenzano, casualmente ha sido detenido cuando se elegía al nuevo gobernador?”, preguntan los dos. ¿Qué impacto tiene la mafia en la vida diaria, cómo se hace notar?, Claudio explica que “para cualquier cosa debes tener un padrino, de otro modo cualquier acto público es imposible, incluso para coger cita para una visita al hospital. Y dado que el comportamiento mafioso prevalece, porque es necesario para vivir, la propia mafia sale reforzada, la cultura mafiosa se refuerza”. “ En Palermo, el 80% de los comercios pagan el pizzo (impuesto de la mafia)” prosigue Giovanni, “cada vez que haces la compra, en realidad, refuerzas a la mafia…”. ¿E iniciativas como aquella de la Confindustria, que ha decidido expulsar a cualquiera que continúe pagando? “Buena iniciativa, pero ¿cómo haces para verificar quién paga y quién no?”
Giovanni y Claudio se apresuran a puntualizar que no tienen en la mafia la única o principal influencia de su creatividad. Aunque Claudio, en la misma línea, ha dibujado también para Per questo mi chiamo Giovanni (Fabbri, 2004), basado en el libro de Luigi Garlando, donde un padre explica al hijo quién era Giovanni Falcone. “Pero ahora estoy concentrado en la serie John Doe, ¡siguiendo las órdenes de los dibujantes!” bromea. “Yo, la inspiración la cojo de cualquier cosa”, dice por el contrario Giovanni, que trabaja también en el equipo Bonelli como supervisor de Dylan Dog y Dampyr. Oficio curioso el suyo, al cual Claudio se ha acercado desde hace mucho tiempo, con la licenciatura de Bellas Artes en Palermo, y al que por el contrario Giovanni ha llegado definitivamente después de haber estudiado cooperación y… ¡un doctorado en química!
La crisis es buena para el cómic
Pero, ¿cómo está considerado el cómic en Europa, y qué rol puede tener en tiempos de crisis? “en el 29 el cómic iba muy bien”, dice Claudio, “en tiempo de crisis la gente se libera de todo, menos de la diversión”. “Sí, pero sí hay una relación equilibrada entre el entretenimiento y el precio del mismo”, puntualiza Giovanni, “el problema es que las novelas gráficas tienen un precio demasiado alto para 50 páginas de entretenimiento”. El potencial del cómic no está muy explotado, ¿o me equivoco? “ En Francia el cómic es una forma de arte”, dice Giovanni. “El dibujante tiene tanta dignidad como un escritor, el cómic está igual de considerado que un libro. En un programa de orientación profesional para jóvenes que vi en televisión, ofrecían como opciones: médico, abogado, periodista y dibujante de cómic. En Italia está visto como puro entretenimiento, con una gran obsesión por la legibilidad y poco crítica seria, mientras en España hay un cierto renacimiento ahora, aunque el mercado es escaso”.
Giovanni hace años que dejó Palermo: “Barcelona concilia lo mejor del norte y del sur de Italia, hay trabajo, burocracia y los hospitales funcionan, pero la ciudad está hecha a la medida del hombre, la comida se parece a la nuestra y hay calor humano… ¡sobre todo gracias a los inmigrantes!” También Claudio se está mudando, dejando su puesto en la escuela del cómic palermitana: "Mi deseo, desde los tiempos de mi erasmus en Valencia, era vivir en España. Eso sí, me voy porque no puedo soportar que Sicilia se haga tratar así, convirtiéndose en el juguete de Berlusconi ¿Qué te parece a ti que en las últimas elecciones para elegir al gobernador, entre un casi condenado por mafioso y un símbolo de la lucha contra la mafia (Raffaele Lombardo y Rita Borsellino), haya vencido el primero con el 60%?”. Emigrar no es fácil… “También sé que nuestro cometido principal no es este”, responde Giovanni, “en el fondo, nosotros escribimos cómics”.
Translated from Brancaccio: la mafia in un fumetto