Berlusconi está muy triste
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Berlusconi no encuentra líderes fuertes en la UE mientras gobierna de la mano de quienes celebran el NO irlandés. Esto y más con nuestros breves de Bruselas.
Aquí Huston, llamando a Berlusconi
Silvio Berlusconi está triste por “la falta de brillo de Europa”. Echa de menos a Blair, Aznar y Chirac. “La UE necesita un empujón y yo me encargaré de dárselo”, ha rematado. Se da la circunstancia de que Gordon Brown, sucesor de Blair, ha hecho lo que este último no supo hacer, ratificar el Tratado de Lisboa; además, Chirac fue el dirigente que puso a su población francesa contra la UE durante el referéndum constitucional en 2005; a ello hay que añadir que Aznar tuvo bloqueado durante dos años el acuerdo para la Constitución Europea junto a los hermanos Kazcynski de Polonia. Por último, los nuevos socios de gobierno de Berlusconi, la Liga Norte, han celebrado con champán el NO irlandés. Cabe preguntarse si el empujón de Berlusconi será hacia un precipicio.
Eurostat kafkiano
Eurostat acaba de publicar una encuesta sobre el gasto familiar de la UE27 en… 2005 (¡¿?!). En ella se anuncia a bombo y platillo que los hogares europeos dedicaban (en 2005) más del 50% de su presupuesto a pagar la hipoteca de la vivienda y los alimentos familiares. Toda una primicia tres años después, hoy, enfilando el segundo semestre de 2008. Más si cabe teniendo en cuenta que la situación de la vivienda y los alimentos ha cambiado de forma radical en los últimos tres años, en plena crisis alimentaria e hipotecaria.
El decálogo del Partido Popular Europeo
El PPE, el más numeroso de la eurocámara y el único que acoge a parlamentarios de los 27 países miembro, prepara ya su estrategia de comunicación para las elecciones europeas de 2009. Acaba de publicar su avance de programa electoral bajo el título de ‘Decálogo del PPE: estrategia política para 2008-2009’. Así, marca las líneas prioritarias de su acción: seguir con la actual política de inmigración, reactivar la relación trasatlántica, dotar a la UE de recursos financieros propios, un mercado único del sector de los transportes y la defensa del modelo social europeo. Eso sí, también apoya la posibilidad de ampliar la semana laboral a más de 60 horas.
Lisboa en punto muerto
Los 19 y 20 de junio reunieron en Bruselas a los 27 jefes de Estado de la UE en el consejo europeo con motivo del fin de la presidencia eslovena. Después del no irlandés, las discusiones sobre el futuro del Tratado de Lisboa han sido largas y laboriosas. La mayoría de países quiere continuar con las ratificaciones (los siete restantes), mientras que la República Checa y su euroescéptico presidente, Vaclav Klaus, consideran que el Tratado ha muerto. Praga ha conseguido detener su ratificiación con el aval de su Tribunal Constitucional, que debe decidir sobre el documento a finales de 2008, justo antes del comienzo de la presidencia checa de la UE. En cuanto a Irlanda, dispone de cuatro meses para consultar a sus colaboradores y elaborar una solución a la crisis provocada por el no.
¡Bienvenidos!
El Consejo Europeo ha aceptado también, en el transcurso de estos dos días, la adhesión de Eslovaquia a la zona euro, último país en firmar tras Malta y Chipre, con lo que ya serán 16 los países con la moneda única.