Atentados en Bruselas: "Todo es un desastre aquí"
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cafébabel ESEsta mañana, varios atentados con bomba han provocado –por ahora– una treintena de muertos y más de cien heridos en el aeropuerto de Bruselas y en una estación de metro cercana al barrio de las instituciones europeas. La capital de Europa se tambalea. Reacción de un periodista en el lugar.
Cafébabel: ¿Dónde te encuentras en este momento?
Quentin: Veo la estación de Maelbeek (la estación de metro afectada por el atentado, ed.) desde donde estoy. Mi oficina se encuentra a 200 metros. La gran avenida, la rue de la Loi –el bulevar donde se encuentran las instituciones europeas– está siendo acordonada. Lo están cerrando todo.
Cafébabel: ¿Qué está pasando a tu alrededor?
Quentin: Hay policías por todas partes, oigo sirenas sin parar... Los periodistas acuden a un hotel que está justo al lado para poder trabajar, algunos están haciendo "directos" desde el bulevar. Los policías y bomberos empiezan a hacer rondas. Todavía quedan 2 ó 3 ambulancias junto a la estación, pero desde aquí no puedo ver si todavía están evacuando heridos.
Cafébabel: Y tú, ¿cómo te sientes?
Quentin: La verdad, no lo sé (silencio). En fin, hay un momento en el que no entiendes nada, es raro... Son gente que tomaba el metro, que iba a coger un avión... Sabíamos que podía pasar. Pero también sabemos que su objetivo es hacernos sentir pánico. Entonces te preguntas si estás preparado para ir más allá y trabajar como periodista. Tienes permanentemente esa sensación de tener prisa. Pero en esta ocasión yo mismo estaba muy cerca... Por ahora estoy a la espera, pero sé que se avecina una semana de mucho trabajo.
Cafébabel: Eres periodista, ¿logras ponerte a trabajar?
Quentin: Bueno, no tenemos otra opción. A esto es a lo que llamamos estar desbordado por la actualdiad. Estamos en "modo trabajo", directos, Twitter... Hay que trabajar. Ya han empezado a circular rumores de tiroteos por toda Bruselas. Hay que comprobar las informaciones, asegurar a la gente. Es nuestro trabajo confirmar lo que podamos y advertir a nuestros lectores sobre lo que pasa realmente. Porque aquí todo es un desastre.
Cafébabel: Precisamente, hemos escuchado de todo desde esta mañana. ¿Has conseguido pararte a pensar, tomar distancia?
Quentin: Sí, más o menos. Por ejemplo, me encontraba en la estación central y sobre las 9.40h han anunciado que se había producido una tercera explosión. Pero no había pasado nada. Aunque las autoridades sí habían lanzado un mensaje según el cual habría una posible tercera explosion. Una información en futuro, eso se presta a confusión. Basta con que alguien sea inglés y no entienda el francés para que la precaución se convierta en afirmación.
Cafébabel: Hablamos de estado de sitio, véase "estado de guerra". ¿Qué opinas?
Quentin: Bueno, sobre el "estado de guerra", no sé. Pero sí estamos claramente en estado de sitio. Estamos en el nivel de alerta 4. En Francia, el equivalente es el estado de urgencia. Cierran los autobuses, tranvías, metro. Los restaurantes cierran. Bruselas se convierte en una ciudad muerta. En cuanto a la expresión "estado de guerra", soy más escéptico. En mi opinión, crea psicosis y eso es precisamente lo que buscan quienes han hecho esto. Las autoridades (1.600 personas han sido desplegadas según las últimas informaciones, ed.) toman precauciones y hacen lo posible para que se mantenga la calma. Ahora depende también de nosotros hacer nuestro trabajo e informar a la gente de manera fiable.
Cafébabel: Tú ya viviste el Lockdown y el nivel de alerta 4 tras los atentados de París. ¿Qué hay de diferente ahora?
Quentin: No tiene nada que ver. El Lockdown (la expresión que se utilizó tras los atentados de París para describir el estado de sitio que siguió a la amenaza terrorista en Bruselas, ed.) se decidió durante el fin de semana, a las 5 de la madrugada. De manera que te despiertas y ya no hay metro, todo está cerrado. Hoy es martes, todo el mundo está en sus trabajos, no es lo mismo. La gente no puede anticiparse. Veíamos a la gente correr por todas partes, todas las oficinas han intentado proteger a sus empleados. El pánico...
Cafébabel: Las declaraciones han surgido rápido, especialmente la del Primer Ministro sueco, que ha hablado de un "ataque contra la Europa democrática". ¿Opinas que se refería particularmente a las instituciones europeas?
Quentin: Sabemos que las instituciones europeas están amenazadas. Estratégicamente, dentro del "barrio europeo", hay muchos diplomáticos y políticos y, por tanto, es una zona a la que hay que prestar especial atención. Pero bueno, sobre lo del "símbolo de Europa" y todo eso, no sé... Es demasiado pronto para afirmar que ese era el objetivo de los terroristas. Por lo que sabemos, lo único que han confirmado las autoridades es que el ataque en la estación de Maelbeek ha sido un ataque suicida. Lo que hace pensar que se trata de un ataque preparado. Pero ¿era un ataque que amenaza a toda Europa, una revancha por ciertas operaciones...? No lo sé. Lo sabremos tras la investigación.
Cafébabel: El "barrio europeo" de Bruselas también es uno de los lugares por lo que pasa más gente...
Quentin: Sí, evidentemente. Muchísima gente trabaja en esta zona. Sólo en las instituciones europeas hay unas 30.000 personas. Además, tienes las ONG, los despachos de abogados, etc. La línea de metro atacada es la más frecuentada. Si han atacado Maelbeek es porque saben que por ahí pasa mucha gente.
Cafébabel: ¿Cómo ves lo que está por venir?
Quentin: Por lo pronto, sé que va a ser un día duro. El objetivo será sobre todo evitar decir tonterías.
Cafébabel: Hablamos de impotencia frente a los atentados. ¿Sientes tú lo mismo?
Quentin: Sí, es como en París. Atacan ciudades donde nadie va armado, ciudades multiculturales, barrios que no están en absoluto preparados. La estación de Maelbeek no tiene seguridad. El equivalente en París podría ser Château d'Eau (estación que se encuentra en el distrito 10, ed.): Una pequeña estación, junto a un puente; así que ahí está, si quieres ir a trabajar, es casi seguro que pases por ahí.
Translated from Attentats de Bruxelles : « Tout part à vau-l'eau là... »