¡Bienvenidos Refugiados!
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Belén Burgos HernándezEn un momento en el que la “crisis de los migrantes” sacude Europa, exacerbada por una guerra verbal sin precedentes y expuesta al peligro del cambio constante que rige la actualidad informativa, ¿qué queda de la encarnación de las luchas actuales? Algunas respuestas las encontramos en España.
Se trata quizá de una sensación compartida por muchos pero, en cualquier caso, la temporalidad de este último año y, en un sentido más amplio, de este último decenio parece haber tenido (y aún no ha terminado) una tonalidad de las más dramáticas en términos de actualidad internacional. En el menú: la “crisis de los migrantes” en Europa y la necesidad de luchar para evitar el inmovilismo y el olvido.
Los refugiados en el Gran Zapping de la actualidad
Toda lista con los últimos acontecimientos internacionales de naturaleza política, económica, social o humanitaria que se haga de una forma exhaustiva sería absolutamente impresionante: remontada del yihadismo en Europa, racismo, antisemitismo, Charlie Hebdo, Tianjin, seísmos, Grecia… En la avalancha de noticias en las que cada tema es continuación del anterior como las páginas de un libro, algunos acontecimientos preocupan todavía a la gente de forma unas veces traumática, otras veces sensacionalista.
A menudo se ha criticado este fenómeno en las redes sociales recientemente desarrolladas que dan rienda suelta a una información más accesible -y a veces suavizada-, en plataformas de difusión que amplifican literalmente las «noticias» y olvidan toda jerarquía de la información. Estas nuevas formas de comunicación, a partir de ahora totalmente generalizadas, inducen de vez en cuando a amalgamas e hipótesis sin límite. Pero, sobre todo, generan casi automáticamente el olvido a veces brutal, raramente progresivo, de acontecimientos contemporáneos.
¿Se trata de un juicio injustificado por la hipermediatización de la información que está en pleno apogeo? La verdad difícilmente puede ser cuestionada y viene a esclarecer los riesgos que conlleva la mediatización repentina y considerable de la crisis de los migrantes en Europa.
Europa: retórica parsimoniosa y crisis existenciales repetidas
La explosión repentina, pero finalmente bastante previsible, del número de personas que buscan refugio cerca de la bien llamada «Fortaleza Europa» figura en la lista de los fenómenos más discutidos del momento. Las duras palabras utilizadas para caracterizar a estas «masas» son legión, «masas» que no parecen ser bienvenidas en la mayoría de los Estados miembros.
En los primeros momentos de angustia se producen los intentos de escapatorias y los egoismos nacionales: c’est maintenant à qui parviendra le mieux à dégoûter tout réfugié de venir s’installer chez lui. Otra vez nos sumergimos en los entresijos de los, a partir de ahora, múltiples replanteamientos europeos. Sin embargo, aquí nos encontramos lejos de la crisis de adolescencia de tal tema político. En un momento en el que la Unión Europea se encuentra entre la espada y la pared, un callejón sin salida resultado naturalmente de una política migratoria desunida e imperfecta, solo puede apelar a la excusa de la inexperiencia y de la incomprensión.
No hay nada como una crisis humanitaria declarada y tratada durante demasiado tiempo de manera inadecuada para esperar de la UE nada más que planes frágiles y cifras arbitrarias de «reubicación». Sin dejarse llevar por grandes lecciones de moral, tenemos el derecho de esperar un poco de humanismo por parte de un poder regional que se aplica de manera muy distinta cuando se trata de hacer funcionar su mercado interior y crear nuevas zonas de libre intercambio.
Movilizaciones «prorefugiados» en España
En la calle Atocha de Madrid me encuentro con Marua, una chica dinámica de origen sirio nacida en España que participa hoy, junto a miles de personas, en la manifestación «Construyamos otra Europa». Una parte de su familia y de sus amigos permanecen en Siria y ella recibe regularmente noticias de su día a día allí. Para Cafébabel, vuelve a hablar de su compromiso para defender un trato mejor hacia los refugiaos y de sus expectativass con respecto a la Unión Europea.
- ¿Qué te parece que algunos hablen hoy en día de “la crisis de los migrantes”? ¿Qué significa eso desde tu punto de vista?
La «crisis de los migrantes» es un fenómeno que ya existía antes, pero que ha aumentado considerablemente en 2015 por el hecho de que muchas personas han tenido que abandonar su país de origen debido a problemas socioeconómicos e intentan llegar a otros países más estables. Según lo que yo sé, las raíces de esta crisis se encuentran en el conflicto sirio. De hecho, después de haberlo perdido todo por no haber recibido ayuda, e incluso después de haber sido agredidos por las potencias mundiales, los sirios abandonan su país poniendo en peligro su vida y la de sus seres queridos. Todo ello con la esperanza de que este «primer mundo», el inventor de los derechos humanos, les dé la oportunidad de vivir una vida digna.
- ¿Cuándo te has comprometido con los movimientos pacifistas y “promigrantes”, y por qué?
Soy de origen sirio y me he visto implicada en estos temas desde el comienzo de las primaveras árabes en 2011 porque mis padres y mis amigos, que aún permanecen en el país, nos cuentan lo que ocurre y cuánto sufren. He participado en todas las manifestaciones que han tenido lugar en Madrid y durante cinco años hemos pedido a las políticas y a los políticos que "por favor" detengan la masacre. Pero durante todo este tiempo hemos tenido la sensación de hablar en balde. Además, hemos intentado explicar a los españoles lo que pasaba en Siria, puesto que yo misma me temía que nadie tuviera idea de lo que pasa allí, en parte porque los periódicos no muestran casi nada.
- ¿Cómo percibes el papel de la Unión Europea en la protección a los refugiados? Según tú, ¿qué tendría que hacer la UE en materia de política migratoria?
El papel de la UE es primordial, pero no lo desempeña bien. La gente pide asilo político desde Siria, pero en general no lo obtienen. Por eso es por lo que acaban arriesgándolo todo con la esperanza de tener un futuro sin sufrimiento, aunque lo que encuentran es un nuevo portazo. A mi entender, la UE tendría que abrir sus fronteras en lugar de cerrarlas cada vez más escondiéndose detrás de excusas como el riesgo de un «efecto llamada». Creo también que el Tratado de Dublín II, que obliga a los refugiados a quedarse en el primer país al que llegan (normalmente Italia o Grecia) debería ser anulado.
- ¿Crees que España es diferente a otros países europeos en la forma de tratar el “tema de los refugiados”?
España está lejos de ser diferente al resto de países europeos. De hecho, invierte más en el control de las fronteras que en asistencia a los refugiados, con la excepción de los ayuntamientos de Madrid y Barcelona, que parece que quieren realmente ayudar a los refugiados.
- ¿En qué otras luchas te imaginarías involucrada?
Una cosa que me interesa y que me molesta es la manipulación mediática que se ejerce sobre los ciudadanos, ya que los medios difunden lo que les interesa y el resto nos lo ocultan. Además, la manera en que utilizan algunas palabras hace que fenómenos como la xenofobia o el racismo sean normales e incluso justificados en Occidente.
Continuará...
La «crisis de los migrantes» en Europa es indiscutiblemente un drama humano que tendrá repercusiones en los próximos años sobre las poblaciones y gobiernos europeos y más allá. Pero lo interesante aquí es saber si la «cuestión» de los refugiados continuará llenando portadas en el espacio político-mediático o si los tormentos de este periodo, como por desgracia en tantos otros casos, irán derechos a las mazmorras de la indiferencia o de la hipocresía.
Translated from Bienvenidos Refugiados