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Bodas "verdes": ¿Un cuento de hadas en Estrasburgo?

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Translation by:

Yasmina Guye Sancho

Sociedad

¿Una boda, el día más feliz de toda una vida? Quizás lo sea para el ser humano, pero para el medio ambiente no lo es. Basta con pensar en la montaña de escombros que se acumulan tras la ceremonia.

Desde hace poco, se ha puesto de moda en Europa una tendencia originaria del continente americano: las bodas “verdes”; es decir, bodas en las que todo es biológico y ecológico: desde la vestimenta hasta el banquete pasando por la peluquería. Nos reunimos en Estrasburgo con una pionera de esta tendencia, Caroline Lindenlaub (creadora de vestidos de boda ecológicamente éticos).

Caroline Lindenlaub me recibe en su apartamento-taller de Souffelweyersheim, a las afueras de Estrasburgo. El lugar es de ensueño, el sol brilla, todo es verdor, ni un sólo coche alrededor. Aquí es donde esta diseñadora treintañera tuvo la idea, en 2006, de crear Aranel, su propia marca de vestidos de novia ecológicamente éticos. Es decir, vestidos de novia cuya creación pasa por el comercio justo y el respeto del medio ambiente. Así pues, esta diseñadora trabaja con materiales naturales, reciclados en su mayoría, y encarga la seda que utiliza a una cooperativa que también practica el comercio justo. Este concepto encaja con su personalidad: “vestidos de boda porque soy una soñadora nata y ecológicos porque respeto el medio ambiente a diario”. Hoy en día, Caroline Lindenlaub crea una veintena de vestidos por año, incluido algunos trajes (pocos) para los hijos de la pareja y para el novio. La moda de las bodas ecológicas le es provechosa pues “antes no éramos muchos” y aún hoy en día la lista de diseñadores adaptados a las bodas “verdes” es corta. De hecho, los clientes de Caroline Lindenlbaud son de Estrasburgo, pero también son muchos los que vienen de la región parisina y ella incluso estuvo una vez en Roma. ¿Una forma de escapar de la gran ciudad? “Puede”.

Lo primero que he aprendido durante esta entrevista es que es casi imposible encontrar una boda cien por cien « verde ». Puesto que ya le había preguntado a Caroline Lindenlaub si sus clientes organizaban festejos ecológicos y que la respuesta había sido no, decidí darme una vuelta por las tiendas bio de las callejuelas pintorescas de Estrasburgo: servicios de catering y restauración, peluqueros, esteticistas… todos me dieron la misma respuesta: ¡no! Pero aún quedan esperanzas pues según Caroline Lindenlaub, algunos de sus clientes con ideales ecologistas quieren que esta filosofía prevalezca en su boda. Así pues, la mujer que contesta a mis preguntas “muy sensibilizada ante la situación medioambiental” quiere ante todo que el banquete sea “verde”. O sea, una boda verde oscuro no es factible, una verde clarito, si

Pero, ¿en qué consiste una boda "verde"?

Las bodas “verdes” no abundan por una sencilla razón: son muchos los que no tienen ni idea de las pautas que deben seguir para ser 100% ecológicos. Una de las clientes de Caroline Lindenlaub se enteró de que Aranel existía “por casualidad”. E incluso los prestatarios de servicios ecológicos a los que pregunten sobre el concepto estaban sorprendidos. Sin embargo, ¿Porqué no se reemplaza la limusina nupcial por un “Eco’pouss” de Estrasburgo (un tándem de tres plazas con batería)? ¡Se trata de un servicio apropiadísimo para una boda!

La falta de bodas ecológicas también se debe a la falta de ecologistas. Las parejas que optan por una boda “verde” aún no son ecologistas convencidos. De hecho, a menudo lo “verde” es secundario. Caroline Lindenlaub no lo niega: “Mi compromiso de crear vestidos de boda ecológicamente éticos es un además y no la razón principal”. Parece pues que lo principal sea ofrecerle a la cliente algo original y a medida pues no encuentra su dicha en los canales de distribución habituales. El mismo fenómeno se repite en las peluquerías, en los institutos de belleza y en los restaurantes: los clientes vienen para preparar su boda porque, de todas formas, necesitan estos servicios. El hecho de que sean bio generalmente lo descubren después.

Lo "verde" si caro...

Asimismo, la idea de que las bodas “verdes” sean carísimas es otro motivo. Sin embargo, y aunque pueda parecer sorprendente, no siempre es así: además de los vestidos de Caroline Lindenlaub, también hay peluqueros y maquilladores bio que ponen guapas a las novias por un precio equivalente al de sus colegas que no proponen servicios bio. Aún así, cabe decir que los costes de los servicios ecológicos nunca están por debajo de los precios del mercado. Al preguntarle a Caroline Lindenlaub, nos explica que sus tarifas no cubren ni su trabajo, ni el elevado costo de las materias primas pero que son necesarias pues el grupo de clientes meta actual tiene un presupuesto restringido. Para llegar a final de mes ha tenido que conservar una actividad secundaria. Bruno Alberto, propietario de la prestigiosa peluquería D’Alberto, situada en la plaza Kléber –corazón lleno de vida y chispa de la ciudad- nos da otro motivo: para las bodas, utiliza pocos productos, lo más importante es el trabajo y la experiencia del artesano. En el sector alimenticio, la realidad confirma el estereotipo sobre los precios: Yoan Abitbol, del restaurante Poêles de Carottes, y Arnaud Neyton, de la tienda bio La Marmotte, ambos con servicio de catering, hacen banquetes 100% bio que cuestan entre un 20 y un 30% más. En su pequeña y simpática tienda (con el logotipo de una marmota) Arnaud Neyton nos explica que ya le han contactado varias parejas que luego cambiaron de opinión por los precios.

EstrasburgoEn esta búsqueda de la boda ecológica perfecta, cada vez pongo más en duda el concepto de base pues una boda abarca tantas cosas que me parece casi imposible conseguir una celebración 100% verde (o casi). Caroline Lindenlaub esquiva la pregunta: “Al menos, podemos crear un vestido que sea más respetuoso con el medio ambiente”. Me marcho de Estrasburgo con una opinión mitigada: por una parte, parece que el mercado de las bodas “verdes” se esté desarrollando; por otra, muchos de los nuevos servicios que se proponen aparecen por motivos comerciales. Para retomar las palabras de Caroline Lindenlaub “Hay muchas marcas que siguen esta tendencia sin estar realmente convencidos por la ecología”. Quizás sea por eso por lo que no encuentro una boda bio, porque se trata de una moda creada por los medios de comunicación. No hace falta ser más verdes que verde o ultra verdes, con ser verdes clarito ya está bien.

Agradecimientos al equipo de Estrasburgo, ante todo a Tania por su paciencia y constante ayuda, y a Jean-Baptiste y a Yulia por alojarme.

Este artículo forma parte de Green Europe on the Ground 2010-2011, una serie de reportajes realizados por cafebabel.com sobre el desarrollo sostenible. Para conocer mejor el proyecto, Green Europe on the Ground.

Fotos: Portada (cc)corypina/flickr, Go Green (cc)AuntOwwee/flickr; Cupcake (cc) coreyann/ Flickr; Sarah und Peter ©Aranel

Translated from „Grün“ heiraten – ein Straßburger Märchen?