¡Ay mamita sabrosa!
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Arek NowakAl igual que una Europa unida, el amor no conoce fronteras. Debido a ello, y por si acaso, es bueno saber como dirigirnos a nuestra media naranja
En muchos idiomas se usan palabras relacionadas con los dulces. Los británicos llaman honey (miel) a sus seres queridos. Los polacos dicen cukiereczku (caramelito), mientras que los franceses y los belgas chou (chou a la crème, al contrario de lo que muchos piensan no se trata de la col, sino de un pastel), o ma crotte (que no quiere decir estiércol, sino bombón), También encontramos ejemplos prestados del mundo animal, por ejemplo en alemán se dice Zuckerschnecke(caracol de azúcar), en francés se suele decir ma biche (cierva) y ma poule (gallina). Los germanófonos de Europa incluso se atreven a cruzar especies como por ejemplo Hasibär (conejo-oso). Mientras que los francófonos comparan a sus seres queridos con las flores (ma fleur), los italianos buscan la inspiración en la cocina (cetriolino que significa pepinillo o zucchina, calabacín). Los británicos suelen decir pumpkin (calabaza)… ¿Tendrá esto algo que ver con la fiesta de Halloween?
Algunas de las palabras más cariñosas que se usan son realmente sorprendentes. Cuesta creer que le puede gustar a alguien que le llamen mi gordito, tal como sucede en España. También puede resultar extraño que le digan a un chico o a una chica mama, o dad en inglés o mamita, papito, o que le comparen a alguien con un bebé llamándole baby.
Pero tenemos que ser conscientes de que cada país tiene sus costumbres y, al fin y al cabo, todos sabemos que el amor tiene mil nombres.
Translated from Miłość niejedno ma imię…