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Barroso, ¿otra vez?... Algo huele a podrido en Europa

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Política

El secretismo y la opacidad reinan sobre la elección del presidente de la Comisión y sobre el reparto de poder entre partidos europeos. Pöttering quiere acelerar el calendario de sesiones para forzar la reelección de Barroso

El próximo 7 de junio conoceremos quién obtiene la nueva mayoría en el Parlamento Europeo. Lo normal es que durante semanas o incluso meses, se comparen distintos candidatos no oficiales a presidir la Comisión Europea. Después, el Consejo Europeo debería proponer oficialmente a uno de ellos y el Europarlamento votar o vetar a la vuelta de las vacaciones de verano.

Sin embargo, este año algunos quieren acelerar -obviando el debate- la reelección de Barroso. A pesar de que existen campañas contra el conservador portugués Durão Barroso, como la Stop Barroso de Los Verdes o la Anyone but Barroso nacida de la blogosfera europea, no hay manera de que cuaje un debate público sobre las cualidades que debe reunir el próximo jefe de la Comisión. El propio presidente del Parlamento Europeo, el conservador Hans Gert Pöttering, quiere fijar un calendario de sesiones acelerado para la reelección de Barroso y propone que, apenas una semana después de las elecciones durante la cumbre europea del 18 y 19 de junio, se presente un nombre. ¡Sin ni siquiera tiempo para que los grupos políticos se constituyan!

Barroso quiere ser elegido

Foto, Comisión europeaDurante la reciente cumbre europea de los días 18 y 19 de marzo, todo el Partido Popular Europeo (PPE) ha respaldado públicamente la reelección de Barroso, uno de los suyos. “Es una pena”, se quejaba al mismo tiempo el presidente de los socialistas, P.N. Rasmussen: “Barroso, en vez de ocuparse de buscar trabajo a los europeos, parece preocupado solo por su propio empleo”. Incluso los líderes de los Liberales (ELDR) afirman no querer ver ni en pintura de nuevo al portugués a la cabeza de la Comisión. ¿Por qué entonces esa falta de interés en presentar a un candidato alternativo? “Porque los jefes de Estado y gobierno prefieren nombrar a una persona con bajo perfil político para poder manejarlo”, se sugiere desde la bancada de la Izquierda Unitaria Europea. El propio ex Presidente de Portugal, Mário Soares, ha tildado a su compatriota de “secretario” de los gobernantes.

Los enemigos de Poul Nyrup Rasmussen

Foto, PES¿Se ha rendido todo el mundo? Todos no. En una pequeña aldea gala…., o mejor dicho, socialista, se apoya la posible candidatura del europarlamentario y ex primer ministro de Dinamarca Poul Nyrup Rasmussen, que lleva cerca de dos años preparando un programa electoral con el que transformar la UE sobre el impulso de lo que denomina la Nueva Europa Social. Por ahora, es el único que denuncia sin descanso la parálisis de Barroso ante la crisis y el maquillaje de cifras de los planes de recuperación, que Barroso cifra en el 3% del PIB comunitario y Rasmussen solo en el 0,9%. La socialista francesa Martine Aubry y la mayoría de los líderes socialistas le apoyarían. ¡Incluso Los Verdes, por boca de su copresidente Daniel Cohn-Bendit!

Sin embargo, la cosa cambia para los tres socialistas que gobiernan Estados más grandes: Brown, Zapatero y Sócrates. ¿Esquiroles? No son los únicos, pues desde las filas socialistas, se sabe que su portavoz parlamentario, el alemán Martin Schulz, habría negociado ocupar junto al polaco conservador Buzek la presidencia del Parlamento a cambio de no interferir en la reelección de Barroso.

Schulz el incauto

Foto, SPDMartin Schulz no ha contado con un imprevisto de última hora. Los italianos de Alianza Nacional se han unido al partido conservador de Silvio Berlusconi y pueden arrasar en las elecciones europeas, lo que lo convertirá en el partido conservador más grande de la UE. Según fuentes confidenciales, sería el berlusconista Mario Mauro quien se postularía para presidir el Parlamento que, recordemos, triplicaría sus competencias con el Tratado de Lisboa. Para ello se aliaría al jefe de los liberales, Graham Watson, quien ha lanzado desde enero una decidida campaña para ser elegido presidente del Parlamento: compartirían a medias la presidencia del Parlamento.

A menos que la jugada de Mauro sea un farol, cuyo objetivo sea lograr que su grupo, el PPE, le conceda la portavocía en la Eurocámara (puesto clave dentro del PPE), la estratagema devolvería a Schulz la presidencia del Parlamento junto con Buzek, aseguraría a Barroso en la Comisión y a Graham Watson en la cuneta, único rehén de la operación.

En otras alturas

Foto, ONULa verdad es que con el Tratado de Lisboa, la Comisión es la institución que más peso pierde en la Unión. Quedarán por elegir los cargos de ministro europeo de Exteriores y Presidente de la Unión, quienes tendrían en su mano la interlocución directa con los Estados Unidos, una prioridad histórica en la política británica. De ahí que Brown apoye a Barroso para que a cambio los populares le dejen el puesto de Alto Representante. Y de ahí que Zapatero calle para que el ex presidente español Felipe González, coordinador del grupo de sabios de la UE, opte a la presidencia de la UE sin que los populares se quejen.