¿Bocadillos que se leen?
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Ni todos los bebés lloran del mismo modo, ni un alarido de dolor suena igual en todas las lenguas. La respuesta está en los comics
Según los expertos, el cómic nació un 16 de febrero de 1896, con la aparición en el New York Journal, de la tira de prensa The Yellow Kid (el Chico amarillo) que fue la primera tira de prensa en integrar los globos de texto (llamados bocadillosen España, aunque nadie se los coma) con los dibujos. O los fumetti , que dirían los italianos, por su similitud con una nube de humo. Los franceses los ven como burbujas (bulles), al igual que ingleses y alemanes que se refieren a ellos como speech bubble o sprechblase , respectivamente, lo que significa burbujas de diálogo.
En el noveno arte es muy frecuente el uso de onomatopeyas. A menudo podemos ver en alguna historieta de Mortadelo y Filemón a un bebé que no deja de llorar (¡Buaaaaahh!), de forma bastante similar a cómo lo hace uno polaco (¡buuuuuuu!). Claro que si se tratara de un 'piccolo' italiano el sonido variaría notablemente (¡ueueueeee!).
Las historias de súper héroes están cargadas de peleas y golpes. Los puñetazos ingleses hacen pow , mientras que una buena castaña ibérica suena a pum . El que recibe el correctivo en cuestión exclamaría de forma bien diferente según su nacionalidad. ¡Autsch!, gritaría un germano; ¡ouille! , un francés; y ¡ała!, un polaco.
Atención, este artículo se auto destruirá en cinco segundos. Cinco… cuatro… tres… dos… uno… ¡Boom! (inglés), ¡Puff!(alemán), ¡Bam!(castellano).
Visita el sitio del autor de las ilustraciones, Henning Studte.