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Autofrei, el barrio vienés de los instintos ecológicos

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Cristina Cartes

CulturaLifestyle

Regada por el Danubio, la verde zona de Autofrei (sin coches), situada en la parte este Viena, ofrece sus propias ensaladas, sus propias bicicletas y carritos en vez de coches. Allí, se juega al aire libre y los pies viven en sandalias. La fotógrafa francesa Anne-Lore Mesnage captura en quince tomas la magia de este insólito escondite austríaco.

Esta fotogalería forma parte de Green Europe on the ground 2010-2011, una serie de reportajes realizados por cafebabel.com sobre el desarrollo sostenible. Para conocer mejor el proyecto,  Green Europe on the ground.

La felicidad está en el césped

De camino a Autofrei, en Viena. La ciudad es grande y está llena de espacios verdes, parece que estamos en el campo. Campos de trigo y culturas variadas.

Foto : © Anne-Lore Mesnage

Cuando llegamos a la ciudad

Vistas de Autofrei desde el campo.

Foto : © Anne-Lore Mesnage

Ensaladas para todos

Dos mujeres preparan dos cestas biológicas. Son horticultoras y tienen una pequeña explotación que les permite hacer unas veinte cestas semanales.

Foto: © Anne-Lore Mesnage

Ratones de ciudades, ratones de campo

Autofrei visto desde Nordmanngasse. A un lado, la ciudad; al otro, el campo. En el centro, Viena, aunque nos parezca que estamos en un pequeño pueblo de provincia en el que la naturaleza está presente. Más de 500 personas viven en este barrio.  

Foto: © Anne-Lore Mesnage

La naturaleza descansa en un banco público

En el barrio de Autofrei, un banco en el jardín en el que la naturaleza se pasea libremente. Los habitantes si involucran, cuando pueden, en las tareas de la comunidad. Todos pueden participar en el jardín. Sólo se recurre a profesionales si el trabajo que hay que realizar es muy específico.

Foto: © Anne-Lore Mesnage

Cuando las bicicletas florecen

En este barrio, los habitantes se desplazan principalmente en bicicleta o a pie.

Foto: © Anne-Lore Mesnage

Ping-Pong entre plantas y hormigón

Elementos de la arquitectura del barrio. La naturaleza tiene un papel importante. Todo está concebido para que los habitantes puedan vivir tranquilamente y para que encuentren toda la infraestructura para sus momentos de ocio. Hay una sala para hacer deporte y una sala de fitness, de la que se encarga uno de los vecinos.

Foto: © Anne-Lore Mesnage

Fachadas verdes

La fachada de Autofrei. El edificio fue construido en 1991 a raíz de una iniciativa de Christoph Chorherr, uno de los líderes verdes de Austria.

Foto: © Anne-Lore Mesnage

Parkour

Jóvenes practicando parkour. Este deporte se practica en los muros. Hacen sus pruebas en las entradas de los garajes de Autofrei. En el garaje sólo hay un coche que, a su vez, comparten todos los habitantes del barrio. Poco riesgo para estos jóvenes, que pueden seguir con el parkour tranquilamente. 

Foto: © Anne-Lore Mesnage

El carrito de Jacques, ¡nada de coches!

Un hombre traslada algunos muebles. Hay que organizarse. No circula ningún coche por esta zona residencial. Los caminos entre los edificios son estrechos. El carrito parece un instrumento indispensable para este ejercicio.

Foto: © Anne-Lore Mesnage

Astucia

Imaginación para llevar las macetas y las flores hasta arriba.

Foto: © Anne-Lore Mesnage

¿Barrio sin coches?

Ironías. El coche eléctrico es el juego favorito de los niños.

Foto: © Anne-Lore Mesnage

Pequeños pies descalzos

Simon juega en la plaza.Va descalzo, como su padre. Juega con un pequeño coche, pero no se lo tendremos en cuenta, sólo tiene dos años. Sus padres viven aquí desde hace diez años. Su padre, Johannes, dice que adora viajar en transporte público. Añade que son momentos privilegiados que le permiten reflexionar tranquilamente, encontrarse a sí mismo. Pasa una media de dos horas al día en transporte público. 

Foto: © Anne-Lore Mesnage

Stephan Fickl

Stephan forma parte de ese grupo de vecinos de Autofrei que administran y organizan el barrio. Por el balcón de su apartamento pasa todo el mundo (el acceso de un apartamento a otro está permitido, ninguno está cerrado). Hay una nevera. Su mujer tuvo la idea de cocinar para los vecinos que viven solos y que no se sienten motivados para hacerse la comida. Mete en la nevera los platos que prepara para que cada uno se sirva. Solo tienen que dejar algo de dinero para poder elaborar las recetas. Un post-it en la puerta indica que la mujer de Stephan se toma varios días de vacaciones...y la nevera esta vacía. Pero solo por unos días.

Foto: © Anne-Lore Mesnage

Navegando por la ecología

A solo unos pasos de Autofrei, el Danubio.

Foto: © Anne-Lore Mesnage

Translated from Autofrei, le village d’où Vienne(nt) les instincts écolos